Hípica Finca El Paraíso (El Salobral), Colmenar Viejo

Fuimos hacer una ruta a caballo y fue una experiencia inolvidable el trato fue extraordinario por parte de Patri yJavi muy amables y atentos por supuesto q repetiremos

Es un lugar mágico y muy especial para nosotros. Se trata tanto de aprender a montar como de conocer el mundo de caballo, que es todo un mundo. Patricia y Javi son geniales, muy profesionales y serios a la vez que cercanos y simpáticos. Nuestras hijas son felices de estar aprendiendo con ellos, esperan cada clase con gran ilusión y van aprendiendo muchas, muchas cosas. A Patricia la adoran! Gracias chicos, tenéis un lugar privilegiado en nuestra vida y corazón!

Es una hipica estupenda, un trato perfecto y un ambiente muy familiar y profesional. Las clases y las rutas estan genial, con mucha variedad donde elegir.

Es un sitio perfecto para pasar el dia en la naturaleza y con los animales, lo recomiendo.

Maravillosa experiencia el paseo en caballo por la finca. Muy amables y atentos tanto Patricia como Javi. Repetiremos seguro. 100% recomendable!

Día estupendo muy bonito paseo y recomendable con niños los chicos de la finca muy atentos y majisimos repetiremos

Es una experiencia que nunca se olvida; el paisaje, los animales, el trato.apto para niños y no tan niños, principiantes y mas expertos. Te cuidan como si fueras de la familia sin perder nunca la profesionalidad. Es un gran acierto hacer una escapada para hacer una ruta por el campo y admirar sus preciosas vistas. Por supuesto hay que repetir!

Una experiencia fantástica. Reservamos por teléfono 3 días antes del paseo. El lugar se encuentra muy cerca de la ciudad, sin embargo sientes como si estuvieras completamente alejado de ella. El paisaje hermoso, las vistas impresionantes. El personal siempre atento y muy amistoso, todo el tiempo cuidando de ti. El paseo en caballo excelente.duró una hora pero hubiésemos querido más. Te llevan por caminos pavimentados y de tierra por la montaña. Los caballos muy bien entrenados, el mío se quería parar a comer a veces pero con las indicaciones de los profesores sabías como controlar al caballo para que siguiera. El caballo que tenía mi esposo era un poco perezoso pero también con las indicaciones nos enseñaban a como guiar a nuestros caballos. Al final del recorrido descansas, te dan una bebida y puedes ir a ver a todos los demás animales, que todos eran SÚPER amistosos. Había gatos, ocas, cabras, cabritas, cerdos, perros, obvio caballos, pavorreales. Se los recomiendo, una experiencia para volver. Y nos comentaron que están construyendo unas comederas, entonces aún mejor.