Ginos, Madrid

1 hora 40 minutos para comer, yo solo, el menú del día. Solo un pobre camarero atendiendo todo el restaurante y a los que vienen a recoger pedidos. Debería darles vergüenza a los responsables del local.

Hemos estado cenando y como siempre el escaso personal es el problema. Ya no quería dejarlo pasar. Esta noche una chica encantadora "hacía milagros" entre atender cada mesa, cobrar y recoger, todo ella sola. Un encargado ausente apenas se dejaba ver. Siempre pasa lo mismo y es una pena, porque la atención no deja de ser buena por su profesionalidad pero no merecen andar así.

La comida como siempre riquísima, pero es una lástima que hay tantísima falta de personal, hemos estado 2 horas y media para cenar, esperando cada plato unos 50 min aproximadamente, solo una camarera para todas las mesas llenas, te daba hasta apuro pedir algo, tenías que levantarte todo el tiempo si querías algo. Una vergüenza la falta de personal y a lo que ha llegado un sitio en el que siempre se había estado muy bien!

He ido en varias ocasiones con familia y amigos a cenar. El trato excelente por parte de los camareros. Muy buen servicio y atención. Buenos productos. Totalmente recomendable.

La espera para comer es infinita, no es posible que hayan tan pocos meseros
No volveré más

Ahora se está mucho mejor, no hay tanta afluencia de público y te atienden antes!
La comida muy buena.

Mi familia y yo solemos ir con frecuencia a este ginos, ya que nos gusta mucho la amabilidad, la profesionalidad y trato que nos dan sus empleados. Además hacernos sentir super comodos, nos encanta la comida que se ofrece. 100% RECOMENDADO!

Muy buena atención por el personal y la comida ha estado muy bien tanto en sabor como en tiempo

El otro día estuvimos cenando en este restaurante y la verdad que muy bien todo. El trato del encargado (Hugo) fue excelente y la comida exquisita. Nos avisó que iba a haber un poco de retraso porque había una cena de grupo pero aún así hicieron todo lo posible para que la comida saliese lo más pronto posible.
Los platos que recomendare siempre son las patatas con salmón y el pollo caprese, una delicia.
Volveremos siempre que pasemos por el centro.

Fuimos a cenar el otro día y todo buenísimo! La atención de los empleados es lo mejor, están en todo! Repetimos sin duda!

Muy, muy, muy lentos. Estuvimos desde las 14: 00h hasta las 16: 30 para tomar piadine, patatas con salmon y un plato de pasta, que por cierto estaba de lo más insípido, sin gracia ni calidad, los ingredientes no estaban bien ligados y quedaba "deslabazado". No tomamos postre viendo la lentitud del servicio. Una pena que este lugar, tan entrañable en su época, se haya convertido en un sitio tan poco apetecible. Lo siento, pero no volveremos.

Mejor las pastas que las pizzas, pero en general buena relación calidad-precio. Buen detalle el poner botellas grandes de refresco. El último día que fuimos el servicio un poco lento, daba la impresión que no abarcaban la gente que había

Muy amables y atentos. Comida rica y de calidad. Con platos nuevos que van añadiendo a la carta.

Hace un año decidir no volver a este local cuando al reclamar un error en la cuenta (cobro de una cerveza de mas) la contestación del encargado fue, textual "me extraña mucho", con gesto absolutamente chulesco. Hoy por circunstancias que no vienen al caso, hemos vuelto y tengo claro que ha sido la última vez. Hemos tenido que reclamar la carta, puesto que aun estando la sala con menos de la mitad de ocupación, tras servirnos las bebidas, nos han ignorado. Finalmente, hecha la comanda, han traído 3 de los cuatro platos solicitados, el cuarto ha llegado casi media hora después. Pero lo peor de todo es que uno era una ensalada Cesar, y la han presentado con el pollo sin hacer, totalmente rosa por dentro, al indicarles que estaba crudo, lo han retirado, y al traerlo, seguía rosa en su interior. Inaceptable el servicio e inaceptable desde el punto de vista sanitario servir un pollo semicrudo. Tan solo un camarero, se ha acercado a pedir disculpas cuando les he pedido que me trajeran otro plato. Ni el que nos atendía, ni el encargado han hecho acto de presencia, estando a escasos metros de nuestro sitio, han perdido la oportunidad de recuperar a una familia de clientes habituales que perdieron hace un año y que nunca mas volverá. Esta reseña es del local de Alcalá, 200.

Es difícil valorar en una sola escala. A saber: no hay recepción en la entrada (parte derecha, la izquierda es el Vips). Pude andar hasta el piso de arriba sin encontrarme a nadie que me atendiera (1 estrella menos). Cierto es que en la mesa nos atendieron muy bien. La comida buena, pero en un italiano (en teoría, claro), no disponer de leche condensada, ni de ninguna crema de orujo, ni de wisky (café bombón, baileys, y demás), pues no acaba de satisfacernos del todo (otra estrella menos).

La comida está buena (como en cualquier Ginos) pero el servicio no está a la altura de un restaurante de este calibre. Solo 3 camareros para toda la parte de arriba, los platos tardan mucho en llegar y la atención por parte de los camareros es muy lenta.

Casi dos horas para comer. Primero sirven el menú infantil. Cuando por fin llegan con nuestras bebidas los niños ya han acabado.media hora después llega la comida. 25 minutos esperando el postre y otro tanto que nos cobren.
Se ve poca organización. Las chicas trabajando sin parar y los chicos perdidos de un sitio a otro.
El encargado, eso sí, tranquilamente viendo un PowerPoint en una mesa, para intervenir únicamente explicando a los camareros los cuadrantes de trabajo. Mientras la gente esperando.

Tardaron media hora en traer la pizza y una vez en la mesa.estaba fria de llevar 15 min olvidada en la cocina.periodo estival dos personas, para todo un local es VERGONZOSO.

Tomamos 2 menús, a 15.95€ cada uno. No es que por ese precio te esperes caviar, pero sí un poco de cuidado y esmero a la hora de cocinar. La pasta con gulas estaba sosa e insípida, con un ajo cortado en cuatro cachitos y sin freir, sólo pasado por aceite. La salsa de la miniensalada César era de bote y no precisamente de marca conocida alguna y las hojas de lechuga estaban pasadas, con algún toque marrón en algunos tallos. La chocolatada del postre, más de lo mismo, producto envasado, abrir y listo. El tiramisú estaba bueno, aunque era un trocito muy pequeño.imagino que por ser menú. La camarera amable y correcta y el chico que nos atendió a ratos también. Me da rabia porque me he ido con la sensación de que preparan las cosas para salir del paso. He probado otros restaurantes italianos y he comido de menú y no me he ido con esa sensación. Te pueden salir mal algunas cosas, pero no todas. No lo recomendaría.supongo que habrá gente que sí le encuentre la gracia, pero si tienes una mínima idea de cocina, dudo que disfrutes con la comida, al menos la de hoy.
Y el que me diga que es un menú, que pido demasiado, le diré que comer comida de menú no implica que te echen cualquier cosa de cualquier manera al plato y listo.

Me gusta comer allí, porque todo está muy rico rico en serio y lo disfruto. Cuando voy con mí compañía femenina que es muy fan de estos sitios, siempre triunfas, ha quién no le gustan las pizzerías y ella elige también otras cosas que ha mí la verdad a esas horas me encuentro saciado.