FUKU Japanese Restaurant, Madrid

Entré para cenar a las 22, y me dejaron ahi plantado como un buen pasmarote de pié, tanto a mi como a mi pareja delante del libro de reservas. Me vieron perfectamente hasta tres camareros pero nadie se acercó a preguntarme por mi reserva, tras algo más de cinco minutos decidimos marcharnos.
Lo unico positivo es, que mi dinero se siguio quedando en el mismo grupo, acabamo en China crown cenando, y fue agradable la velada.

Nuestro sushi favorito en madrid! Espectacular siempre! Un lugar donde seguro comerás divino y con una excelente atención! 1000% recomendado.

Hicimos un pedido por delivery a las 21.35 h, pasado hora y media, a las 23 h, sin tener respuesta, llamamos, nos dijeron que el pedido estaba anulado. Alucinante puesto que el cargo de 78€ bien estaba hecho a la cuenta. Así se lo explicamos al chico, que nos dijo que nos lo enviaban y el lunes hablaríamos del pago, como si nosotros estuviéramos mintiendo porque le aparecía como cancelado. A las 00.30 h, volvemos a llamar porque no llega nada y nos dice que se lo han dado al repartidor hace 30’, llaman al repartidor y nos dice que ha estado llamando al telefonillo y no abríamos. ALUCINANTE de nuevo, bajo al telefonillo a ver si no funciona y suena perfectamente. Me parece una tomadura de pelo lo que nos han hecho, y espero que tengamos devolución de nuestro dinero, porque sino denuncia a consumo por estafa que se les va a caer. Y ya no solo por lo que pasó, sino por el trato recibido, hablándonos mal y sin dejar explicarnos, VERGONZOSO.

La comida a domicilio de Fuku tiene la misma calidad que la servida en el restaurante.
Reciben los pedidos a través de una plataforma “on line” de muy buena funcionalidad y los entregan en plazo breve.

Muy decepcionada. Hace dos noches hice un pedido online para delivery. Pasada hora y media decido llamar ya que no me lo habían entregado. Mi sorpresa fue que aseguraban que el pedido lo había cancelado. Estaba cobrado en banco y con email de confirmación. Aún así, después de la tardanza, decido aceptar que me lo hagan y me lo manden. Después de otra hora y media de espera llamo y me dicen que el repartidor había salido hacia media hora. No logran contactar con el repartidor que finalmente vuelve al restaurante sin hacer entrega del pedido asegurando que no le habíamos contestado al llamar a la puerta. En ningún momento salimos de casa. Nadie nos llamó para comunicar que “había una incidencia”. La persona que nos atendió por teléfono en ningún momento se disculpó tratándome muy mal y de una manera chulesca “bueno, que si quiere el pedido o no, que hay aquí otro repartidor”. Eran las 12: 50 de la noche, obviamente ya no lo quisimos. Demasiada paciencia tuvimos. Aún no nos han devuelto el dinero.

Ambiente tranquilo, camareros estupendos, sushi exquisito. La única pega que le pongo es que he pedido ensalada Edo y estaba muy salada para mi gusto (por lo demás buenísima).
Si vais, cuidado con el precio porque NO INCLUYE IVA. Lo ponen al final de la cuenta. No altera mucho el precio (un par de euros), pero está bien saberlo

Teníamos un bono de una cena para dos y nos decantamos por este restaurante. Todo un acierto! El servicio impecable y la comida buenísima. Muy alta calidad
Sin duda volveremos

Que buena sorpresa! Nos hemos pedido el menú del día y la verdad que por 15€ sales muy bien. Todo está bueno (los roles sobresaliente, habrá que probar los que están fuera de menú) y la panacota muy buena. El servicio rápido y muy atento.

“Japo-chino” de toda la vida, con ínfulas por estar en Serrano. Servicio amable pero despistado por tanto pedido a domicilio en estos tiempos de Covid.
Comida correcta sin más. Arroz en niguiris fuera de punto; pez mantequilla y atún, correosos. Lo mejor, las gambas de roca, copia barata (aunque no tanto) del plato de Sushi 99.
Tanto el servicio (no te dicen lo que te traen a la mesa), como la carta (estructurada como un restaurante chino, fotos incluidas), son más “asiáticos” que japoneses. Decir que es “uno de los mejores japoneses de Madrid”, cómo he leido por aquí, es no haber pisado un restaurante japonés jamás.
Me fui con la sensación de haber pagado de más por lo que comí y cómo me lo sirvieron. Es demasiado caro para el segmento al que pertenece (hay muchos chino-japoneses más “honestos” y baratos), y no llega por mucho al segmento al que quiere aspirar.
Correcto sin más.

