Ocafú Sagasta. Taberna Gallega, Madrid

El servicio en Ocafú ha sido excelente, la comida típica gallega muuy buena!
Realmente un lugar para recomendar y probar!
Pedro el gerente se acercó a nuestra mesa y conversó con nosotros, vamos que tenía una borrachera que se caía y estaba duro como una piedra, pero fue verdaderamente agradable y educado, se preocupó por como la estabamos pasando. La verdad un gusto!

Muy bueno! El restaurante es muy bonito y acogedor. El servicio muy atentos y la comida casera. Recomendable!

Comida con amigos en Sagasta.llegamos a la hora de nuestra reserva y genial. Mesa en la zona de abajo, tranquila. Camareros atentos, pero. Oh. En media hora ya la sala llena. Y el caos. Estaban desbordados. Lástima. Comida excelente, sobre todo los entrantes para compartir, la famosa tortilla de Betanzos, eso sí, de patatas chips. Las vieiras, almejas, chipirones. Vino tinto para la carne llegó tarde. Pero, los segundos, fríos. No se puede servir una carne a la plancha fría. Y tener que pedirles que por favor la diesen un golpe de calor. En un chuletón resulta inaceptable. Los precios altos para las cantidades pero ya lo sabíamos. En fin, habrá que volver en diario.

Todo muy rico, recomiendo especialmente las carrilleras, la tortilla de betanzos, las croquetas y las almejas. Calidad precio está súper bien.

El producto que manejan es de calidad y el servicio muy profesional. La relación calidad precio es muy razonable.
Enhorabuena.

Fuimos con amigos de la universidad y nos gusto mucho, encima nos pusieron en una sala a parte y el trato fue muy bueno.

El plato estrella la tortilla sin duda. La mas rica que he probado hasta ahora

La comida está muy bien, recomiendo más que toda la Carrillera Estofada es un sabor de lo más especial.
El lugar es muy acogedor, los clientes son la mayoría gente joven, tipo 30 años o menos, lógicamente es ruidoso.

The food was OK but the service was awful. From the start, the manager was very unpleasant and made random and nasty comments. He complained that people at the table were eating the bread before we ordered and therefore they wouldn’t be ordering as much food (they put the bread on the table). He pushed wine on us that we didn’t want and despite me telling the manager we only wanted one bottle, the waiter uncorked two at our table.

And as we were leaving, the manager didn’t have the courtesy to say goodbye or thank us for our visit even though we walked right past him. The waiters were no better. Unfriendly and uninterested.

We won’t be returning to OCAFU on Sagasta, or recommending it to friends.

Me ha encantado; la tortilla de patata espectacular; también muy rica la empanada, nada mazacota, ligera y sabrosa; carne también buena y el pulpo con poca patata cocida con bastante laurel, me pareció, me gustó algo menos. Postres ricos, la leche frita pelín densa. En general muy bien, volveremos.

Estuvimos cenando toda la familia y pese a que la comida estaba bien, el trato nos lo hizo un poco amarga. Sentimos como nos vacilaban cuando teníamos dudas sobre los platos (sobretodo por la tortilla que es muy recomendable pero cuando preguntamos ¿cómo de grande era? Porque había dos tamaños la respuesta fue “la grande es grande y la pequeña pequeña “. Nos retiraron los platos y al ponernos los nuevos casi nos los tira encima el camarero por la forma en que los ponía. Además que sentimos como tenían prisa por recoger nuestra mesa ya que quitaron todos los platos y dejaron al que quedaba cenando solo.
No volveremos a este sitio por el trato pese a que la decoración y los platos estuvieron aceptables.

Estuvimos cenando un grupo de amigos y desde el primer momento intuíamos que algo no nos iba a gustar. Un comensal no puedo asistir a la cena y el jefe de sala lo recalcó en numerables ocasiones haciendo comentarios que hacen al cliente sentirse señalado. Entiendo que lo vean como una reducción en la cuenta a cobrar, pero, sinceramente, no me pareció apropiado.

Las raciones bastante escasas y en las navajas que pedimos, había bastante tierra.

Pedimos varios postres, entre los cuales había unas filloas que llevaban demasiado caramelo, evitando que se pudiese apreciar ningún otro sabor.

Fui de comida de empresa, me aseguraron que podía comer la carrillera, que no contenía gluten, pero más allá de ser cierto, me puse malísima con un ataque de los fuertes, deberían tener cuidado con las intolerancias y alergias, informándose directamente en cocina que ingredientes lleva, es algo muy serio ya que la vida de una persona depende de la información que dé el camarero.por otro lado el espacio entre comensales muy reducido.

Precio algo elevado para lo escasos que resultan algunos platos. Estaba todo rico excepto los postres. La tarta de Santiago es más bien un bizcocho (algo seco) de limón.