Frida, Madrid

El sitio es súper bonito, pero la calidad de la comida deja bastante que desear. Pedí una ensalada césar que estaba malísima, además a la que le pusieron anchoas, a pesar de que en la carta no pone que las lleve.
Ojo! Te ponen pan sin que lo pidas, y luego te cobran 3'60€ por él.
Tenía muchas ganas de conocer el sitio y la verdad que ha sido una decepción

Servicio muy flojo y descontrolado. Los precios que están en el menú no son los que te cobran. Se lo dijimos y se lavaron las manos, nos cobraron el precio más caro que el que decía la carta alegando que era un error del menú. Estaba el pobre camarero hablando con la encargada y fue a preguntar dos veces y ella ni se molestó en venir a explicarnos el motivo de la diferencia de precio. Vergonzoso.

Estuvimos a media mañana y pedimos unas cervezas, un té y unas tostadas, todo super rico y la cerveza fresquita.
Estuvimos dentro, y el ambiente tanto dentro como en la terraza era muy agradable. La decoración es muy bonita y la limpieza muy buena.
Como extra, el personal fue encantador, sobre todo Marco que nos atendió e hizo que la experiencia fuese mucho mejor aún. Super recomendado.
P.d. Si quieres sentirte como Valeria de la serie de Netflix basada en el libro de Beta Coqueta, no dejéis de visitarlo.

Local pequeño y con encanto en el barrio de chueca. La comida está bastante bien, aunque me suele pasar mucho que en todos los platos falta o sobra algo. Por poner ejemplos la croqueta melosa es una masa, un crujiente le vendría bien. A la burrata le sobraban las tiras de calabacín. Servicio correcto, sin florituras.

De precio siempre me da la sensación que sale algo caro, aunque mirando los precios uno por uno son bastante competitivos.

Probable que vuelva.

Me encantan los restaurantes del grupo Larrumba y tenía tiempo queriendo ir a Frida, sin embargo, no tuve la misma experiencia que en los otros lugares del grupo.
Agradezco que a pesar de ir sin reserva el camarero nos ubicó en una mesa cómoda y siempre nos atendió de buena manera a pesar de estar casi que el solo encargándose de todo (lo que hacía el servicio lento) pero bueno muy simpático y educado.
Pedí la costilla de angus melosa y estaba buenísima, me hubiese gustado ver más variedad de carnes y pescado ya que el menú que aparece en la web no es el mismo que el que escaneas en las mesas con el QR.

La opción de pago mediante la app una maravilla ya que si no tuviesen eso me quedaba una vida esperando la cuenta.los detalles negativos se pueden mejorar con facilidad y espero lo hagan.

Nefasto. Reservamos mesa para 7 personas a las 21: 30 con 7 horas de anticipación. Cuando llegan los primeros comensales dicen que no teníamos reserva. Llamamos por teléfono y nos dicen que a ver, que reserva si teníamos pero que q a las 20: 30 y que teníamos que haber recibido un mensaje, lo que es falso. Cuando les pedimos una solución, argumentando que la reserva estaba hecha, que el fallo es suyo, que somos 7, entre ellos dos personas mayores y que a esta hora no encontraríamos sitio para cenar un sábado de agosto, nos contestan que no es su problema. Inaudito, en mi vida habíamos recibido un trato así. Nada recomendable desde luego

La relación calidad - precio dejó mucho que desear. Las quesadillas montadas unas sobre otras se rellenaron con casi nada. No tenía queso ni pico de gallo. Y al separarlas constatamos que de relleno nada. El segundo entrante "Ratatouille" escaso en cantidad, sólo llevaba 4 lonchas de berenjena y poco más. Con los segundos, pedimos tartar de salmón, saquitos de pasta con pera (el único plato rescatable) y raviolis (sólo 4 unidades y pasado de sal). La botella de vino fueron en torno a 17€ "Melior" se trataba de un vino peleón (malísimo). Nos cobraron 2 cestas de pan, cuando en ningún momento pedimos una segunda ración, el camarero alegó "que eran 6 panecillos" y eso equivalía a 2 cestas. Asumió que queríamos 2 panecillos sin preguntarnos ni avisarnos que se cobraría doble. Nos sentimos bastante incómodas porque no nos daban tiempo a:
1°pensarnos lo que pediríamos
2° a terminar los entrantes
3° a terminar ese vino que aunque era malo lo teníamos que pagar. (lo suyo es degustarlo antes y luego dejarnos la botella).
Las interrupciones fueron continuas y molestas.
No quisimos aventurarnos con los postres.
Finalmente nos quedamos con hambre y con una factura de 90€. No volveremos. Es una lástima que, por no encontrar reserva en el restaurante "Perra Chica" nos hayáis derivado a Frida quedándonos con una sensación de "vaya timo" y decepción en una reunión de viejas amigas con ganas de haber pasado un buen momento culinario.

