Merendero La Montaña, Madrid

Tres de la tarde de hoy, mesas vacias fuera, paso dentro a pedir dos cafes, y me contestan que no, mirando a la maquina de cafe pregunto a la camarera el por qué y me contesta que es pq estan con las comidas, respuesta cojo, desde luego que pocas ganas de ganar dinero, yo ni siquiera esperaba que me atendieran fuera y por eso iba directamente dentro para sacar yo misma los cafes q creo q en dos minutos podia habermelos servido y meter dinero a la caja, no vuelvo a pisar este lugar, me bajo al pueblo y encantados en cualquier terraza me lo sirven.

Restaurante tipo cantina de montaña, estufa de leña, un lugar acogedor y montañero. Paisaje precioso. Parking. Personal amable. En un lugar acogedor lejos del mundanal ruido.

Hola necesito un telefono actualizado para hacer la reserva, el que pone me da que no está disponible.

Comimos bien, y pasamos un rato agradable. Buena calidad, pero de cantidad, muy justo. Y eso que íbamos gente de poco comer. Pero todo muy bueno. Eso sí.

Las cabañas son básicas pero si quieres desconectar no necesitas más, es perfecto para una desconexión digital. Recomiendo el cocido, como comer en casa de abuela!
El enclave es espectacular, hay muchas rutitas para hacer y poder disfrutar de la naturaleza tanto con niños como
con perros.

La comida no está mal pero esperar una hora y media para empezar a comer.es de broma. Absolutamente desbordados, te podrían avisar cuando te sientas y me hubiera ido a otro sitio.

Muy mal, no quieren vender, bastante desagradables con los clientes que van a comprar una bebida pero no quieren comer en el local, incluso han llegado a no querer atender a estos clientes.

Trato muy bueno. Cenamos bastante bien. Lo único que la carta se nos vino un pelin corta sobre todo porque no tenían tortilla de patata je je je algo bastante típico. Pedimos un plato de lomo con patatas y UNA CROQUETA (también nos sorprendió) aunque lo especifica en la carta cuando lo pides piensas que es un error y esperas más pero no. Pedimos unas sardinas que estaban buenísimas eso si y los calamares también. El servicio muy atento. Lo recomiendo. Los dueños encantadores.

A 3 euros la lata y sin tapa, pedimos la llave para ir al baño y nos dicen que lo acaban de limpiar, que no entra nadie (12 30 de la mañana un domingo)
Impresionante

No os perdáis la degustaciòn de gambas y dos botellones 10€. Las sardinas un espectáculo junto con los arroces. Mejor pedirlos de encargo.

Ni si quiera llegaron a atendernos. Dl tiempo que estuvimos esperando nos fuimos. Deberían contratar a más empleados supongo.
En el otro parking hay otro chiringuito

Muy buena la comida y muy buen servicio. Han tardado un poco con la comida de los niños. El entorno es espectacular, al lado del embalse de la jarosa. Un pinar enorme para andar

Mala experiencia. Queríamos unos cafés y 4 helados para los niños. Nos dicen a las 16 horas que vengamos 20 min mas tarde que estan muy ocupados con las comidas. A las 17h nos dicen que ya no sirven cafes, "que teniamos que haber hecho reserva". "que la maquina, bla bla bla".

Se aprovechan de la situación.

2,5€ la lata de refresco y tardan lo suyo en atenderte. 20 min para que te cobren. Y hablamos de que te atiendan en barra para llevar ni siquiera en mesa.

Muy amables y atentos los camareros, y la cocina de lujo pedí entrecot de ternera muy bien echo, bien atemperado y el plato caliente que ya es más de lo que en algunos sitios " especializados en carnes ponen "

Poco profesionales mal atendidos y pides un vaso de agua te dicen que no es potable la comida está buena pero es cara

Restaurante merendero, carta justa, comida bien preparada y presentada, precio justo y asequible.
Hay que reservar.

Precios absolutamente desorbitados y trampa para turistas, senderistas o ciclistas que se acercan a La Jarosa a hacer una ruta o a conocer el enclave y pasar el día. Vale que la ubicación es muy buena, pero los precios de las bebidas están casi como en pubs o discotecas de Madrid y no hablemos ya del resto de la carta: un cachopo 40 € y raciones por encima de los 10 €, que en cantidad y calidad no llegan al aprobado. Servicio desbordado y organización nefasta: se quedan sin pan, sin bocatas, les faltan raciones. Ni vuelvo ni lo recomiendo.

Nos sentamos a tomar algo después de la ruta y como el importe mínimo para pagar con tarjeta eran 10€, pedimos una ración de migas (si no, con la bebida habríamos tenido suficiente). Como no te dan una carta, vas a ciegas con los precios. De hecho, teníamos dudas de si llegábamos a 10€ con la ración, un botellín y un blanco. (hay un anuncio de dos botellines y plato de gambas por 10€.) Nuestra sorpresa al recibir la cuenta fueron 15 pavazos de una ración de migas sin más y encima te cobran el servicio cuando al chico hasta le tuvimos que decir que trajera un cuchillo pa poder cortar la comida. Mira, no sé, nos hemos sentido un poco atracados. Para la próxima excursión, acordarse de llevar dinero en efectivo y consumir solo bebidas.

Buen sitio para tomar algo después de una buena ruta. Tapas grandes y ricas, aunque un poco caras