Mesón Gerardo, Pedrezuela

Muy buen sitio. Muy buenas calidad y total confianza. Si cabrito exquisito, el trato cordial y su terraza muy acogedora. Totalmente aconsejable.
Volveremos, casa Gerardo en pedrezuela.

Un magnífico restaurante es el Mesón Gerardo de Pedrezuela. El ambiente es muy especial, particularmente el patio, un lugar ideal y acogedor para comer. Acerca de la comida es excelente, especialmente el cabrito asado, una verdadera delicatessen, lo mismo que la morcilla o las croquetas, las tres cosas especialidades de la casa. La atención por parte de los camareros es excelente e inmejorable. El precio es muy bueno. Tiene parking propio. Lugar, no sólo recomendable, sino del que nunca se sale defraudado.

Muy rico pero todo cambia, ya no te ponen una tapa de cortesía con la cervecita mientras esperas la comida. Lastima, solían poner un choricito rico rico. Ah y el chupito también lo cobran (2€.) en fin, una pena.

Genuino restaurante de la Comunidad para comer cabrito
Atendido por buenos profesionales y una atención muy diligente
Es cabrito muy rico y siempre te parece que te han puesto poco

Fantástico. El patio interno es precioso, perfecto para un velada romántica o en familia. El servicio es muy atento, siguen un buen protocolo covid y la comida está impresionante. No se me ocurre nada que echarle en falta, salvo que abran otro más cerca de mi casa para poder ir más a menudo.

Recomiendo encarecidamente el cabrito.

Comida de 10. El cabrito estaba expectacular.se deshacía en la boca. Ambiente relajado y por supuesto la atención del personal excelente. Recomendable 100x100.

Comimos el menú matanza. Todo estupendo hasta que llegó el cordero, estaba seco y recalentado, una lástima porque los judiones estaban estupendos y los entrantes también!

Menú gastronómico de la matanza pésimo! Los entrantes de chorizo morcilla y demás. Muy fríos y los devolvimos y los trajeron recalentado de microondas y uff incomible. El famoso cabrito cocido no asado. No comimos nada, sólo las judías blancas. 72€ tirados. Mucha cantidad y poca calidad

Excelente restaurante en Pedrezuela que no pasan los años por él. Sigue siendo él de siempre con la misma calidad de antaño. Sus asados siguen estando excepcionales. Sus entrantes, sus postres, en definitiva todo. Es un sitio totalmente recomendable, además tiene parking para clientes. Por último trato muy bueno, pendientes en todo momento, con los tiempos entre que toman nota y empiezan a servir corto.

Para los amantes del asado, todo estupendo. Para los del rabo de toro, normal o incluso por debajo de normal. Buen servicio, incluso rápido en exceso. Comida contundente, precio en orden.
Especialidades como morcillas o alcachofas muy bien. Enorme y bien organizado

Teniamos reserva y nos sentamos una hora mas tarde ahí comenzó nuestro calvario. Tardaron en tomar la comanda. Calamares crudos. Tuvieron que llevárselo y los trajeron llenos de aceite. Incomibles. Cabrito muy pasado y recalentado. Lo único bueno fue la ensalada. Pague 110 euros para un almuerzo que ni la mitad valía. Me lo habían recomendado y no acerté con elección. Resumen. Caro. Poca calidad y muy mala elevoracion de la comida y servicio malisimo. Ni regalado vuelvo.

Poco se puede decir, de lo que ya dijeron otros. Calidad, excelencia, y una apuesta segura en todos los sentidos. Y un servicio muy profesional. Lo recomiendo

Acudimos a comer a este restaurante un domingo. Es un local especializado en asados.

De entrantes pedimos croquetas, que estaban correctas, y habas con jamón, que a penas llevaban jamón. Algunos de los que fuimos pidieron entrecot a diferentes puntos de cocción de la carne, pero todos los filetes llegaron exactamente igual. Un amigo y yo pedimos cabrito asado y estaba bueno.

Tiene aparcamiento gratuito.

Ideal el trato recibido y la comida, destacar el trato de Vicente hacia los comensales y en particular a mi hijo con discapacidad Guillermo.
Recomendaciones de entrantes: alcachofas fritas y pimientos con anchoas

Lugar encantador, buenísimo cabrito y todo lo demás, atendido por Vicente todo un gran profesional con muchas horas de experiencia, el otro camarero también un encanto, salio todo perfecto y a muy buen precio, repetiremos seguro, mi valoración es para el restaurante viejo, mas pequeño, que el nuevo, pero perfecto

Rico. Un fijo en mis restaurantes de "una vez al año. " Pude conocer y saludar a Gerardo después de ir en varias ocasiones anteriores. Me mosquea el servicio tan rápido, hacen lechales a destajo.

El sitio es muy acogedor, la comida es muy buena, tanto la calidad como la cantidad, pidas lo que pidas. Y lo mejor del restaurante: el personal, son amables, atentos; un 10 para Vicente y Jose Carlos

La relación calidad-precio no es tan buena. Muy justitos los entrantes para lo que cuesta. Me han gustado varios detalles pero me pareció un poco caro en relación con la satisfacción

El cabrito entero 140 euros. Estaba muy bien cocinado.
El postre que más me gustó fue el de Arroz con leche, aunque la leche frita también estaba muy rica.
Al estar en Pedrezuela, es un buen lugar para andar por el campo y luego comer en casa Gerardo. También hay menú del día (creo que de lunes a viernes).

El salón en el que estuvimos tiene una acústica orrible y resulta muy incómodo estar dos hora comiendo allí por el ruido. Al estar tan lleno, los camareros no eran suficientes o no sabían llevar el salón y la atención fue mala. Para que trajeran un tenedor, un plato o un hielo tuvimos que pedirlo 5 o 6 veces cada cosa. La comida, sin más, dentro de que son platos que de por sí tienen que estar buenos. Los precios para lo que venden, algo elevados.