Lex Abogacía, Madrid

Muy agradecida con Lex Abogacía, un despacho formado por grandes profesionales. Acudí a ellos por un caso de negligencia médica y en un momento difícil como fue este se agradece la cercanía y la empatía con la que me trataron. El mío era un asunto complicado y aun así siempre me expusieron de forma honesta las posibilidades de viabilidad que existían. Por ese motivo, por la confianza que infundieron en mi, decidí continuar con el proceso y seguir sus recomendaciones –por cierto, muy acertadas-.
Estoy muy satisfecha con vuestro trabajo y no me cansaré de daros las gracias.

Te cobran por adelantado y luego no hacen el trabajo que decían, de todos los resultados posibles el peor, luego intentas hablar con ellos y se desentienden. Se aseguran cobrar por adelantado pero lo de trabajar les gusta menos

No puedo dejar de recomendarlos. Excelentes profesionales. Tengo que mencionar especialmente a Gabriel, por su profesionalidad, su cercanía y su interés real en el problema del cliente. Gracias.

Mi amada esposa Lourdes falleció hace una año y medio de cáncer metastásico de mama. El destino nos regala la vida, y ésta no dura siempre, pero es una locura perderla por la incompetencia de algunos profesionales de la medicina poco empáticos, o sencillamente incompetentes. Lourdes luchó porque al menos le reconocieran el error (la supresión de pruebas médicas y la tardanza en el diagnóstico), le dieran una disculpa o al menos la razón. El SERMAS y sus interminables informes se lo negaron todo. Javier y Adrián ayudaron a mi esposa y presentaron en su nombre una reclamación al SERMAS por una mala praxis médica. Inicialmente el proceso fue administrativo y luego tuvimos que ir a juicio. Mi esposa falleció durante la larga e interminable tramitación del proceso, pero ambos abogados hicieron un trabajo muy profesional y se obtuvo una sentencia que reconoció la negligencia y una indemnización. Lourdes llegó a conocer la estimación de la reclamación y la sentencia a su favor, donde se reconocía la negligencia del SERMAS. La indemnización era lo de menos, fue feliz porque les había ganado. Mi hijo y yo les estamos agradecidos por su ayuda, su interés y su cariño por Lourdes.

Un fuerte abrazo y muchas gracias.