El sitio no está mal y la comida tampoco aunque quizás íbamos con las expectativas demasiado altas.
Nos llamó la atención el servicio, falta de coordinación y una camarera rubia que iba demasiado acelerada para un restaurante de este tipo. Nos quitó los platos sin cuidado de que no cayeran los cubiertos, a la mesa de al lado prácticamente le lanzó los platos y a otra mesa les quería traer el postre cuando les quedaba la mitad del menú

Restaurante japonés de calidad exquisita. Nos encantó la primera vez que fuimos pero esta vez, hemos tomado el menú ejecutivo de 15 euros por comensal y, cantidades generosas y la misma calidad extrema.muy muy recomendable

Desde principio a fin, todas las expectativas cumplidas. Hemos ido con una de estas cajas de Cena Exquisita Madrid, y no pude quedar más contenta. Comenzando por la atención, camareros y responsable de sala muy amables, considerados y profesionales. Asistí con una persona con movilidad reducida y prestaron su ayuda en todo momento, somos abstemias y sin poner pegas nos dejaron modificar la bebida del menú establecido, los tiempos de espera entre platos eran mínimos, pero siempre dejando los espacios oportunos para poder disfrutar de los mismos sin ninguna prisa. La comida, oh, la comida. Para ser honestas, sentimos que podríamos quedar insatisfechas por las raciones por reseñas que habíamos leído con anterioridad (nada más lejos de la realidad), pero no fue necesario pedir nada más de la carta, aunque ganas no nos faltaron. El rollito de langostino y el tartar fueron los que nos robaron el aliento, pero en general todos los productos estaban perfectamente atemperados, frescos y deliciosos. La magia del postre fue descubrir que la panna cotta casera del fuku es sublime, y el helado de mango hasta daba la sensación de sentir la fibra de la fruta en cada cucharada. Para culminar, como era nuestro aniversario, había pedido que el postre tuviese algún detalle, pero ellos directamente nos sacaron un trozo de tarta a capas con matcha y una vela (cortesía de la casa) y no hubo cargos adicionales sospechosos, que a veces suele suceder con cajas cómo estás. Volveré hasta para celebrar el nacimiento del próximo bebé del (ex) príncipe Harry, han ganado dos fans incondicionales, felicidades.

Anexo fotos de algunos platillos, aunque lamentablemente mi cámara no les hace ninguna justicia a su presentación.

Este restaurante estaba entre una de las opciones que se ofertan en una de esas típicas cajas regalo. Habíamos oído buenos comentarios del sitio así que nos acercamos a cenar.

El lugar es muy agradable, tranquilo, limpio y elegante. El personal es atento, educado y profesional.

La comida estaba toda buenísima. Si bien algunos de los platos podían ser un poco más grandes, el sabor y la cantidad fueron más que suficientes para que nos fuéramos satisfechos.

Echamos un vistazo a la carta y había muchas cosas que nos quedamos con ganas de probar, así que volveremos.

Muy caro para lo que realmente ofrecen, está muy bueno, pero creo que hay otros más elaborados y por menor precio en Madrid.

Pedido a domicilio directamente con el restaurante. El pedido llegó incompleto. El repartidor me indicó que lo reportara al restaurante y así lo hice.
Me dijeron que si quería lo que faltaba iba a tardar. Al pedir que, entonces, me devolvieran el dinero de la ración que faltaba me dijeron que a lo largo de la semana que viene y al pedir evidencia de que eso iba a ser así, el señor que atendía el teléfono, de muy malas formas, me dijo que tenía mucho trabajo y colgó la llamada.

La vez que lo pedí a través de Macarfi mucho mejor y la ración de arroz frito más grande a menor precio.

Que con la situación actual el trato no sea bueno, no se admite. Nunca más.

Uno de los mejores restaurantes japoneses de Madrid.

Relación calidad precio excelente. Sabe combinar tendencias novedosas de la cocina (tuétano con ventresca de atún macerada) con platos clásicos (temaki de anguila y aguacate o tempura).

Todos los platos con una frescura, calidad y presentación excepcionales. El local, minimalista y bien ambientado.

Los camareros nos atendieron estupendamente y aconsejaron tanto el orden adecuado de comida como lo que mejor se adaptaba a nuestras exigencias.

Sin duda, una opción a tener en cuenta, bien situado y a un precio moderadamente adecuado sabiendo la calidad del producto. Entre semana tienen un menú diario por 15 euros que es más asequible y tiene una calidad excepcional.

Recomiendo encarecidamente que los amantes de la comida japonesa se pasen por Fuku. No les decepcionará.