Pedimos:
Nachos: era como echar una bolsa de dippas con un poco de salsa por encima y unos jalapeños entre el queso para gratinar, total, quitas los dos primeros de arriba y el resto no saben a nada.
Hummus: bastante sin más, con escasez de pan.
Burrata y tomate: neutro.es complicado hacerlo mal.
Tacos a lo pastor: el aguacate estaba pasado y el pollo estaba quemado, sin relación entre el número de tortitas y la cantidad de comida.

El sitio: bastante cuco, del estilo que se lleva ahora para los sitios que te cobran 4,5€ por un tercio.

El servicio: pésimo, es lo que me ha llevado a escribir la reseña. El camarero únicamente se dedicaba a pedir que nosotros recogiéramos los platos, nos trataba como si fuésemos mongolos, un desastre como un piano. ¿Qué es eso de decir: a ver, pasadme los vasos, recoged los cubiertos y ponedlos en el plato, "a ver, esto no sé de quién es, así que si no es tuyo, pásalo"?

Precio: demasiado caro para lo que es.

Me ha gustado, local con mucho encanto y atención sublime. Carta amplia y con platos realmente ricos.

Tiene una terraza muy agradable. La única pega, las raciones algo escasas para mi gusto.

Comida normal, atención normal y local normal (muy ruidoso en el interior). Sería un sitio recomendable si fuese un 20% más barato, pero saliendo a más de 25€ por persona, creo que no merece la pena.

Buena comida.trato excelente y amable.iba con mi perrito y nos atendieron a ambos muy bien. Eso lo valoro muchisimo al igual que el pudiese estar conmigo.lo recomiendo

Frixa is a nice place to eat at and the food and the drinks are pretty cool and a very recommendable.

Queríamos pedir el menú brunch por 20€ cada persona y entre paréntesis ponía: "mínimo dos personas". Nos hemos juntado dos y en el momento de pedir nos han dicho que vale pero que otras dos personas tenían que pedírselo. No entendíamos porqué si en la carta solo te obligaban a que se compartiera mínimo con dos personas. El chico nos ha dicho que no, que el mínimo son dos menús en la mesa de mínimo dos personas. Por lo tanto, como mínimo cuatro personas tienen que comer menú. Nos hemos molestado ya que nos hemos quedado sin menú de brunch porque no entendíamos porqué cuatro personas tienen que comerlo. En fin, nos hemos pedido los huevos Frida y el Mollete de Jamón y estaba increíble pero entre lo del menú y la bordería del chico no sé si volver. Una lástima.

Lo mejor el sitio. Nada para comer fuera de horas. Són muy lentos. Los mojitos dejaban bastante q desear.

Interesante lugar para amantes y no amantes del arte. Se come bien, está decorado con mucho gusto y también tiene terraza!

Los camareros un poco pasota, no saben responder a ninguna de tus cuestiones y si lo hacen te traen algo que ellos no han dicho. He ido con mi abuelo y ha pedido unos espárragos con jamón y queso, el queso no se veía por ninguna parte. Había una cocinera ahí que se acercó y nos dijo que si llevaba queso. Como ha dicho mi abuelo: que quieras engañar a un chico joven, pero a un señor. No queráis tratar a la gente como tontos. Pero bueno. 3 estrellas por la decoración

Lo mejor son los camareros. Les encantan los animales y me encanta ir allí por el trato que les dan. Así deberían de ser en más restaurantes.

Muy rico todo, buena calidad precio, la gente amable (aunque tardaron un poco en traer las cartas y para el postre, pero tampoco insistimos), el local muy bonito y bien montado, recomendable.

Me encanta venir, suele ser necesario reservar. Aunque no está entre sus platos recomendados para mí es un imprescindible la pizza de setas, huevo y trufa (deliciosa)

Ambiente súper agradable para unos vinos, cafés o una comida tranquila en un esquinazo medio escondido de Chueca.