Maison Jaguar, restaurante mexicano con espectáculo, Madrid

Comida rica, decoración exótica y amabilidad en la atención. Postre de cajeta espectacular. Carete pero muy recomendable

Ambiente: 10/10
Decoración del local: 10/10
Calidad de la comida: 6/10
Organización interna: 2/10

Es la primera vez que vamos, pero no creo que repitamos. El ambiente es muy bueno, la decoración espectacular, pero el servicio de restaurante un desastre. Teníamos reserva a las 22.30h, hasta las 23: 20h no nos sentaron en la mesa. Entendemos que las cosas no van a horas justas pero casi una hora de retraso habiendo reservado con hora, no tiene sentido. Nos sirven las bebidas sobre las 23: 40h (calientes) y pedimos la cena (2 entrantes y 5 segundos). Nos sirven los entrantes y dos de los segundos a las vez sobre las 00.15h (recordemos que la reserva era a las 22.30h). Le decimos que nos traigan por favor los dos segundos que faltan. Nos los traen a las 00.45h. Tras 15 minutos en los que media mesa había acabado de cenar hacía un rato y la otra estaba terminando, se acerca la camarera y cuando queríamos pedir postre, nos viene directamente con la cuenta en la mano, diciéndonos que es que el horario de cenas ha terminado. Fabuloso que el restaurante nos siente con una hora de retraso y nos atienda con semejante desastre horario y que luego no sea flexible para que los clientes puedan acabar su cena tranquilos. Lo mejor es que nos traen una cuenta errónea que no era de nuestra mesa (no coincidían los platos ni las bebidas y el importe era bastante superior). Se lo decimos a un camarero, que se han confundido porque no es nuestra cuenta y su respuesta es "pues en principio sí que lo es". Ya enfadadas le decimos que no, que lo revisen porque no lo es y nos dice que bueno que lo consulta porque él no nos ha atendido. Al final rectifican y nos dicen una excusa sinsentido para justificar el error.
Salimos de allí habiendo cenado a fascículos, sin postre y con sensación de ninguneo. Una pena porque el local es precioso, pero la atención pésima y la comida justita de calidad para los precios. No repetiremos.

La comida muy mejorable sobre todo el pollo quemado. Eso si el cóctel de margarita frutas de la pasión espectacular. Los precios caros y preferible para ir a cenar.

La experiencia fue buenísima, la comida cumplió mis expectativas, el ambiente es espectacular y el servicio estupendo tanto como el camarero que llevaba nuestra mesa como el jefe de sala que en todo momento estuvo pendiente de nosotros y de que todo estuviese perfecto. Repetiremos sin duda.

Deberían anunciarse como discoteca y no como restaurante, no puedes hablar con tu pareja, la calidad de la comida, muy mediocre, cualquier restaurante de barrio sería superior, trato infantil, servicio malo, y para colmo, poner música brasileña en una especie de show seudo-Mexicano.
Experiencia nefasta. Recomendable solamente para gente sin criterio gastronómico.

Calidad baja en comparación a los precios, la decoración original y los espectáculos están enfocados a centrarlos en el disfrute masculino que para todos los públicos. A este paso serán para despedidas de amigos por poner un ejemplo

No vale lo que pagas.
Mala atención por parte de los camareros, espectáculo malo y la comida muuuuyyy cara para lo que es.
Una estrella, porque no puedo poner menos.

Curioso lugar lleno de detalles. No me esperaba está decoración ni ambiente y me ha sorprendido mucho. El servicio es bastante agradable, la comida está por encima de la media en comida mexicana. Tal vez un pelín caro, pero tampoco excesivo. Me ha encantado. La cazuelita de queso con setas es una gozada, y el pollo al pibil, super rico. 8/10

El lugar es hermoso, pero muy costoso para lo que es, toda la comida muy picante y no lo avisan en carta, la atención fatal, teníamos que pedir las cosas varias veces. No repetiría, hay mexicanos de mejor calidad, acá pagas por la decoración

Nos exigían pedir mínimo 70€ por persona y dejar la mesa a las 23.00h.
Osea te clavan 70 eu por barba y te van quitando los platos sin terminar.
La comida regulín regulan.
Todo postureo y falta de servicio.
Malos gestos y mucho descaro de los camareros.
Con palabras no acertadas.
Parece que su política es clavarte bien' tratarte mal y que te vayas rápido.
Atajo de malos cocinerios y camareros y robo en toda regla.
Comimos mal 236€ y éramos 4 personas

El restaurante es chulisimo. La actuación de violín eléctrico de Yorch Violinista increíble y los conécteles riquísimos. Muy recomendable.

Buen trato de los profesionales, espectáculo de música y danza, ambiente elegante y original. Todo para una ocasión especial. Repetiremos.

Sitio muy bonito pero no lo recomiendo en absoluto. Caro para la comida que es y el feo detalle de traernos un aperitivo como cortesía de la casa (tres recipiente pequeñitos cada uno con una sal sita picante y unos nachos o totopos) y después de pagar ver que nos habían cobrado 10€ por ello.
No lo recomiendo