La Fontanilla, Madrid
Direccion | Pl. de Prta Cerrada, 13, Madrid |
Telefono | +34 913 65 22 91 |
Horas | 13:00-02:30 |
Sitio web | www.lafontanillamadrid.com |
Categories | Pub irlandés |
Clasificacion | 2.9 26 opiniones |
Empresas similares cercanas Dubliners — C. de Espoz y Mina, 7, Madrid The Red Mills — C. de Bolívar, 26, Madrid Collin's Irish Tavern — C. de Sagasta, 26, Madrid Beer Station — Cuesta de Sto. Domingo, 22, Madrid |
La Fontanilla opiniones
26Buena variedad de cervezas importadas y un ambiente sencillo. El espacio es algo reducido pero tiene precios buenos.
El lugar sucio y desagradable, la atención del empleado o dueño fue asquerosa. No lo recomiendo, hay miles de lugares donde poder ir a tomarse algo.
Aún pequeño, considerablemente mi pub favorito de Madrid. Perfecto para tomarte unas pintas para antes y después de la cena. Y siempre que sea necesario.
Volvería a repetir.
6'5€ la Guinness
Un pequeño pub irlades con ambiente y pocas mesitas. Tienen las escenciales cervezas como Guiness etc. No tienen nada de comida.
Es divertido ir a un bar así, donde el barman no tiene ningún interés en hacer
Los clientes se sienten bienvenidos, y mucho menos incluso atenderlos, no hay tiempo para eso.
El viernes pasado me pasé por la tarde por este local para tomarme una pinta y no vuelvo por las siguientes razones:
En primer lugar el camarero / dueño que es un tipo calvo con barba es el tipo más desagradable que alguien puede encontrar en el sector de la hostelería. Aparte de que no te dirige la palabra ni para saludar, te desatiende para irse a hablar con los colegas que estaban en la barra. Las cervezas ya estaban tiradas y durante 5 minutos (de reloj, contado) esperando a que se dignase a servirlas en barra. Igual estaba esperando a que saltase la barra y las cogiese yo.
En segundo lugar las cervezas estaban muy mal tiradas. Pagas 13 euros (sí, 13 euros) por dos pintas que eran todo espuma.
En tercer y último lugar, el local parece interesante por fuera pero por dentro es terrible. Las mesas pegajosas (vamos, que no han limpiado ese pub desde la época mesozoica), los parroquianos que parecían ser habituales estaban puestos hasta las cejas, gritando como si no hubiese un mañana sobre política extremista e incomodando a las clientas (mujeres, por supuesto, pues son babosos de manual) y buscando la confrontación verbal con el resto de clientes por la mínima para jugarse un bofetón.
En fin, para olvidar y pasar de largo. Estoy seguro de que habrá miles de mejores opciones por la zona.
Estaba buscando un ambiente familiar similar a un pub, fue recibido por un tipo calvo gruñón con barba que nos ignoró durante la mayor parte de los 10 minutos para hablar con su amigo. Cuando le pedimos una bebida, llamó su atención, puso los ojos en blanco y nos sirvió a regañadientes. Brusco. ¡Sin ambiente, ABSOLUTO INSULTO para ser llamado un bar irlandés! ¡Mantente alejado!
Ya tarde buscábamos un bar para tomar la última y debido a que todos los bares estaban cerrados, al preguntar para tomar algo, la respuesta hostil de los trabajadores y locales fue “no veís que estamos bebiendo? ” De Irish nada, de respeto nada, es un sitio de empleados y gente que lo frecuenta, hacerme caso, poco creo que valga la pena ni ver el sitio por fuera. Hay mil sitios en esta gran ciudad. Pasar del mal rato!
Un sitio espectacular, en el centro de Madrid, donde puedes tomarte una cerveza o un vermut junto a un ventanal magnífico.
Típico pub irlandés. Pero el local es muy pequeño. Los aseos están en el sótano, por lo cual no están habilitados para gente con discapacidad. No tiene terraza en la calle. Trato al cliente regulero.
Uno de los locales más clásicos del casco viejo de Madrid. Si te gusta un lucsl acogedor, un ambiente desenfadado y muy versado en cervezas. Éste es tu sitio.
Una auténtica vergüenza, entramos por parecer un sitio clásico de Madrid y deberíamos haber salido corriendo.
No sólo por los abusivos precios, gente haciéndose rallas de C.en la mesa, hablando a los que entraban con total naturalidad de ellos, al no tener música escuchando improperios constantemente y la señora cabarets son decir nada. Un ambiente de gente horroroso. BAR DEL HORROR
Definitivamente es cierto que las esencias buenas vienen en tarros pequeños, y en esta pequeña taberna irlandesa se cumple en totalidad. Bueno, bonito y barato, lugar imprescindie para tomarse una buenas pintas antes de empezar a recorrer Madrid o bien como punto de avituallamiento para continuar. Recomendable 100% para los amantes de la cerveza y para quienes les gusta encontrar sitios con encanto porque si. El personal es acorde con el sitio, muy amable y atento. Asi que no se lo penseis y pasaros por allí.
Intentamos pedir una cerveza y tras mirar la carta e intentar preguntar, al ver que ni nos miraba, le hemos llamado "camarero" y muy ofendido le ha dicho a sus clientes (el resto, sus clientes habituales, por sus formas) que éramos unos niñatos y él no llamaba autobusero al conductor del autobús.
Le quiero decir al dueño o responsable que si que le llamen camarero, le molesta, que sepa que es camarero al igual que el autobusero, es conductor del autobús. Salvo que acredite lo contrario, no deja de de ser camarero y le diría que a mucha honra, de parte de uno que lo ha sido.
Las copas con un precio desorbitado y un alcohol muy malo. La atención del camarero bastante mala, fue maleducado.
En este lugar es complicado encontrar la cerveza que ofrecen en la carta, la camarera es muy graciosa con sus bromas pero el trato no es amable. Es un bar muy frecuentado por fachas que gritan sus opiniones políticas sin vergüenza alguna, lo que empobrece mucho el ambiente del local. No me gusta escuchar tantos comentarios racistas y xenófobos en un sitio público como es la fontanilla
El trato muy justito, la cerveza y el ambiente guays, aun que pondría más variedades. Los aperitivos cuatro frutos secos y poco más.
Aún pequeño, considerablemente mi pub favorito de Madrid. Perfecto para tomarte unas pintas para antes y después de la cena. Y siempre que sea necesario.
Siempre repito
Ni una estrella se merece, nos trato mal de primeras sin explicación alguna. No llegamos ni a pedir. No volveremos