Numa Pompilio, Madrid

Es un restaurante precioso y elegante, con un ambiente maravilloso. Fui a cenar aquí con mi novio, bajo reserva.

Nada más entrar, nos encontramos con un personal muy agradable, que nos dirigió directamente a nuestra mesa, sin ningún tipo de espera.

Nos dieron la carta y nos costó un poquito elegir ya que había varias opciones muy atractivas. Nos decantamos por el tartar de salmón y aguacate para comenzar, una decisión más que acertada, porque estaba de fábula. Después, pedimos espaguetis a la carbonara tradicional, y girasoli de calabaza asada. Espectacular y deliciosa toda la comida que elegimos.

El servicio fue perfecto, muy buena atención y trato por parte de todos los trabajadores.

Además, teniendo en cuenta que fuimos en agosto y hacía muchísimo calor, la temperatura en el restaurante era idónea, estuvimos muy cómodos.