Maricastaña, Madrid

Sorpresa agradable. Escondido en medio de Carabanchel, buena comida, buen servicio. Muy recomendable.

¡Qué lugar tan acogedor para desayunar! Encontré este lugar mientras caminaba por el vecindario donde me alojo. Me encanta el café caliente y, de hecho, lo sirvieron con una taza caliente. La señora que trabajaba aquí parecía realmente eficiente. Estaba ocupada sirviendo y preparando café, pero era amable y agradable. Vi a algunos lugareños trabajando con sus computadoras mientras desayunaban. Creo que este lugar es popular entre los lugareños.

A las 20h nos hemos sentado y a las 21h nos han pedido levantarnos.la comida ha bajado a más no poder, no doy crédito cuanto ha perdido el sitio,

¡Comí menú del día aquí y la comida estaba DELICIOSA! El personal fue súper amable y me encanta su decoración. ¡Definitivamente regresaría!

La atención de Carlota y Verónica estupenda! El ambiente muy agradable y la decoración increíble! De seguro regresaremos <3

¡Qué linda cafetería! Tiene encanto, es elegante y acogedor. Grandes vibraciones para una cita.
Su café era realmente bueno y no se sirve en los tradicionales utensilios de vidrio o cerámica.
El servicio tuvo problemas un poco, mi café permaneció allí durante unos 5 minutos antes de que pudieran llevarlo a la mesa, ya que estaban lidiando con algunos errores con los invitados a mi lado.

Restaurante muy original. La decoración y el ambiente de 10. La comida ha sido una sorpresa total. Viendo el menú te provoca expectativas, las cuales se cumplen con creces. Hemos pedido unas croquetas de calabaza y queso, una ensalada de quinoa, unos huevos rotos con tartar de atún y unas patatas bravas con mayonesa de kimchi. Las raciones son más que suficientes y repito, muy muy buenas. La primera persona que nos ha atendido ha tenido un trato estupendo. El siguiente camarero ha tenido algún fallo (como retirarnos los platos cuando seguíamos comiendo). De todas formas, no es impedimento para volver, ya que han sido muy amables. Sin duda un restaurante totalmente recomendable, volveremos.

Nos atendieron un fin de semana incluso sin reserva, lo cual fue muy amable de su parte, ya que el restaurante estaba lleno.la comida era buena, el servicio fantástico, hablaban inglés y el ambiente era acogedor.

Lo conozco desde sus comienzos y en mi visita del día 4 de agosto me sorprendió que no servían menú, con lo que resulta caro y la relación calidad precio no existe. Hoy fuí invitada por un amigo con difícultades de mo ilidad y el acceso al Wc es impensable
ni tan siquiera una barandilla para poderse agarrar y descender al infierno del sótano, donde esta el wc. Sinembargomi acompañan te me speraba en mesa tomando una coca cola. A mi llegada pido información del menú y me indi can que no hay en todo el mes de agosto, algo que no indican al hacer las reservas. No de dudo lo chic del loc al, pero hoy en Madrid hay una lista interminable de ese tipo de locales que cuidan a susclientes, pensando en no defraudar y facilita ndo la accesibilidad y con honestidad en las informació.
Había 6 personas, nosotro decidimos irnos pre previo pago de 3,60 euros por la coca cola. No volveré.
La malquerida está a 30 metros y tiene un estupendo menú amablidad y al menos una barandilla.

Conozco Maricastaña de aluche desde hace tiempo y me gusta, ahora he conocido este de la Corredera Baja de San Pablo y también me ha gustado bastante, calidad-precio buena, rapidez en el servicio y amabilidad, repetire.

Fuimos a Maricastaña despues del teatro y pese a que solo había una camarera, el servicio fue excelente y rápido. Verónica nos recomendó algunos platos que sin duda acertó (tomates fritos, croquetas de calabaza…). Buen lugar y trato excepcional

Fuimos a tomar una copa de camino de regreso a nuestro alojamiento en nuestra primera noche en Madrid. Nos sentamos en la barra; la camarera era encantadora, amable y atenta, y el ambiente era genial. Fue un gran descubrimiento que luego pasáramos todas las noches para tomar una copa en el camino de regreso a nuestro hotel. Sólo comimos allí una vez y todo estuvo genial; Estaban muy ocupados, pero la comida era deliciosa y sabrosa, con buena presentación y las porciones perfectas, y los camareros eran amables y atentos.

Muy buen servicio La comida diría excelente, maravilloso. Sólo elogios.altamente recomendado

Cambian de camareros como de servilletas. Antes tenia un servicio muy bueno, ahora tienen un sevillano que se le olvida todo o te atiende mal. Todos los clientes míticos ya no van, una pena porque el local y el café son buenísimos, pero ya no están a la altura, peor carta de toda corredera baja, los menús siempre muy parecidos… una pena… era localazo.
Luego antes siempre tenías música clase, ahora cada camarero tiene su música y aveces ponen cosas que rompen la armonia del local. No es hate, es realidad lo hablamos todos los que éramos asiduos al local diariamente…

Descubrimiento total.
La comida muy buena, el servicio rápido y las camareras amables y atentas.
Pedimos bravas, que el alioli estaba buenismo, tomates verdes fritos y tacos. Todo buenismo.

Hemos cenado muy bien, hasta que han sentado a otra pareja a medio metro de nosotros, y a partir de ahí la conversacion ha sido la de los vecinos de mesa, impuesta, porque hablaban mas alto que nosotros, algo que nos suele pasar mucho. Si las mesas de dis se colocaran espalda contra espalda y de no de forma paralela, las personas que vamos en pareja a cenar y hablamos a un volumen normal podríamos seguir disfrutando de salir a comer fuera

Sin duda uno de mis lugares favoritos de Madrid. Lugar acogedor y entrañable para pasar un rato agradable de chachara y si te apetece, poder disfrutar de buena comida y un café delicioso. Muy buen servicio y proporcionado calidad precio.
Me encanta ir a tomar café y acompañarlo de la mejor tarta de zanahoria del mundo.
Recomendable sin duda.

Un referente en la calle Corredera Baja que nunca falla. Comida casera, genial el menú diario y la carta. Comida mediterránea cuidada y con mucho sabor. Siempre bien. No me canso nunca de repetir.

Servicio muy lento para todos los camareros que hay dentro del establecimiento, nos sacan los primeros antes que los entrantes habiéndolo pedido expresamente dejando a 2 personas mirando los platos de los demás, patatas chips recalentadas, stiks de pollo congelados y crudos por dentro nada diferente de un KFC además de la morcilla que desprendía un olor desagradable para no volver nunca

Tomé el café con leche más rico y espumoso de mi vida. El ambiente y los camareros muy bien. Un poco elevado el precio.