Crustó Padre Damián, Madrid

Fui en crusto con mi perrito para pedir bocadillos y pasteles para llevar porque es muy cercita de mi piso. Esperaba muchos minutos pero no tengo problema porque pensaba que ella, una camarera va a atenderme. Hay otra mujer y me pregunto si estoy primera le dije que si. Y la camarera cogio su pedido pero no mio. Hay sola 2 personas alli. No voy a volver si ella esta alli. No pido perdon muy mal educada

No suelo poner muchas reseñas pero la rapidez y el trato de Diana ha sido sin duda la mejor experiencia que he tenido en una cafetería, volveré por ella

Tenía poco tiempo para desayunar y pasé por esta cafetería a por un café y algo dulce. Me atendió Cielo, muy amable! Me ha recomendado un croissant con almendras que estaba super rico y el café perfecto! Seguramente volveré

El sitio es genial, La Tostá de aguacate esta muy bueno y la atención excelente de parte de Diana.

Fuimos mi pareja y yo a hacer el tour del estadio del Madrid y pasamos a tomar algo para hacer tiempo, el sitio es muy acogedor y la atención del personal excelente, agradecer especialmente a Jennifer por las recomendaciones en el desayuno. Lo que sobró nos lo comimos después del tour ya que nos dieron hasta una cajita.

Un ambiente muy tranquilo, servicio excelente y café muy bueno.
Nos atendió Jenny, super amable y rápida.

El establecimiento está muy bien decorado e invita a entrar pero desde que te piden la comanda (siete minutos para apuntar tres desayunos, no son resolutivos con las alergias, no te saben decir los ingredientes de lo que pides …) cuando llevas más de cuarenta y cinco minutos esperando cuatro desayunos y cuando te traen cosas que no has pedido, todas tus expectativas se desvanecen. Si ya a la hora de cobrar tardan otro cuarto de hora porque “se les ha caído la red” decides que no volverás más a este sitio.
Una pena!

8,45€ un café y un bocadillo diminuto. Servicio escaso y 15 minutos de espera para que me den el café…

Es uno de los sitios mas lentos de todo Madrid y si preguntas encima se enfadan.
Muy mala experiencia

Ahora son pet friendly. La calidad de los productos es buena y por ello es caro respecto a los que hay alrededor.

Sitio muy normalito y caro para lo que es. Fuimos a tomar algo rápido y tomamos una ensalada de salmón ahumado más bien pequeña que nos costó 13€. El café sin más. Es una panadería, el pan está bien, pero el resto no merece la pena. Sitio para un café y comprar el pan. Poco más.

Muy mala experiencia. A pesar de que los productos del mostrador parecen de lo más apetecibles, la atención del personal consigue que te vayas con muy mal sabor de boca y nulas ganas de volver. Especialmente destacable la mala atención recibida por parte de la camarera Elsa. Hemos solicitado dos vasos de agua, junto con los 3 desayunos solicitados, hasta en 3 ocasiones. Finalmente, tras 20 minutos de espera, su desagradable respuesta ha sido que fuéramos nosotros mismos a la barra a conseguirlos. El local no tenía alta concurrencia en ese momento.
Para reflexión del propietario: Cuando sales a desayunar fuera lo haces con el objetivo de disfrutar de un momento relajante, y no para soportar la "actitud adolescente y desafiante" depersonas a quienes no parece gustarle su trabajo. El importe de la cuenta (que es más elevado respecto a la media de la zona), la pérdida del tiempo invertido y la mala sensación con la que abandonas el lugar me hacen desaconsejarlo, tanto para un momento de ocio como para un momento profesional. Sin lugar a dudas, un sitio al que no volveré

Demasiado lentos, siempre, no es la primera vez que paso por allí e intento tomar un café y algo rápido en las 2 últimas ocasiones más de 15 minutos para servir un café y una pieza de bollería no nada con elaboración.

Si el café fuese de especialidad tendría 5 estrellas, en cuando a los platos y atención, excelente!

Trabajo por la zona y siempre que puedo voy, todo esta buenisimo y la atencion de las camareras Cristina y Jennifer siempre es de 10, asi da gusto, es y sera un sitio que seguire frecuentando

Muy rico el huevo benedictino con salmón y la tarta rectangular de chocolate. La chica de la mañana muy agradable.

Edito la reseña después de un par de años yendo. La bollería es buena, las tostadas también, el café también, pero el personal es penoso, o bien son impertinentes, que algunos lo son, o bien son lentos hasta agotar la paciencia. Al menos tres veces me he levantado de la mesa sin desayunar tras esperar 20 minutos por el desayuno, que es un café con una tostada. No he estado nunca con el establecimiento lleno, cuando voy no hay más de cinco o seis mesas ocupadas. Voy sólo cuando tengo una hora de tiempo para desayunar, porque aquí rapidez no he visto ninguna, nunca, ni una sola vez. Se come antes un menú de tres platos en otro lugar que aquí un desayuno, no sé dónde está el fallo para que ésto, que parece imposible, aquí sea la norma habitual.

No me gusta la idea de que permitan dejar entrar perros al establecimiento. Fenomenal para los que les guste pero a los que no y no sepamos en que condiciones están deberíamos tener nuestro espacio.
Que además se les ponga el platito para beber agua dejando esparcido en el suelo las babas me parece horroroso. No es lo que busco en un sitio como este