Discoteca Mama Pachanga, Madrid

Para los que recuerdan o visitaron este local, fue el antiguo bastión del Metal en el distrito de Vallecas, el recordado Excalibur.

Básicamente la infraestructura sigue teniendo la misma apariencia y distribución de antaño, algo descuidada y sin decoración renovada, pero en la media de lo que se puede esperar de la zona.

Tiene dos niveles algo aislados uno del otro con barras propias que a veces aprovechan para ofrecer dos sesiones musicales diferentes al mismo tiempo, el nivel de abajo suele ser de música un poco más comercial, dentro de lo que suele escucharse en discotecas latinas de mayor aforo.

En dicha zona inferior la decoración, los muebles y el espacio resultan un poco más intimo y acogedor, ideal para empezar a relacionarse con gente interesante, antes de dar rienda suelta a tu Yo bailarín rey o reina de las pistas de baile.o al menos, antes que las copas empiecen a hacer efecto.

Últimamente ya no explotan la fórmula de dos sesiones simultáneas, pienso deberían seguir apostando por ello. Incluso, abrir Jueves y Domingos, ya que sólo abren los Viernes y Sábados.

Ahora es una discoteca de música latina concurrida mayormente por latinos. Cabe señalar que la comunidad Hondureña a hecho de este lugar un punto de encuentro, motivo por el cual se puede bailar también la llamada "punta" para beneplácito de esta comunidad.

Principalmente Ecuatorianos, Peruanos, algunos Dominicanos y lugareños del distrito suelen dejarse ver en esta discoteca.

En el interior siempre hay personal de seguridad atento y dispuesto a mantener el orden y el buen ambiente de baile. No suele haber problemas.

Los precios de las copas y cervezas están dentro del estándar de la zona y para ingresar te cobran 10€ el ticket con derecho a una copa o cerveza.

La música es variada dentro del contexto latino, pero el DJ (Joset Viteri) destaca por no abusar de lo comercial y de cuando en cuando sorprende con algunas joyas musicales de la vieja escuela con buen ritmo y sabor latino.

El último bloque de la noche suele rematar con un mix de clásicos ochenteros y rock latino de nostálgico recuerdo.

El sonido es aceptable y la iluminación podría ser renovada, son dos puntos en los que el local debería mejorar para brindar una experiencia al público con mejor calidad sonora y visual.

Vale la pena darse una vuelta.