Colegio San Ramón y San Antonio, Madrid

Mi experiencia como familiar de alumno, es bastante mala, nunca se sabe donde está el director, el jefe de estudios buenas palabras pero cero actuación, alumnos con autoestima cero, tutores que en Septiembre dicen va a repetir, cero adaptación curricular para niños con tdah, hay grandes profesores como Arancha de inglés o Sonia, pero luego tienes a una profesora que el 60 % de su clase tiene miedo y lleva años impune.

Pongo una estrella porque no me deja poner menos. Tenía ganas desde hace tiempo de poner esta reseña para advertir a futuros padres-alumnos. Un colegio estéticamente precioso. La etapa de infantil muy bien, profesoras profesionales y de trato estupendo. En el momento en el que desaparecieron las monjas todo empezó a deteriorarse, el equipo educativo daba la sensación de estar compuesto por gente "enchufada", con poca presencia, algunos como recién salidos de las tiendas del 15M, con dudosa preparación no ya a nivel profesional, que también, sino a nivel experiencia en la gestión de las clases, y en la enseñanza de sus asignaturas (siempre con excepciones). El caso más claro de ineptitud, falta de educación y caos en las clases puede ser sin lugar a dudas el de Esperanza, quien tampoco sabía cómo mantener una conversación adulta con los padres. Grupos muy "mimados" y "consentidos", en concreto el colectivo de internas, a las que nadie podía "rechistar" pero si era al revés estaba totalmente consentido. La disciplina a partir de determinados cursos brilla por su ausencia. La media de la nota de EvAU de la promoción 2020-2021 bastante floja, dicho por los propios alumnos.

Un colegio en el que mi hijo ha estado siempre y que recomiendo. Ha estado fenomenal y el rendimiento académico muy bueno con muy buena nota para entrar en la carrera

Estudié en el Sanra desde Segundo de la Eso hasta Segundo de Bachillerato, fueron los mejores años de mi vida, no hay palabras para expresar lo bien que me sentía gracias tanto a mis compañeros como a mis profesores. Una educación basada en valores y no solo en notas académicas. Un trato excepcional a todos los alumnos por parte de todo el equipo que forma el colegio. Considero que cualquier estudiante estaría cómodo en el San Ramón y San Antonio, brindan ayudas a los estudiantes que les pueden llegar a costar más algunas asignaturas. Haciendo desdobles por ejemplo, para que tengan una atención más personalizada. Una educación basada en el respeto y el amor.

He estado en el sanra desde infantil hasta segundo de bachillerato, y sinceramente solo tengo buenas palabras para él. En el sanra he vivido los mejores momentos de mi vida, y creo que es un sentimiento general entre mis antiguos compañeros y amigos.
Desde que entre en infantil, he tenido una atención muy agradable y siento que he recibido una gran educación. Los educadores son personas de calidad que han tratado de compaginar mi formación con la ayuda de mis padres en casa.
Algo que destacar del sanra es la importancia que dan a los valores y a la educación en diversidad. En las clases hay personas de todo tipo, pero considero algo muy positivo educarnos en un entorno plural, nada clasista y sobre todo con la tilde puesta en el respeto mutuo. Si no te enseñan esto en casa es muy difícil inculcarle esto al alumno, pero ellos siempre lo intentan y centran la atención en ello. Es completamente cierto que prestan mayor atención al alumno que lo necesita, ayudan a que todos tengamos las mismas condiciones para aprender bien y tener un entorno que favorezca esto, ese es el favoritismo del que yo hablaría.
Aunque considero que un centro educativo es mucho más que las calificaciones y las clases, ellos aquí se superan con creces. El equipo directivo siempre tiene abiertas las puertas a escucharte, entenderte y tratar de solucionar cualquier problema con cualquier profesor, sin tratarte de menos por ello.
Quiero mencionar además la maravillosa atención del personal de administración, de los profesores de bachillerato (especialmente de Isabel, Pedro, Jorge y José Ignacio) pero también de la ayuda que dan los tutores en las tutorias. El viaje al camino de Santiago con mi tutora Esperanza personalmente abrió una nueva perspectiva en mi vida, y en lo que creo que ha construido la persona que soy ahora.
Como digo, solo tengo buenas palabras para el sanra, las familias, y los grandiosos profesores y equipo directivo que lo conforma. Siempre estaré agradecida por todo lo que me han dado y cada vez que voy a hacerles una visita salgo de allí con el corazón lleno. Si buscas un colegio impersonal, aburrido, clasista y descuidado no vayas al sanra.

Colegio que cuida la formación de sus alumnos tanto académica como personalmente. Muy recomendable