El Asador de Arandilla, Madrid

Buena atención, las morcillas, el pan y el cochinillo delicioso, me falto el postre pero estaba súper llena porque dan muchos entrantes, pronto vendré con mi familia.

Relación calidad/precio muy buena. El cordero estaba buenísimo, unas patatas asadas también, su salsa impresionante, La atención muy buena. Hemos pasado un rato fenomenal

Después de la reforma quedo más pequeño, pero eso no le quita encanto, y la comida de 10, del arandilla nunca te irás con hambre.

Sigue manteniendo un buen nivel en sus asados pero el comedor es bastante lúgubre y obsoleto.

Típico asador donde poder probar un buen asado o carne a la parrilla.

Pedimos chuletón y entrecot y, curiosamente nos gustó mucho más el segundo, estaba muy tierno y con muy buen gusto al paladar.

Degustamos de primero ensaladilla con atún y croquetas variadas junto con unos huevos rotos.

Además de la carne también pedimos unas chuletas de lechal que estaban en su punto prácticamente al llegar a la mesa, y con el toque final que se les puede dar en la parrilla quedaron riquísimas.

Si te gusta el pan tienen uno de tipo hogaza que llega caliente, como recién horneado.

El servicio muy amable aunque algo despistado, hubo que pedir alguna bebida más de una vez.

La carne estaba espectacular
Las patatas de guarnición buenas
El pan riquísimo
Las croquetas super cremosas, pedimos las de cordero
Y los huevos rotos normalitos cabe destacar la puntilla de los huevos
El personal atento y profesional

La calidad es muy buena pero me pareció algo caro. Sale por 55 euros por persona, sobre la base de la ración de cordero

He viajado a San Sebastián, Madrid, por razones académicas y he visitado el Asador de Arandilla, he comido un entrecot que estaba buenísimo, patatas asadas, ensalada, un pan recién horneado, unas mini aceitunas deliciosas, que sepais que me sentí atendida en todo momento y la he pasado muy bien. Un 10 para la comida, el servicio y el ambiente.

Un local precioso, acogedor, y regentado por una familia maravillosa, que nos ha tratado estupendamente. La comida, de diez, tanto los entrantes como el cordero y el pan que hornean ellos mismos son un manjar. Totalmente recomendable. Muchísimas gracias a Miguel y a su mujer por todo, sois estupendos!

Un clásico imbatible del lechazo elaborado en horno al modo tradicional. Servicio alineado a la altura de un producto de primerísima calidad. Enhorabuena!

Un sitio de 10! La comida espectacular: morcilla, chorizo, ensalada.todo. El lechazo de los mejores que he probado y el trato recibido fenomenal, como en casa. Lo han reformado y han aprovechado muy bien el espacio. Lo recomiendo para comer/ cenar con amigos y en familia.

Un auténtico descubrimiento. Simpáticos, productos de calidad, buen ambiente. Vamos, repetimos seguro.

Hemos ido varías veces allí a comer, y el trato ha sido fantástico. Se come genial, recomiendo el chuletón y el lechazo!

Sitio muy acogedor los camareros y el dueño un trato estupendo de 10.
La comida deliciosa el cochinillo y las croquetas del pastor riquísimas, las chuletas de cordero con tus ascuas para hacerlas a tu gusto y calientes de la primera a la última.
Un sitio genial y al q volveremos seguro

Lugar encantador, los dueños majísimos y los camareros super atentos.
La comida estaba buenísima, todo primeras calidades y bien preparado.
Sin duda, el cordero es la especialidad, las croquetas eran caseras y estaban deliciosas, el pan merece la pena, las chuletas de cerdo a la brasa fueron de 10. De los postres recomendamos la tarta de queso.
Lugar 100% recomendable.

Increíble asador. Estuvimos allí comiendo, no hemos probado jamás un cordero tan rico, además de los diferentes entrantes que degustamos.
Destacar la amabilidad de los camareros y de los dueños que se portaron fenomenal.
La tarta de queso estaba buenísima, una de las mejores que hemos probado.
Calidad de 10.
Comida de 10.
Personal de 10.
Restaurante 200% recomendable.

Genial se puede decir.
Tomamos unas cervezas en la terraza y la atención fue exquisita. Nos trataron de maravilla y buenísimos aperitivos.

Estuve hoy con mi familia y hemos comido de lujo, buenas carnes, el pan delicioso y los vinos exelentes, un buen servicio.
Queremos volver en breve.

Estuve comiendo allí el pasado viernes.

Lo malo:
- El precio, me cobraron 22,50 por unas "chuletas de cordero" que más bien eran 6 huesos de cordero con 5mm de carne. Acompañado de una "ensalada" que eran 4 lechugas con cebolla. El pan y las patatas me lo cobrado por separado.
- Las tartas de los postres malas también.

Lo bueno:
- La atención del personal

Sin duda no volveré a este lugar.

Producto malo, servicio decepcionante, y gerencia de mal gusto.

Empezó regular cuando nos ofrecieron un pan redondo para ocho personas cuando sólo éramos dos que, de haberlo aceptado, no hubiéramos comido más (ojalá y lo hubiéramos aceptado pues al final no comimos.) No somos de tirar la comida y tampoco de pagar por algo que no vamos a comer, así que declinamos amablemente la oferta Pero sigamos.

Las alcachofas de temporada que no estaban en la carta para hacer honor a la verdad esas sí estaban espectaculares. La decepción terrible llegó con los segundos, es decir, con el solomillo de vaca rubia a la brasa…. La carne en mal estado se podía oler desde el primer segundo en el que el camarero la posó sobre en la mesa. Los de sanidad se hubieran frotado las manos con aquello ¡Qué barbaridad! Menos mal que no llegamos ni a digerirlo. Al primer bocado (disculpen la expresión, pero de verdad) tuve que escupirlo. Asco absoluto. Lo mejor es que nadie en la cocina (parece ser un sitio de clase) tuvo a bien de venir a dar alguna explicación. Obviamente los camareros no sabían ni qué decir al respecto de tal bochorno. En fin, creo que si cometes un error tan garrafal qué menos que dar la cara. Otro punto negativo. Pero eso sí, el cubierto y también el servicio te lo cobran, a pesar de lo malo que sin duda fue, pues no olvidemos que no son sólo los camareros quienes lo conforman.

Desde luego el gerente sabía bien que no volveríamos nunca pues no tuvo la cortesía de hablar con nosotros y disculparse después de casi intoxicarnos.