La Parrilla de Salamanca - Restaurante Barrio de Salamanca, Madrid

Un lugar especial, acogedor, cómodo y la atención súper, la comida deliciosa, las berenjenas no pueden dejar de probarla, lo único mal, que no es culpa de ellos, es el aparcar, es una misión imposible, pero claro, por la zona. Del resto vayan con mucho gusto

Hemos comido varias veces, pero esta ultima vez, 25 de diciembre, llegamos con una mesa reservada y nos asignan una mesa alta. Como era una comida familiar, mi abuela de 85 años no podia subirse a una silla alta de la mesa que nos habían asignado. Cero empatía, cero intento de modificar la mesa por otra mesa baja de mismos comensales que habia vacía. Intentamos subirla a la silla alta, nadie nos ayudo, además se reían, muy poca falta de empatía con alguien mayor en un dia de navidad. Al final nos fuimos, y ni nos pidieron disculpas. Un trato no solo inhumano, si no digno de no repetir en nuestras vidas. Por supuesto mi abuela salio llorando del restaurante.

Ayer visite y el sitio es muy lindo, el servicio muy bueno. Pedí unos pimientos al carbón que estaban muy buenos, una hamburguesa espectacular, con la carne en su punto, la ensaladilla rusa, super recomendable. Sin duda volvería al sitió. Muy rico y muy buen ambiente

El servicio de Eduardo ha sido impecable, como estuviera en casa y era la primera vez que iba.
El chuletón se deshacía en la boca y ese sabor a carbón… ufff mmmmm volveré pronto. Gracias

El restaurante es un acierto, un sitio para repetir. El arroz jazmín muy rico, las berenjenas igual. La presa de vaca estaba perfecta. El servicio muy bueno, a pesar de que es un poco lento vale la pena!

Tuve una experiencia terrible, la entradas tardaron más de 1 hora en llegar, cuando llego eran las porciones incorrectas, la comida estaba congelada, el tartar de atún estaba congelado, después de una hora de que no llegaba llegó congelado, ambas porciones y una no llegaba, luego se llevaron los platos del atún, y regresaron los mismo platos con el atún caliente. Una verdadera grosería. Luego los platos fuertes, llegaron todos a destiempo. Todos tuvimos que comer en momentos diferentes, cuando la idea de ir a cenar en cenar todos juntos. No recomiendo este lugar en lo absoluto. La comida no es fresca, y no es nada del otro mundo, mejor cocine en casa.

Desde el servicio hasta la calidad de la comida excelente. Felicitaciones!
Dinámico, atento. La encargada súper atenta y amable. Regresaremos.

Nos trataron fenomenal, comimos de 10 y el sitio muy tranquilo y acogedor. Por destacar, el chuletón y la tarta de queso muy muy buenos. Repetiremos

No puedo valorar nada ni comida ni servicio, lo que si puedo decir que la atencion al cliente es malisima ya que despues de realizar una reserva en su pagina web, no se recibe ningun tipo de correo ni de lista de espera, ni de confirmacion. Por si acaso, realizo llamada telefonica y me dicen que no tengo ni reserva ni tienen mesa, me parecen unos imprensentables.
No se lo recomiendo a nadie, al reves.

Me encanta ir a comer allí, todo es agradable: la terraza en una calle estrecha con poco tráfico, la decoración en el interior, la atención del personal, la calidad de la comida y siempre que he ido con amigos han salido contentos. Además tengo intolerancias alimentarias y siempre me informan bien de lo que puedo o no comer y son flexibles para adaptar los platos. Es un lugar altamente recomendable.

Parrilla moderna

@parrilladesalamanca ofrece productos de calidad cocinados al carbón en pleno barrio de Salamanca

Probamos:

- Alcachofas de temporada con jamón ibérico. MUY TIERNAS 14€

- Berenjenas a la brasa con alioli ligero de leche de oveja. UNA AUTÉNTICA DELICIA 6€ (medía ración)

- Huevos con foie al carbón. MARAVILLOSOS 16€

- Pollo de corral con aguacate y pico de gallo. NOS SORPRENDIÓ MUCHO, PRUÉBALO 23€

- Presa de buey. BRUTAL, IMPRESCINDIBLE 23€

- Tarta de queso gluten free. MUY CREMOSA 7,80€

: 38€/persona aprox.

Destacable:
- Sabor increíble de la parrilla en cada plato.

Ubicación:
- C/ Padilla, 56

El lugar tiene mucho encanto, la música de fondo genial, de hecho tienen un cartel a la entrada con la frase “come on baby light my fire”, así que ideal para los amantes de los clásicos del rock.
Y por supuesto, la comida excelente, raciones muy completas y las camareras nos han atendido de forma muy atenta.
Nos han regalado una tapa de entrada y el limoncelo de postre.
Somos de Barcelona pero si volvemos a Madrid repetiremos!

Hemos disfrutado muchísimos. La comida es espectacular, unos sabores cuidados y sorprendentes.
El sitio es una preciosidad, cuidado al detalle. Volveremos siempre que pasemos por Madrid.

Reservé una mesa para 3 comensales, en el interior, un sábado. El local es un poco más pequeño de lo que pensaba, pero es acogedor. La comida es excelente. El servicio es excelente.
La única pega que podría poner es que ni el café ni el postre se corresponden con el resto, pero por lo demás muy recomendable.

Lo mejor los postres.
La carne en mi opinión sobrevalorada quizá un 7 sobre 10.
La chistorra cara, los huevos con foie, ricos.
Quizá no está preparado el local para recibir un grupo muy numeroso.
La mesa era estrecha y encajada, para 16 personas, las mesas de distintos tamaños desiguales.
Pedimos que repartieran las raciones en 2 platos porque las mesas era muy larga y estrecha y no nos hicieron caso, cosa que me disgustó.
45 euros por comensal, es lo que hay.

Local cuidado y buena atención. La materia prima muy buena y se nota la buena brasa. Las mollejas son simplemente espectaculares!

3,8* (~45€)
Sin nada que sorprenda especialmente, los entrantes estuvieron correctos (el pulpo quizá un poco duro), el chuletón diré que muy bueno, y la tarta de queso rica.
Si te ha resultado útil, dame un

Ha sido todo delicioso! La carne, los puerros, la chistorra, los postres… cada cosa fue muy buena en porción y sabor. Muy buen servicio, regresaremos pronto!

Very good food and good service. The steak was delicious and cooked perfect. Just a bit out of the way with small spaces.

Muy satisfecho. Probamos varias de sus carnes y eran de un sabor y calidad exquisitos. El precio es alto, pero hay que reconocer que es bueno.