Finca El Campillo - Bodas y Eventos Madrid

Nos casamos el 20 de Junio de 2021, y no podríamos haber imaginado un sitio más precioso que El Campillo. Nos enamoramos de sus espacios verdes, lagos, edificios históricos y una atmósfera como salida de un cuento. Todos los invitados se quedaban impresionados, y algunos dijeron que era "la boda más bonita a la que han asistido".
Cristina y Ana nos ayudaron constantemente desde el principio, poniendo todo de su parte para que saliera impecable. La organización, consejos, el servicio, catering, decoración. En nuestro día no faltó de nada! Las cosas cuando salen perfectas parecen sencillas, casi como si se hicieran por arte de magia, pero para lograrlo hay muchísimo esfuerzo y dedicación detrás y ellas lo demostraron.
La comida que sirven es exquisita y original, nos quedamos alucinados ya desde la prueba de menú.
Disponen de múltiples espacios posibles para cada momento y según la estructura de tu boda, tanto exteriores como en interiores.
Y sobre todo, Cristina y Ana siempre están abiertas y dispuestas a personalizar y hacer realidad lo que los novios visualizan como su boda ideal.
No podemos estar más felices, ha sido una suerte contar con ellas y todo su equipo. MIL GRACIAS!

Lugar espacioso, con vistas de la naturaleza, ideal para bodas y eventos, fácil acceso y con gran atención por parte de los trabajadores

De come bien, y no es feo. Pero hay cuadras y no es precioso. Además está lleno de moscas, lo que lo hace bastante insoportable la ceremonia y el cóctel

Buenos profesionales, ayer 1 de agosto estuve en una boda por la tarde y el Catering espectacular, l@s camarer@s de la comida de tarde y de la cena unos grandes profesionales. El Catering de la bebida dentro del local con música muy atento, especial mención al camarero Jesús, gracias por su paciencia. El entorno espectacular.
Luis.

Sitio de ensueño, absolutamente recomendable, el mejor de Madrid diría yo.agrupa todo lo que se necesita y se desea de una finca de bodas: belleza, profesionalidad, entorno impresionante, jardines de cuento.una palabra lo define: incomparable! No hay nada igual!

Absolutely beautiful farm tastefully decorated. Idyllic location for weddings or corporate events. Great amenities maintaining precious old architecture with modern touches that add glamour and charm.

Si buscas en una finca naturaleza, belleza y un buen servicio es la mejor opción a tan solo 40 kms de Madrid.
Gran cuidado de los detalles que la destacan como una de las mejores fincas de la comunidad.

Ojalá volver pronto!

Un lugar mágico en el que siempre pasan cosas bonitas. Los mejores atardeceres de Madrid con una puesta en escena que me ha sorprendido siempre que he ido.

Una de las mejores fincas para casarse actualmente. Dan un servicio de alta calidad tanto en la comida como en la bebida. Profesionalidad en cada detalle.

Sin lugar a dudas LA FINCA de Madrid. Una experiencia inolvidable que recomiendo a todos los novios. Enhorabuena por el súper trabajo que hacéis.

Muy buen trato, Leti muy amable y atenta en todo momento para elegir vestido de novia, gracias!

La Finca El Campillo era el lugar donde soñamos celebrar nuestra boda.

Por supuesto, la mayoría de valoraciones ya hablan de la calidad del menú, las instalaciones y el lugar mágico que es la finca.
Pero un lugar mágico no es suficiente para que todo salga a la perfección.

Detrás es necesario un gran equipo y eso es lo que nos gustaría destacar en primer lugar. Tuvimos que aplazar nuestra boda por el Covid, y Cristina ha estado en todo momento al pie del cañón, recomendando y compartiendo su opinión y ofreciéndonos soluciones para todas las situaciones (algunas muy difíciles), respondiendo de una forma rápida y eficaz ante cualquier imprevisto.

Y del día en sí, decir que salió todo a pedir de boca, y de nuevo el equipo tuvo que enfrentarse a una situación comprometida ya que había probabilidad de lluvia.
Tenían todo preparado en el interior y en el último momento, viendo que no iba a llover, respetaron nuestra preferencia y prepararon todo fuera rápidamente para que pudiésemos tener la cena que más ilusión nos hacía.

