NANAI Restaurante - Espacio cultural, Madrid

El restaurante es un poco caro, pero la comida está muy buena. Los camareros estuvieron también muy atentos.

Hemos probado varios platos muy buenos, pero el pollo al curry que tan bueno estaba, no tenía mucho sabor, tuvimos que pedir sal para que supiera a algo. A nivel de picante, nada picante y me parece correcto, pero sabiendo que el plato que pides "normalmente" tiene esos matices, almenos que te avisen y que se corrija en base a lo que el comensal quiera. El trato por parte del servicio, en lugar de aceptar un comentario/crítica se ha dedicado a menospreciar la opinión y reírse del comensal, lo cual no es nada agradable cuándo vas a comer a algún sitio.

En fin, una mala experiencia debida a una mala atención por parte del servicio, ya que la comida tenía solución.

El tartar tenia spaghetti debajo como para rellenar, convirtiéndose en una especie de bolognesa.
La tabla de quesos Muy bonita pero los quesos muy justos (en mercadona hay más sabrosos).
El ceviche fatal, muy pasado y demasiado picado, solo sabía a cítrico. Alguien debería decirle al cocinero que vaya a probar a cualquier peruano decente.
Vamos un sitio con platos bonitos para las fotos pero que te dejan el paladar indiferente.
La decoración del sitio está bien aunque no hay ni cobertura ni tienen wifi, así que si quedas con alguien allí debes avisarle que e esperaras totalmente incomunicado.
No no puedo recomendar porque fui por un descuento del tenedor pero ni así valió la pena.

Mal servicio y mala comida. El camarero nos atendió con prisas y desaliñado. Lentos y mal educados. Tuvimos que cenar de verdad al llegar a casa. Malísima elección para acabar la noche.

Simplemente genial. Fuimos a cenar en pareja y nos trataron de fábula. Llegamos algo antes de la reserva y sin problemas nos prepararon la mesa en seguida, no sin antes ofrecernos que por supuesto podíamos sentarnos en los sofás de la entrada a tomar algo antes de cenar (ya que los estábamos mirando tentados porque es verdad que tenían muy buena pinta.no dudéis llegar con algo de antelación para disfrutar de una copa antes si os apetece). Buen vino y nos gustó bastante la Tapenade (y eso que mi pareja es francesa y está acostumbrada al producto), y la Pluma estaba fabulosa. Además, nos ofrecieron un Vin Fumé para acompañar nuestra tarta de queso, que es verdad la acompañaba de fábula. A la hora de pagar sí tuvimos un pequeño problema con la cuenta, pero la verdad es que lo supieron arreglar desde el primer momento con decisión y determinación.y al resto de mesas les vimos decirles que estuvieran atentos, procurando en todo momento que no se repitiese el problema. Por tanto, simplemente genial, y serios y atentos a prestar el mejor servicio posible. Sin duda, volveremos!

Las mesas un poco pegajosas, y los panchitos que ponen de aperitivo a saber por cuantas manos habrán pasado ya

Hemos ido a media tarde de un sábado y hemos tenido la suerte de sentarnos en el sofá que tienen en la entrada. Tomarse allí unas copitas y charlar hace que la tarde se pase volando.

Entramos a comer y salimos con hambre y buscando un sitio para cenar, los camareros tranquilos, muuuuuuyy tranquilos, el sitio te predispone a una siesta, poca luz y música aburrida, y la comida escasa y poco sabrosa.
Si no quiero perder 3 o 4 horas para comer
Nunca volvería

Producto de mucha calidad y servicio rápido y correcto. Por poner un par de pegas, la cerveza de barril no está buena, y deberían limpiar mejor la mesa. Con el descuento de El Tenedor la relación calidad/precio es muy buena

Pésima atención. Una divertida tarde de teatro arruinada con la cena. Bueno, la NO cena porque después de más de una hora esperando la comida nos tuvimos que levantar e irnos. Ni siquiera se disculparon, se la pelo enormemente. Si no os gusta vuestro trabajo dedicaros a otra cosa.

Restaurante bastante agradable. Carta variada con opciones de fuera de la misma. Nos tomamos una sangria blanca con sandía riquísima. La comida demoró muchísimo pero nos comentaron que fue porque no tenían todo el personal todavía por el verano. Muy rico los risottos. Sin lugar a dudas volveré!

Delicioso!
El lugar es tranquilo y bonico, no se llena a lo loco y vale tanto para unas cañas en el sofá como para cenar. Tienen una carta justa pero todo lo que probamos estaba genial. El tartar de atun, de locura. El solomillo exquisito o la pasta muy casera.

Muy mala atención y la comida muy normal. Si no hay personal no deberían dar el servicio, no volveremos.

Cuando te cuentan los platos que hay fuera de carta, empiezas a salivar, y es solo el principio.

El rissotto de pato y calabaza no lo olvidaré fácilmente.

El lugar y el personal son muy agradables, además. Precios muy razonables.

Mi restaurante preferido en Madrid, detrás de Gran Vía, un sitio muy agradable, bonito y sencillo. La comida es muy buena, una carta no muy extensa pero todo muy rico. Excelente calidad precio y un trato muy agradable. También se puede ir simplemente a tomar algo ya que tienen una zona a la entrada al restaurante que está muy bien.

Comida muy rica, nos ha gustado todo, sobre todo la pluma cocinada al punto y el pollo al curry rojo. La cantidad de comida está bien, en general muy contentos. Volveremos

Un sitio muy acogedor con una carta variada y original y un trato excelente por parte de los dueños.

Me encantó.
Fui con un descuento de El Tenedor del 50% y con ese descuento, me pareció bien la relación calidad-cantidad-precio. Quizá no me hubiese parecido tan bien si no hubiese ido con el descuento.
Pedimos varios platos pero los que más me enamoraron fueron el Pollo al curry rojo, y el Tataki de atún, ambos buenísimos, originales y con una calidad sublime.
El trato amable y atento y la decoración muy vintage.

Gran descubrimiento. Local coqueto y agradable en pleno barrio de chueca, donde la atencion por parte del personal y en concreto del encargado fue perfecta; al igual que los productos que ofrecen. Nos decantamos por un entrante de hummus (muy rico!), siguiendo con una ensalada griega y un pollo al curry, todo para compartir. Para rematar un brownie y una tarta de zanahoria, ambas muy buenas. Os recomiendo reservar, pues creo que os gustara!

Un descubrimiento. Ideal para tomar una copa, una cena íntima o invitar a amigos. Comida rica, riqueza de sabores. Local pequeño, pero muy bien aprovechado, con detalles modernos y vintage, con una estética muy cool y acorde con la zona