El tonel, Madrid

Fui con mi familia a tomar algo y ya empezamos mal. A los 10 minutos la camarera nos cambio de mesa por qué nos dijo que estaba reservada, cuando antes de sentarme, pregunté si se podía y me dijeron que sin problema.
Más tarde, empezó a llover bastante y al intentar meternos dentro del local, la camarera nos puso la escusa de que hacía mucho calor dentro y que no podíamos pasar, por lo que tuvimos que resguardarnos en un portal.
El único que se salva de ahí, es un camarero, que si no recuerdo mal se llama Willy, muy atento y simpático.
Lo siento por él, pero desde luego que no pienso volver a este bar.
Pésimo y mucha falta de educación.

El dueño es un impresentable.
Zafio. Sucio y maleducado.
Compadezco a tu esposa.que pena.

El otro dia me tome una cerveza y no vuelvo.
Una educación pésima.
Si puede te encasquetan de garrafon.
El dueño borracho perdido cada vez que paso por al lado de su bar.
Trata mal a sus empleados gritandoles y así me puedo tirar todo el día.

Situación completamente surrealista, la camarera mejor que se dedicase a otra cosa porque el trato al público no es lo suyo, desagradable, mal educada y nada profesional, no puedo hablar de las raciones porque no se les veía con muchas ganas de hacerlas y he probado mejores aperitivos en cualquier tanatorio. El trato recibido es el reflejo de quien gestiona el bar. En fin, no vuelvo.

No he tomado nunca nada en este sitio, ni lo tomaré por el mal trato recibido, al preguntar por una mesa libre en la terraza.
Solo se que me iré a otro sitio donde el trato sea cordial. Hasta siempre.

Muy buenas raciones y cervezas. Trato agradable. El camarero (Hugo) es majísimo y atento, te hace sentir muy agusto con su trato tan cercano. Volveremos sin dudarlo.

Discriminación en las tapas, fuimos un día y pedimos cerveza y coca colas, nos ponen de tapa unas patatas fritas, llegan otros a la vez, piden y les ponen unos montados.señores, todos pagamos igual, tratemos igual, no me gustó.

La terraza de verano tiene buena pinta solo ves estado tomando café, lo sé que tal estará lo demás.

El dueño es un ser vivo desagradable con todas las letras, ni ser humano se le puede decir. Apenas llegas y ya escuchas el maltrato que le proporciona a sus empleadas, les gritaba por una jarra y se escuchaba todo desde la terraza. Una vergüenza. No piso más este lugar.