Ochenta Grados Montecarmelo, Madrid

Este restaurante sigue siendo uno de mis favoritos, ya que ofrece sabores exquisitos y gratamente sorprendentes. Sin embargo, mi decepción salió a la luz cuando quitaron los ñoquis del menú diario. Por favor, tráelos de vuelta; ¡Fueron lo más destacado que no debe perderse!

Estupenda relación calidad precio.
Experiencia muy aconsejable.
Curioso menú del día.
Estupendos postres.

Un restaurante muy recomendable, ya conocía sus locales de Las Tablas y Malasaña pero me quedo con este porque el espacio es más amplio (sobre todo si te toca una mesa para más de dos personas y con sofá). Los platos de la carta son todos 100% recomendables, el precio es bastante aceptable en relación con la calidad. Los emplead@s son muy amables, quizás se echa en falta alguno más en sala porque a veces están un poco desbordados al haber dos turnos de comida y dos de cena donde todo el mundo pide de forma simultánea.

Servicio rápido, atento y comida rica.
El único pero: la cerveza Amstel, tendría que haber otra opción al menos!

Lo más recomendable es comer el menú del día. En concreto este ochenta grados de montecarmelo está decorado muy bonito

Menudo descubrimiento! Por fin abren un restaurante en Montecarmelo que lo tiene todo… La decoración, el ambiente, el servicio, la limpieza y la comida… todo de un 10.
Recomiendo probar el tinto de verano que llaman distinto, las empanadillas de pollo al curry, el salmorejo con helado de parmesano, los gnoquis, y la croquetas de boletus.el postre me gustó uno que tenían de limón. Luego nos tomamos un daiquiri de fresa en la terraza. La verdad es que disfrute mucho. Volveré

No defrauda, la comida siempre es de 10!
Pongo un pero al servicio, que estuvo mas lento que en otros de sus locales, ya que sirvieron antes a una mesa que llegó después de la nuestra

Sabor y presentación muy buenos. Servicio rápido y atentisimo. De lo que probamos destacaría el Salmorejo con helado de parmesano y los ravioli chilicrab, plato con sabor a Tailandia riquísimo.
Platos muy pequeños para su precio.

Como siempre, 80 grados no decepciona. Sin embargo, nos sorprendió la atención en este local. De todos los 80 grados que hemos visitado, este ha sido con diferencia en el que hemos conseguido atención más amable, diligente y cercana. Nos hicieron sentir a gusto y como en casa. La comida divina como siempre, y el local amplio, con mobiliario cómodo y agradable. Volveremos seguro.

Comida muy rica, servicio atento y rápido. De momento no he pedido nada que me decepcione. Hasta su distinto de verano me encanta!

Lo único que no me gustó fue que nada más entrar nos dijeran a que hora debíamos irnos. Por lo demás la comida muy rica y el sevicio amable y rápido. El restaurante bien decorado. El baño unisex, muy original. Limpio y bonito

Nos cancelaron la mesa y se la dieron a otro grupo que no tenía reserva. El retraso por nuestra parte fue mínimo, 12 min, y resultado del mal aparcamiento de la zona. No se molestaron ni en contactar con nosotros a través del teléfono, y en el email de confirmación no indicaban esta política de cancelación por su parte.

El local está muy bien ambientado. Los viernes y sábados noche acompañados con DJ.
Buen servicio y platos bien presentados, con una gran variedad, aunque tampoco son para tanto.
Indispensable reservar.

Hemos estado comiendo en este restaurante. Tienen 2 turnos de comida, nuestra reserva era a las 15.30h. El restaurante es muy bonito, muy moderno y con una decoración muy chula. La comida muy rica y sale muy rápido.
Lo mejor los huevos trufados, y raviolis de chilli crubs.

Pero he de decir que el tiempo de comida es muy escaso. Cuando no llevábamos ni 50 minutos sentadas y estábamos comiendo vinieron a pedir los postres porque cerraba la cocina, que entiendo que tengan que irse.pero entonces no deis turnos de comida a las 15.30 si a las 16.20 cierran la cocina. Y cuando les hemos dicho que habíamos llegado a las 15.30h, nos han respondido que ya llevábamos 1 hora allí. Perdone usted por tardar 40 minutos en comer.
A las 17.00h ya estaba todo el restaurante vacío. Así que si quieres comer con un poco de tranquilidad, no es recomendable. Una pena porque la comida nos ha gustado mucho.

Un sitio muy agradable. Cuidan los detalles.
Comida muy rica, genial para ir a compartir.

Me encanta el menú. Ofrece varias combinaciones de sabores muy interesantes, y a un precio muy razonable. He venido varias veces. Quizá sería interesante ver algunos cambios en el menú del día con el tiempo, para dar más variedad.

DECORACIÓN Y AMBIENTE: 4
COMIDA: 3
TURNOS PARA COMER: 1 - te dan solo una hora para comer, y en fin de semana una hora y veinte minutos

Como digo, el ambiente y la decoración son muy chulos, techos altos, iluminación que no agobia. Las mesas están bastante pegadas unas a otras pero te haces a ello, escuchando las conversaciones de mesas vecinas.
Lo que no nos gustó nada es que te dan solo una hora para comer (te lo avisan al entrar) pero una vez que ya estás allí no te vas a ir (menos en un día de lluvia) así que entramos a comer con los amigos sabiendo que a la hora nos tendríamos que ir por lo que la velada y la sobremesa serían muy cortas.
La comida es original, los platos son muy pequeños todos (menos el postre que es con lo que en realidad la gente termina muy “llena”), pero no todos están bien logrados, paso a detallar:
- eclair de parmesano con steak tartar - muy normalito, ni la base de masa con parmesano ni el steak tartar han sido memorables
- salmorejo con helado - rico y original
- croquetas normalitas
- huevo trufado (en teoría plato estrella) resulta muy pesado y cansa a las pocas cucharadas, no lo recomiendo
- falso risotto - no nos gustó nada, tenía arroz inflado, incomparable con el falso risotto de alright
- hamburguesa cantonesa - Rica, pequeñita pero rica
- ñoquis - de los mejores platos que tomamos allí (y eso que normalmente no nos dicen mucho)
Los postres:
- espuma de limón, muy rica
- tarta de queso, normalita, y el caramelo salado bastante malo
- leche con galletas, rico pero muy pesado

En general, un sitio normalito en cuanto comida, con una propuesta gastronómica poco interesante para compartir con amigos ya que te echan muy pronto del local

Los precios los tenéis en la web, en general unos 6€ cada mini plato (euro arriba, euro abajo)

La cena y los platos son muy original pero los precios algo desorbitados. Mucho ruido en el local para estar cenando, no se puede mantener una conversación ya que hay hasta un DJ desde temprano. No repetiría

El menú es excelente. Es lo que probé. No te dejes engañar por lo de “mini platos”, al final todo el menú resulta abundante. El servicio muy bueno.

Sitio a muy buen precio para cenar y compartir platos pequeños y bebidas con un toque moderno sin ser pretencioso. Las porciones son pequeñitas pero al pedir varias te quedas estupendamente.