La Parrilla el Embarcadero

La comida relación calidad precio, es cara, lo mejor la tarta de queso, muy buena, lo demás no vale mucho, la atención lenta.

La camarera fue de lo más desagradable. Era una chica bajita, morena y con el pelo rizado. No sabe trabajar bajo estrés, te habla con mala educación y con aires de superioridad. Te quita las ganas de sentarte en ese sitio y eso que soy clienta habitual.

Pongo 5 estrellas por Luis, el camarero del año.
Tardaron una vida por atendernos. Nos íbamos a ir, pero de repente llegó Luis, y nos trató tan bien que estamos pensando ya en volver.
Viva Luis!

Es un lugar bonito donde comer o tomar una cerveza viendo el embarcadero de la casa de campo

Si el lugar es maravilloso, con vistas al lago, más lo es su atento personal; y los platos, deliciosos, desde entrantes a postres, carnes y pescados de locura. Gracias por todo. Sois de diez.

Buenas vistas pero creo que se pagan de sobra con la cuenta. La comida no estaba mal, aunque uno de los solomillos tuvimos que devolverlo porque no estaba al punto que habíamos pedido. La chica que nos atendió era muy maja, sin embargo había otro chico que se molestó porque pedimos primero los entrantes mientras ibamos pensando en los segundos. Quitando eso y los precios que a mí parecer son algo altos el sitio está bien. Tenéis que probar los bocaditos de bacalao.

Lo mejor, la ubicación. En cuanto a los precios los veo altos en relación con una calidad muy normal. El servicio amable y activo, aunque les sobrepasa la gran cantidad de comensales. Al menos cuando fuí yo.

La comida no está mal aunque tampoco nada del otro mundo Lo peor para mí es que hay muchísimas mesas, bastante cercas entre sí. Después de dar un paseo alrededor del lago vi otras terrazas con las mesas bastante más separadas.

Aspectos negativos, calamares chiclosos y no muy bueno, caos en cocina, patatas fritas con sabor un poco extraño como a pescado. Pero el peor de todos el olor a algún tipo de combustible que probablemente usan para encender las bbq como a queroseno.
Aspectos positivos, camareros a pesar del caos atentos y rápidos. Sitios muy bonito con vistas al lago y calidad precio teniendo en cuenta sitio bien.

Lo mejor es el lugar con vistas al Lago. La comida no es nada del otro mundo. Menu diario que se deja comer

La comida de muy buena calidad y el servicio del camarero muy bueno nosotros éramos una mesa de 9 y la situación muy mala reservamos con días de antelación y la mesa que nos dieron estaba al lado de la carretera y de un paso de gente y con mucho sol la verdad muy incómodo sobre todo viendo que había mesas libres y que no se ocuparon más cómodas por lo demás bien pero no se si repitere por el tema de la mesa. Se lo dijimos al camarero y su respuesta fue que arriba donde estábamos era más tranquilo la verdad no me parece solución. La comida la recomiendo pero la comodidad del comensal no.

Muy caro para lo que es. Cerveza 3,60.café 2,25€. Precios excesivos y el servicio deja bastante que desear. He estado en otros de la zona que tienen bastante más calidad como el Urogallo

Primera y última experiencia en este lugar. Mala calidad del producto y pésima elaboración. Para más inri, todos los segundos platos los trajeron fríos, después de haberlos reclamado tras 45 minutos de espera. Un restaurante para olvidar.

Luogo molto carino e suggestivo con vista incantevole sul lago di casa de Campo. Non altrettanto lodevole, in generale, il cibo, carne decisamente passabile, il resto sembrava un po’ fatto con approsimazione data la Troppa clientela recettibile. Dolci da dimenticare.

Comimos a la carta
El pescado fresco, bueno
Las chuletitas no gustaron mucho
Los postres ricos caseros

Si la ubicación es preciosa.la atención del maitre Eladio y la comida es! Insuperable! 100 % recomendable los bocaditos de bacalao, el paté de rape y las Carnes! No lo dudéis. Acierto seguro. Volveremos!

Lo mejor de todo es la amabilidad y el trato de todo el personal.no pueden correr más para dar el servicio. Tardaron en servirnos los segundos platos 1h.y frios.hay precios que se pasan.por un plato de patatas fritas con dos filetes de cinta de lomo que pedimos para los niños 15€ cada plato.la tarta de queso horrible.
Las vistas son espectaculares.

232 euros 6 personas sin café. Una media de 40 euros por persona. El sitio está muy bien frente al.lago. El servicio muy rápido y la comida no está mal. La carne a la barbacoa te la haces tu en la mesa cosa que no avisan porque si me ponen carne a la piedra si doy por hecho que me la tengo que hacer yo. Si el viento sopla te vas con un olor en la ropa impregnado pero la calidad de la carne muy buena. El tartar de tomate y aguacate no nos gustó pero el magret de pato y el atún estaban ricos. Los postres esperaba muchísimo más de las filloas, claro que si las comes en Galicia hechas artesanalmente por una cocinera de toda la vida llegar a esa altura es difícil.

Todo muy bueno con buenas vistas y ambiente agradable. He observado a los camareros y la chica rubia es la que más se mueve. De hecho le dije que nos cobrara y vino inmediatamente. Una crack, se mueve mucho mejor que el resto. Y todo bueno

El emplazamiento de este local es maravilloso, pero nuestra experiencia ha sido de vergüenza.
Mis padres y yo reservamos dos días antes para comer en terraza a las 14.00.
Al llegar nos ponen en una mesa a pleno sol y nos dicen que "es lo que hay". Ante nuestras caras consiguen una sombrilla.
A continuación nos damos cuenta de que nos han puesto en un lugar de paso, ya que tenemos que levantarnos cada vez que se incorporan nuevos comensales al restaurante. Se lo comunicamos al camarero y, nuevamente, "es que es así, de paso".
En fin, pedimos un tartar de tomate con guacamole y carpaccio de vieiras y ensalada de pimientos con ventresca. Estaría ya preparado, porque tardaron unos 30 segundos en traer los platos, ambos tremendamente insípidos, además de percibir un retrogusto a cámara frigorífica muy desagradable. La ventresca estaba presentada en migajas. Nada llevaba sal.
A continuación habíamos pedido pulpo a la gallega. Tardaron entre entrantes y principal más de media hora, tiempo que aprovecharon para retirar la sombrilla que nos habían puesto y dejarnos de nuevo bajo el sol.
El pulpo no valía nada, no tenía absolutamente nada de sabor, sin sal, estaba aguado y, para acompañarlo, traía espaguetis que se habrían "traspapelado" de otro plato.
De todo el servicio se salva nuestro camarero que, muy amable, intentó disculparse por todo el trato recibido.
En resumen, una gran decepción. Ni volveremos ni lo recomendaremos.