Tanto nuestros invitados como nosotros, quedamos encantados con la profesionalidad del servicio, desde el primer hasta el último camarero, y cómo no, nos gustaría destacar el trabajo de Montse y Vázquez que estuvieron pendientes de nosotros en todo momento. ¡Gracias!

Como ya sabíamos, la decoración estuvo perfecta, y los escenarios del cóctel, cena y fiesta son incomparables a ninguna otra finca.

La calidad del cátering desde el cóctel hasta la recena superó nuestras expectativas, incluso superó al día de la prueba de menú.

En resumen, disfrutamos al 100% de nuestro día, ya que todo estaba bajo control por parte del El Campillo.

La excelencia a todos los niveles, la atención al detalle, el equipo humano y el apoyo en todo momento es lo que más hemos valorado.

GRACIAS con mayúsculas equipo de El Campillo, GRACIAS Cristina por hacer nuestro día inolvidable.

Sin duda, repetiremos para alguna otra celebración. Tenemos pendiente una larga fiesta que no fue posible por el Coronavirus.

Manu y Marta - 21.08.2020

Nos casamos en el Mirador de El Campillo en octubre 2020, entre un montón de restricciones por Covid y mucha incertidumbre. Tuvimos varios cambios de fecha y de sitio, no supimos si podíamos celebrar la boda hasta tres días antes y al final tuvimos la enorme suerte de poder disfrutar de un día increíble en el Campillo!

La finca es un espectáculo, las vistas son preciosas y el Mirador lo tiene todo para que los invitados estén a gusto y puedan disfrutar del día al máximo. Todo estaba pensado y cuidado al detalle y todo el equipo de la finca estuvo pendiente de nosotros y de que todo saliera perfecto!

Cristina y Ana son atentas, profesionales y cercanas. Nos ayudaron muchísimo, nos aconsejaron, supieron darnos soluciones a todos los problemas que surgían, sin presionarnos, con flexibilidad, adaptándose a las circunstancias que no eran fáciles (¡tuvimos que organizarlo todo en 3 días!) y siempre con una sonrisa y con muchas ganas. Quiero agradecerles especialmente el trato que nos dieron, habernos apoyado tanto y tan bien desde el principio y haber sido tan buenas y simpáticas conmigo:)

Al final, me alegro muchísimo de todos los cambios que tuvimos que hacer y que nos llevaron hasta El Campillo. ¡Estoy deseando repetir!

Bruno y Sandra 31.10.2020

La finca El Campillo es una experiencia en sí misma. No solo es un lugar absolutamente único en la Comunidad de Madrid, sino que sus estandartes de excelencia en la forma de trabajar, en la calidad de su gastronomía y su cuidada decoración, la convierten en uno de nuestros lugares preferidos a la hora de trabajar organizando eventos. Siempre es un placer volver.

Hablar de La Finca El Campillo, es hablar de Cristina y Ana, de generosidad y colaboración, de bien hacer, de detalle y buen gusto.

Muchos años de relación nos unen con un trato excelente y colaborador en todo momento, donde hemos compartido momentos únicos. Son personas estupendas y acogedoras en su trato, formando un gran equipo muy profesional y cercano, al que se une un ambiente mágico y de ensueño cuidando todo al máximo detalle en esta preciosa finca.

Es un lujo para los sentidos; uno se trasporta, se respira tranquilidad, armonía y elegancia que se trasmite a todos los eventos que allí se celebran.
Es un total acierto contar con su profesionalidad y experiencia; y poder tener el privilegio de celebrar su evento en esta preciosa finca.

La recomendamos totalmente, ya que es espectacular. Es una apuesta segura para un día inolvidable.

Me casé en agosto de 2020, en plena pandemia. Después de visitar varias fincas, cuando entramos en El Campillo (y sin todavía conocer a su equipo) los dos supimos que era el lugar. El equipo y los proveedores de El Campillo están a la altura de una finca como esta y sin duda estuvieron muy por encima de las expectativas que teníamos. En todo momento nos asesoraron y ayudaron con la organización y la gestión de la boda. Tienen todo muy controlado y son excelente profesionales. El catering buenísimo, creo que el mejor que he probado en una boda. Puede parecer que no soy objetiva, pero todo el
mundo quedó maravillado tanto con el emplazamiento, como con la comida, la organización, el equipo de camareros. Sin duda, volvería a repetir con los ojos cerrados.

