La Cabaña de Soto, Soto del Real

Cenar en La Cabaña fue una experiencia completamente buena en todos los sentidos. Nada más entrar, empezaron mis comentarios de agrado, viendo las bonitas luces que hay en el jardín y como se aprecia el restaurante desde la entrada, me encantó su disposición ya que solo de pasar por la puerta entran ganas de entrar a comer. Una vez nos sentamos en una acogedora mesa reservada para dos, todo el personal que nos atendió fue encantador. Me sentí muy bien servida, muy majos todos, pendiente de que el cliente se encuentre a gusto en cada momento. Pasando a la experiencia gastronómica, superó mis expectativas. Todo me encantó, pero resaltaría un entrante de alcachofas con jamón y el plato principal, un chuletón acompañado de patatas fritas y pimientos verdes. Sabor y punto perfecto de la carne, la mejor que he probado. Mi experiencia fue de 10, ya que el conjunto del entorno, la compañía, el buen personal y la rica comida, solo te hace querer repetir. Por ello, salí pensando en cuando voy a volver, porque merece muchísimo la pena!:)

El mejor restaurante de Soto sin duda. La comida muy rica, el servicio fantástico y el lugar agradable. La única sugerencia de mejora sería que ofreciesen cambiar los platos cuando se pide todo para compartir al centro de l mesa. Repetiremos!

Ayer fuimos mi marido y yo a cenar y nos quedamos sorprendidos por todo en general, el ambiente y sobre todo la comida, genero de grandísima calidad y preparación óptima. Volveremos! Hemos pedido de postre un tatin de manzana buenísimo

El sitio es agradable y acogedor, la comida rica aunque es algo caro. Lo peor es el encargado, muy antipatico y como de sobrado, que parece que te está haciendo un favor. No tengo claro si volveremos.

Fuimos a comer sin reserva. Lo bueno es que habían mesas disponibles y nos pudieron atender sin problema. Pero, si recomendamos reservar. Desde los aperitivos hasta el postre, todo estuvo muy rico, las porciones bien resueltas, con buen sabor. Considerando otros restaurantes de la zona, los precios son más elevados aunque al final disfrutamos de una linda velada.

Hoy hemos estado comiendo en la Cabaña. La comida bastante buena. Las croquetas muy ricas, el lomo de vaca buen sabor, pero no estaba tierno. El arroz muy rico también. Los postres muy ricos. La temperatura del local era agradable y el trato de camareros normal. En general todo muy bueno, pero la calidad-precio un poco desequilibrada (caro). Lo que menos me ha gustado el trato del metre/encargado, muy soberbio y poco cercano. Desde luego, no recomendaré este restaurante en el futuro.

Una vez más hemos vuelto a la Cabaña para disfrutar.
A pesar de no estar Gonzalo hemos sido atendidos excelentemente por Nieves con su encantadora sonrisa aderezando un trato tan profesional como cordial.
Por lo demás, como siempre. El mejor ambiente de la sierra. Producto, cocina, servicio. Comi el tataki de atún que estaba extraordinario. Pero se tiene que animar a meter algún postre nuevo para los que vamos con frecuencia. Seguiremos fieles. Enhorabuena.

Es un restaurante donde se comía espectacular hace años pero se ha quedado en el pasado ahora se come bien y ya pero los precios siguen en el nivel espectacular, hoy hemos comido con calor pues no han puesto el aire y además me he encontrado un plástico en el solomillo y se lo he dicho al dueño y solo me ha dicho q lo sentía. No se puede cobrar 55€ por persona por comer y q te pongan plásticos. Si has puesto un plástico pues un error humano lo tiene cualquiera no cobres el total como si nada haz un descuento mínimo o compensa al cliente de otra manera. Ha bajado su calidad q no el precio. Pese a todo esto se sigue comiendo bien.

Un lugar estupendo de comida y amabilidad.
Platos fuera de carta que están espectaculares. No es barato pero la experiencia es muy buena

Buena opción para comer en la Sierra de Madrid. La calidad de la carne, sublime.

Por ponerle una pega, el servicio un poco lento y precios altos. 2 euros por servicio de pan y mesa por comensal. Bebidas más bien caras.

Lo mejor, el pan. Estaba buenísimo.

Ambiente tranquilo, tómate una cerveza en su terraza al solecito y disfruta de su menú degustación.

No somos gourmets. Nos consideramos bien servidos. Platos muy bien preparados y presentados al detalle. Excelente. No se entiende el astronómico precio del pan o que no ofrezcan gratis la excelente agua corriente de la zona servida fresca y en jarra, ello puede llevar a dar la sensación que se busca hacer dinero rápido o que es puro snobismo. El amor de que hace gala la carta deben percibirlo los clientes tanto en su paladar y como en su bolsillo.

Espectacular.hace años que vamos por ahí pero no había probado los callos. IMPRESIONANTE no comido otros igual

De los mejores sitios que he conocido, desde su atención hasta su elaboración y calidad, merece la pena sin duda.

Hemos estado comiendo en una comunión y ha sido espectacular. Casi todo lo que había en el menú era para celíacos, y lo que no podía (un entrante y el postre) lo han cambiado por otra cosa igual de riquísima. También había pan sin gluten. La comida estaba deliciosa y el servicio súper agradable, los camareros Amin y Daniel han sido muy acogedores y atentos. Recomendado 100%, tanto por la calidad como por el trato. ¡Volveremos seguro!

Desde que entras hasta que sales, el paladar se vuelve loco. Im pre sio nan te.
Estoy deseando volver

La comida es, estupenda, y los callos en particular, no se los pierdan son una maravilla, pero en general la comida extraordinaria.

Celebramos una pequeña comunión con solo 14 comensales, 4 de ellos niños, y solo puedo decir excelente en todo. La comida, el servicio y trato, el local, el ritmo, todo excelente. Como guinda nos visitó un mago muy divertido con el que soltamos unas risas y nos generó aún mejor ambiente, gentileza de la casa. Volveremos sin duda y esa es la palabra que mejor define la experiencia al completo: EXCELENTE

Excelente, inmejorable en todos los sentidos. He celebrado la comunión de mi hija este fin de semana y ha sido todo un éxito. La comida exquisita como siempre, pero en esta ocasión, por encima de las expectativas, dado que en celebraciones se suele bajar el nivel al tener muchos comensales, en este caso, en absoluto. El servicio fue impecable y Gonzalo y Nieves tan amable y pendientes de todo y de todos durante toda la celebración.
Gracias a todo el equipo de la Cabaña de Soto porque los pequeños detalles son los que marcan la diferencia para conseguir la excelencia.