La Antigua Churrería, Madrid

Churros y chocolate muy buenos. Se pueden consumir en el local o para llevar. Creo recordar que es posible hacer compra a través de las plataformas tipo delivero.
La única pega que pongo es que el local no es muy amplio, llegando a ser incómodo el poco espacio entre las mesas.
Cuenta con zona de terraza en la calle

Hemos estadom hoy por la tarde, 20/11, el chocolate y las porras muy buenos, las porras recién hechas. Las camareras un tanto desagradables, el chico de la barra en cambio encantador, pendiente de todo y bastante rápido. En cuanto a ellas.se llamaban la atención criticando cosas que hacían los empleados a voz en grito, desde mi punto de vista, bastante desagradables, especialmente la chiquita más joven.

Nada del otro mundo.el chocolate bueno, los churros fríos y la atención muy mala. No te limpian la mesa y te contestan mal.

Churros/porras recalentados en un aceite con más usos que el "3en1", servido con un chocolate escaso. Personal ddsbordado y poco profesional. Un desastre

Trato pésimo. Tras esperar sin q nadie nos atendiera en las mesas nos levantamos a pedir a la barra y nos lo recriminaron de forma repetida por no haber esperado, no sabemos hasta cuando en la mesa. En cuando al chocolate, se nota q esta hecho con agua y no con leche. La camarera nos dijo q no se volviera a repetir en próximas ocasiones. No lo haremos. No volveremos! ‍

No está a la altura de su fama. La atención es bastante mala, al menos por la chica que nos atendió. Además, bastante caro, 3€ por una tacita de chocolate con leche aguado o 4€ por café + mini tostada (media). Las porras si me gustaron.

Últimamente no están dispensado una atención adecuada y rápida, solo destaca la churreria, la bollería industrial no es buena.

Sitio con encanto. Pequeño pero acogedor. Aunque al cabo de un rato se te queda en la nariz el olor a churro

Muy buenos los churros pero la atencion de los camareros bastante mala. Me pusieron un chocolate tibio y discutiendo que no se podía calentar porque se manchaba la máquina. Y luego que si no se podían pedir porras sueltas, que luego me pusieron pero me pareció caro comparando otros sitios similares.

Pésimo servicio. No nos atendieron. Tras insistir numerosas veces, tuvimos que levantarnos a pedirlo en la barra. Los churros estaban buenos, pero tampoco para tirar cohetes.

Las porras y los churros no están nada buenos y fue una decepción para mí porque venía con muy buenos comentarios y expectativas. Si bien es cierto que tienen una amplia variedad de churros, incluso relleno, no están tan ricos como se ven. Fríos, duros como una piedra y nada jugosos. Además, los “supuestamente” rellenos solo lo están en un lado. Los precios carísimos para lo que realmente es luego. Las camareras además tardan mucho en atenderte. Una pena. No lo recomiendo.

Muy bien, 12 churros y 5 porras muy grandes son 6,10€ para llevar, el chocolate para llevar algo caro pero hay que valorar que es casero. Tiene terraza con estufas, ambiente agradable. Staff simpático.

Es una pena, como ha caído en calidad de productos, chocolate aguado, porras malas, y el personal regular. Me encantaba, pero la he visto medio vacía la chocolatería y ahora entiendo el porqué. No creo que vuelva

Tardaron más de 1/2 hora en tomarnos nota con dos mesas del salón ocupadas. Y nos atendieron porque nos levantamos a decir algo al camarero. Un desastre. El croissant muy regular y la taza de chocolate muy pequeña

Fue un lugar tradicional para degustar sus ricos churros y porras acompañadas de un excelente chocolate. Hoy, ya no es igual. Tampoco ha mejorado, más bien a empeorado. La atención muy deficiente y el chocolate nada bueno. Me da pena el tener que dar esta opinión de uno de los lugares con más tradición del barrio de Salamanca. Ojalá se den cuenta a tiempo y pueda retomar lo que está perdiendo.

Hemos entrado con ánimo de tomar algo fresco para combatir los calores del verano al ver helados artesanos y la máquina de granizado. Pues bien, la tarrina de dos sabores (stracciatella y chocolate con brownie invisible) no llega al aprobado. Cremoso, pero mucha nata y poca intensidad de sabor. El brownie y el chocolate de la stracciatella debían estar ya de vacaciones. Por otro lado, granizado de limón con horchata. Nos ha dado un poquito de bajón al ver cómo abría la horchata de tetrabrick, pero ya era tarde para salir corriendo. Al paladar, casi agradecidos de que fuera horchata industrial, porque el granizado de limón era para repetir curso. No puedo opinar de los churros o el chocolate porque no hacía día para ello, pero la impresión general, basada en lo probado y en lo visto sobre los mostradores (bizcochos en trozos sueltos) ha sido que necesita mejorar bastante. Sirvan estas palabras como crítica constructiva.

Muchos de los sitios compensan ir por las personas que atienden. En este caso la camarera Carola merece un 10, por su simpatía y profesionalidad algo que hoy en día escasea! Que no cambie.

Preguntamos si tenían horchata casera, nos dijeron que si, acto seguido nos sirven de un brick de supermercado.

De toda la vida. Gran variedad de churros y porras y chocolates. Para desayunar y merendar como siempre.

Cafetería especializada en chocolate con churros donde también se pueden tomar helados, batidos y distintos tipos de café. Tiene mucho espacio para sentarse y tomar algo tranquilamente. Por lo general, los precios de los productos se incrementan en veinte céntimos si los tomas en mesa en lugar de en la barra.