Es con diferencia el mejor espacio para casarte! La finca es un escándalo de bonita pero nos terminó de convencer Cristina, nos orientó en todo con una sonrisa y muchas soluciones para todos nuestras incertidumbres y problemas por el Covid. Increíble salir de tu boda con la organizadora/anfitriona como amiga, seguro para siempre!
El catering es inmejorable, suuuuper difícil elegir platos.nos encantó que fuese tan comentado por los invitados!
La verdad es que los exteriores son preciosos pero los interiores también, no nos dio pena que lloviese y tener que celebrar dentro porque está todo decorado con mucho gusto, muy campestre pero ideal!
Dormir allí la noche de bodas y desayunar al amanecer productos de la finca: IMPAGABLE
Gracias de corazón porque es un recuerdo para toda la vida!

Elegir la Finca El Campillo para casarnos fue sin duda una de las mejores decisiones que tomamos en el proceso! Las chicas de la finca son súper profesionales, te ayudan con todas las decisiones y tienen un gusto exquisito. El sitio es para mi la Finca más bonita de todo Madrid, el catering es espectacular y mención especial para todo el equipo del catering que hacen un trabajo iMpecable. Tenemos un recuerdo maravilloso de ese día y volveríamos a repetir!

Espectacular.
No hay palabras suficientes para describir tan historico lugar. La Casa-fuerte de El Campillo es una residencia palaciega tardomedieval, que se halla en la finca del mismo nombre, dentro del municipio de El Escorial.

Históricamente ha estado vinculada a la realeza, en primer término, como pabellón de caza de la Casa de Trastámara y, posteriormente, como parte integrante del territorio de realengo y abadengo, al que quedó adscrito el entorno del Monasterio de El Escorial, en tiempos de Felipe II.

El edificio está situado en una antigua villa de origen medieval, a la que la Casa de Trastámara acudía con asiduidad, dada su riqueza cinegética, y que quedó despoblada durante el proceso de anexiones desarrollado por el rey Felipe II (1527-1598) a partir de 1561, para la constitución del Real Sitio de El Escorial.

El pueblo quedó convertido en una finca de recreo, para uso personal del monarca, en la que también se realizaban explotaciones agrícolas y ganaderas, destinadas al abastecimiento del Monasterio de El Escorial.

No existen datos concretos sobre el origen del edificio. Es probable que fuera mandado levantar por Enrique IV de Castilla (1425-1474), quien dotó a la construcción de un aire fortificado. Con el paso del tiempo, fue transformándose, con la progresiva eliminación de los elementos militares primitivos y su adaptación en residencia palaciega. Las principales reformas y remodelaciones fueron emprendidas en la segunda mitad del siglo XVI, durante el reinado de Felipe II.

Por esta casa-fuerte han desfilado diferentes personalidades históricas, caso de Rodrigo Manrique, padre del poeta Jorge Manrique, e Isabel la Católica. Actualmente se encuentra gestionada por una empresa privada que lo utiliza como centro de convenciones y eventos.

El edificio está realizado enteramente en mampostería de piedra de granito, con cubiertas de teja. Presenta un aspecto austero, en la línea de las casas de labranza de la sierra de Guadarrama, en cuya vertiente meridional se encuentra emplazado. Consta de dos grandes volúmenes, construidos a cinco y dos alturas, en planta cuadrangular y rectangular, respectivamente. En una de las esquinas de la estructura, se eleva una torre de planta irregular. Destaca su acceso principal, conformado por una portada de estilo gótico tardío.

La casa-fuerte es el núcleo central de la finca de El Campillo, donde también se conservan otras construcciones de interés histórico-artístico, como las caballerizas, la iglesia de la Santísima Trinidad (también conocida como ermita de santa Filomena) y la fuente de la Reina Isabel II.

Celebramos nuestra boda el 25 de julio de 2020. Tuvimos que cambiar la fecha por la pandemia y Ana, Cristina y todo el equipo nos ayudaron en todo. Es un equipo muy profesional. Solo daban soluciones, no nos ponían problemas. Tienen un gusto exquisito y lo hacen todo con tanto cariño. Los invitados salieron entusiasmados. No solo por los jardines de la finca, sino por el servicio, la comida y las medidas de seguridad que se tomaron ese día. Si nos volviéramos a casar no dudaríamos en hacerlo de nuevo con ellos.