La Cueva, San Lorenzo de El Escorial

El edificio es muy curioso y antiguo. Cenamos de tapas y el camarero muy majo y atento. Las croquetas no nos gustaron y nos pareció caro

Inmejorable experiencia.
La comida casera y buenísima (pedimos croquetas sin gluten, solomillo de vaca, revuelto de morcilla y alcachofas).
El trato de los camareros inmejorable. Tienen pan sin gluten y croquetas. El resto de platos tienen los alérgenos señalados pero cuidan cada detalle y aseguran que no haya contaminación cruzada (el hijo del dueño es celíaco y están muy familiarizados).
Todos los postres son caseros a excepción de la tarta Sacher y tienen buenísima pinta. El edificio es muy antiguo y bonito y está a 1 minuto del monasterio del Escorial.
Volveremos sin duda!

Personal encantador, cocido muy bueno y el edificio es una pasada, ah muy muy cerca de El Escorial, lo recomiendo

Espacio espectacular con sabor castellano, entrar en el edificio, es como entrar en el Siglo de Oro, aunque el edificio sea del siglo XVIII, con algún desconchón que otro en la pintura, eso sí.
Comida castellana tradicional bien hecha.
No le pongo 5 estrellas, por varias cosas.

1- Cobran el pan, a un precio de un chuletón de unos 26 € que en la factura final se aprecie 1,35 por el pan, por persona, no da buena imagen.

2- El Atascaburras que tienen, es una suerte de alioli, ni patata, ni bacalao. Mejor que cambien el nombre del plato. UNA DECEPCIÓN

3- Pagamos y nos nos trajeron la vuelta, íbamos a dejarla, en cualquier caso, como propina, pero eso lo decide el cliente.

El personal, unos muy simpáticos, otro más serios.

Magnífico lugar para comer. Producto de calidad con un servicio esmerado, además de ser un edificio con historia digno de ser visitado.

Tardaron mucho en traer la comida. Marian estuvo super atenta cuando las chuletas de mi hija no estaban a la altura. Nos las cambió y fenomenal. Exceptuando que tardaron mucho en traer la comida (más de 40 minutos) y las chuletas gracias a Marian y su atención estuvo bien. Por lo demás, todo muy rico

Muy buena atención, la comida muy buena. El precio del menú del día es alto en comparación con lo normal pero merece mucho la pena

Su entrada principal produce cierto misterio, una vez pasas la puerta la cual suena como película de misterio encuentras un espacio interior de cuatro pisos super antiguo que te hace pensar que fue la casa de una persona muy rica del año 1600, hay mesas hacia arriba y hacia abajo hay una taberna, me sentí transportado al año 1600, comimos una morcilla y un par de copas, lugar muy interesante.muy agradable, muy distinto.

Un clásico de El Escorial, el edificio histórico que albergaba la antigua Posada de las Ánimas.
La comida es excelente y casera.
El personal amable y atento. Precio calidad adecuado.

Fueron muy amables. Llegamos a comer pronto y estaba todo reservado, nos buscaron una mesa con condición de tiempo y nos fueron sirviendo sin agobio ninguno. Todos los platos ricos, quizás un poco faltos de sal pero en estos tiempos parece normal.
Tiempo antes de acabar nos dijeron que ya tranquilos, que comiéramos sin prisa que estaba arreglado.
Unos precios ajustados a lo que tienes.
Habrá que volver

Hoy no acercamos a cenar con el grupo de moteros de silverwingalados y la verdad es que es un acierto pleno tanto con el trato recibido como por la calidad de sus platos y de sus gentes, hemos pasado una noche genial, gracias y recomendado queda si quieres comer o cenar muy rico.

Precio por persona 40€, excesivo para la calidad de estos platos, de entrantes escogimos unas croquetas y no fue buena opción muy grasientas, como si estuviesen re fritas, y un revuelto de morcilla no estaba malo pero para el precio que tiene te esperas algo más, de segundo escogimos un plato cada uno al Cordero le faltaba un poco para que estuviese bien asado. La presentacion del PAN al sentarnos a la mesa estaba perfecta un PAN cortado en 4 cachos perfectos (uno para cada uno), la sorpresa fue cuándo repetimos de PAN y vino poco más de 3/4 de PAN tambien en 4 cachos cortados mas pequeños y de tamaños muy irregulares. También pedimos una jarra de agua y al detectar un sabor extraño en ella unos percatamos de que las pareces del Interior de la jarra estaban llenas de restos de vino, El sitio estaba chulo y curioso ya que el edificó tenía pinta de ser exclusivo del restaurante, pero el precio para la calidad que ofrecían era caro.

Un lugar único con encanto muy castizo, decoración antigua auténtica y hasta la iluminación y los olores te llevan a otra época.
Parece un museo en el mejor de los sentidos.

El servicio inmejorable y muy amable, además ellos están muy conscientes y orgullosos de la magia del lugar y hasta te pueden hacer una pequeña visita guiada con las anécdotas históricas muy curiosas.

La comida tradicional correcta pero sus solomillos (tienen varias opciones) deliciosos!

Siempre llevo ahí a los que vienen de visita - un valor seguro!

Comida de mala calidad.
Las croquetas variadas, nos pusieron una clase en mal estado.
La solomillo a la pimienta, la salsa la presentan en una cazuela aparte, siendo una salsa mediocre, dejando por los suelos el sabor de un buen solomillo a la pimienta.
Muy mala atención, fuimos 3 personas, dos de ellas con discapacidad y una de ellas visual, fue muy malo en trato y la empatía por parte de la camarera.
Ni siquiera preguntaron el porque dejábamos las croquetas escupidas en el plato y porque quedaba el entrecot casi entero, tampoco preguntaron si queríamos postre ni nada.
Muy mala atención al despedirnos
Por este precio, hay sitios mucho mejores y más recomendables

La comida es decente, nada del otro mundo, he oídos muy buenas críticas y espero que el bajón de calidad sea por el virus y se vuelva a la normalidad.

Una Carme de la sierra exquisita y las verduras a la plancha también. Muy buena atención para sentarnos donde nos apetecía. Edificio de postas del siglo XIX digno de visitar. Enhorabuena a todo el equipo!

Fuimos al Escorial a pasar el día y reservamos allí para comer. Lugar de comida tradicional y bastante concurrido. Pedimos Atascaburras de entrante (NO recomnedable ya que parece una mayonesa con huevo picado por encima) y Revuelto de morcilla (éste si recomendable, buenisimo). Luego cada uno un plato. Yo pedi Callos (pasables) y mi chica Huevos con Matanza (simple pero contundente). Quedamos bien llenos eso sí. De precio no está mal teniendo en cuenta que El Escorial tiene un sobreprecio por ser turísitico. La atención fue buena. En general, el lugar tiene sus cosas buenas y sus cosas malas.

Experiencia extraordinaria gracias al buen hacer de José Luis y su magnífico equipo. Calidad superior en su platos. Elaborados y tratados con profesionalidad. Un staff de servicio atento. Y todo ello en un entorno histórico de una casona del siglo XVII. Con unos precios que invitan a probar todos los platos y postres (todos caseros) y repetir en cada ocasión que vuelva San Lorenzo del Escorial. Casa de comidas magnífica tanto en el restaurante como en la terraza y la taberna. Un lujo, un placer

Buena atención, sitio muy bonito por su acabado histórico, comida espectacular y de un buen tamaño precio medio alto.
Recomendable sin duda.

El espacio agradable, los camareros muy correctos pero la comida no tanto. Los callos muy insípidos y los pimientos rellenos, para llorar.
El precio, caro.