La Taberna de Antioquía, Madrid

Hoy 8 de diciembre hemos ido a comer y la comida está realmente buenísima, muy bien preparada y presentada.comimos: cecina (riquísima), huevo mollet, corvina y pulpo.
Muy recomendable.

Platos muy elaborados, todos exquisitos. Local decorado con mucho gusto. El servicio muy amable y atento

Es un restaurante de maravilla.
En una calle secundaria, tranquila, con poca gente.

Sobre la comida, no puedo encontrar palabras para describirlo.
Es impresionante!
Hemos pedido tres platos (pollo, pato) para compartir, y no puedo elegir que más me gustó.

El pollo tiriaki era tan tierno, riquísimo. El pato era jugoso, acompañado con pan super rico.
Y último plato de pollo, era una bomba de los sabores. La salsa con pasas era tan buena que hemos mojado con pan hasta última gota. Manzanas que acompañaros el plate, también eran espectaculares. Metes a la boca un trocito y notas tantos sabes, tantos placeres a la vez. Sabor de manzas de un poco ácido hasta dulce, luego cambie sabor a un poco picantito.
Recomiendo probar todo.

Normalmente no pedimos postres, pero esta vez sí. Es un arte, todo casero, rico. Comiendo este postre me he vuelto a la infancia, recordando la repostería de mi mamá.

Nosotros seguro que volveremos más.
También recomiendo venir a todos a quien aprecia comida rica.

Sin duda la mejor cocina del pueblo. Miguel encantador y siempre acierta con las recomendaciones.
Hoy decidimos probar su menú degustación y este fue el resultado!

Pedimos tres cervezas y nos clavan 11,20 con un aperitivo mediocre, la cerveza tercio de Galicia, trato del camarero muy de poco valorar.

Positivo: La comida maravillosa. Todo excelentemente presentado y muy muy bueno.
Negativo: excesivamente caro y el personal poco amable

Todo excelente: Comida, servicio muy atento, sitio tranquilo.
Pedimos el menú degustacion y merece la pena. A destacar: Zamburiñas al ajo tostado y Huevo mollet con langostinos y Sopa de tomate.
Además sitio privilegiado al lado del Escorial.

Nada especial que reseñar.
No nos gustó ningún plato en particular, bastante lento el servicio y precio elevado.

El Menú Degustación está muy rico, y bien de precio. Los huevos espectaculares con ese poco picante

Lo que destaco como bueno es la calidad de la materia prima. Pero el resto para mí falló, más de hora y media para tres raciones, el pulpo me pareció bastante caro para la ración que era, el servicio escaso y con una lentitud. Según si te conocían o no el servicio era más rápido o más lento.

Como restaurante diferenciador en El Escorial no está mal.
Comida bien elaborada aunque escasa en cantidad y alta en precio sobre todo la carta de vinos.
El salón interior es acogedor y está bien decorado.

Comida excelente y muy elaborada, camareros muy agradables, precio competitivo, pocas mesas con lo qué el ambiente no estaba cargado.

Tardaron 20 min en venir a la mesa y cuando vinieron nos dijeron ahora os tomamos nota y ni siquiera teníamos carta
La verdad es que la comida muy buena
Pero lentísima no se puede tardar 35 min entre plato y plato
Nos fuimos con mal rollo
No volveré
Y mucho frío en la sala y eso que es pequeña
Entramos a las 14.30 y salimos a las 17
y solo hemos pedido 3 platos para compartir
Caro no pero lento y al final no gusta
No vuelvo y no lo recomiendo

La comida estaba muy buena, tanto en calidad como en cantidad. El único problema fue el servicio de camarero… Tardaron 1h en serviros una simple botella de agua y pan complementario, entre muchas otras cosas… Podría mejorarse

Excelente comida, sin duda está deliciosa y apta para las personas que son celiacas o intolerantes al gluten.

Sin embargo, el servicio podría mejorar ya que el camarero estaba muy despistado y parecía que atendía con desgana. Nos sirvió el pan y agua terminados los entrantes y todo fue bastante despacio ya que tuvimos que pedir las cosas dos veces e insistir por ellas (el pan, la bebida…).

La comida es increíble, con productos naturales y muy bien combinados.
Sorprendente el arroz meloso con setas y los garbanzos con chipirones.
De los postres mejor ni hablar, todos exquisitos.

Visita obligada en cada una de nuestras visitas a El Escorial. Carta o menú degustación, tu eliges. Calidad de producto, sorprendente combinación de sabores y texturas que potencian el sabor.

Sitio nada recomendable si vas con niños o con prisa. Cuando reservamos nos avisaron de que no había tronas. Llegamos a las 14h, según entramos pedimos unas carrilleras para las niñas que llegaron a las 15h. Faltaban dos personas por llegar, por lo que, mientras, pedimos unas bebidas, un buen rato después vinieron todas las personas, pidieron su bebida y fue entonces cuando trajeron todo. Mientras esperábamos las bebidas, antes de que viniera la gente, solicitamos pan para que las niñas fuesen comiendo algo y nos dijeron que no, que hasta que no pusieran las bebidas no traían el pan. Por lo tanto, mis hijas de 1,3 y 5 años tuvieron que esperar casi una hora a poder comer algo. Salimos a las 16: 15 de allí. Más de 2 horas, el camarero muy muy lento para todo, tenías que pedirle las cosas varias veces (una coca cola, el pan, un plato y cuchara para compartir.), miraba bastante raro a cada cosa que decíamos. No hay menú para niños, aunque a nosotros eso no nos preocupa mucho pero por informar. Eso sí, la comida, buenísimo todo pero podrían mejorar muchas cosas entre ellas entender que si el cliente pide algo, lo normal es darlo como el pan para entretener a las niñas y entender que si pido un plato de comida rápido para que vayan comiendo, no quiero que la traigan una hora después con el resto de platos.