llaollao, Madrid

El producto en si esta bien. La atención es lo que siempre deja que desear, el señor de la perilla siempre esta enfadado!? !?

Pues la verdad es que yo no soy mucho de helados pero los de llao llao están superricos, una gran variedad de sabores u muy buena atención.

He ido varias veces y es la primera vez que recibo un trato tan pésimo.
Nos atendió una chica llamada Isa (eso ponía en su identificación), al poner las salsas las puso todas salidas del vaso y le dije si podía limpiarlo porque no podíamos coger los vasos llenos de nocilla. Me dijo que lo limpiara con el dedo.
Además de sus gestos de desgana y mala cara cuando le dije que se había equivocado de ingredientes.

La atención es pésima! Y tienen un cártel muy pequeño a mano izquierda que no aceptan tarjeta! Me parece fatal que a estas alturas no tengan datáfono! Para no volver!

Hay un cartel minúsculo que te dice que no puedes pagar con tarjeta, te los preparan y luego te dicen que solo aceptan efectivo, experiencia totalmente desagradable. Te comes el helado derretido despues de caminar el centro comercial buscando para sacar el efectivo.

Hacía mucho que no pasaba a un Llaollao, dejan un poco que desear en la educación, si preguntas parece que les molesta, me decepcionó un poco respecto a otros Llaollao

Cada vez que he ido a este LlaoLlao ha acabado en desastre. O te atienden sin ganas, o cierran antes de la hora (y no te sirven porque están recogiendo), o no te ponen los toppings como quieres porque dicen que no es legal (lo hacen en el resto de llaollaos sin problemas!). En el Llaollao de la Vaguada todo son decepciones. Y la atención siempre pésima. Pones una reclamación y te tienes hasta que ir del local a escribirla porque ya está limpio. Se ve que hacen la limpieza precierre y ya hasta el día siguiente, pues siempre está todo hecho un asco. No como en otros llaollaos que limpian todo el rato. Una malísima experiencia. Seguiré comiendo llaollao porque me encantan. Pero NO AL LLAOLLAO DE LA VAGUADA!

Un yogurt helado como Dios manda, cremoso, sin trozitos de hielo ni tropezones con el punto de dulzura y acidez perfecto. Precios standard, toppings variados y otros productos. Lo único que el local es muy pequeño y estrecho para sentarse, las sillas no son muy allá y las mesas suelen estar sucias.

Experiencia pésima todas las veces que he ido. Cierran veinte minutos antes de la hora de cierre, y no nos dejaron pedir un llaollao con chocolate blanco de base en vez de en la parte superior del helado aludiendo de que era "ilegal" hacerlo así cuando en el resto de llaollao de España lo puedes pedir así sin problema. Una pena.