Escuela Infantil Arlequin, Madrid

Antes de tomar la decisión miramos muchas escuelas, pero nada más entrar en Arlequín supimos que era el lugar ideal. Se respira el cariño y el buen rollo en el ambiente. No nos equivocamos. Los niños/as entran y salen encantados, aprenden un montón y sobre todo se divierten muchísimo. La motivación y dedicación del equipo (todos y cada uno de los días) es increíble, se nota que disfrutan mucho con lo que hacen y saben trasmitirle ese cariño a los niños/as. Al ser una escuela pequeña y familiar cuidan mucho los detalles que los coles más grandes no pueden. Trabajan mucho la creatividad y tienen conciertos y actividades especiales muy a menudo. La comida es estupenda. Y para los padres también es ideal ya que todo es comodidad, flexibilidad, amabilidad y comprensión. Facilitan al máximo la conciliación. Están en todo y se encargan de todo. Tienen una app que funciona bastante bien con la que te comunicas con ellos y te enteras de todo. No hay mucha dificultad para aparcar en los alrededores. Cuanto más te das cuenta de lo guay que es Arlequín es cuando te toca despedirte.porque se convierten casi en miembros de la familia y se les echa mucho de menos.
Un abrazo grande para Natalia, Fernando, Alex, María. Gracias por tanto.:)