OYO Posada Peña Pintada, Cercedilla

Excelente lugar, los dueños son muy amables y te hacen sentir como en casa.
Muy pendientes de dar información sobre la historia del pueblo y la posada.
También te ayudan a elegir las rutas.
Fuimos con nuestros perros es ideal para ir con ellos.

Experiencia inolvidable gracias a la encargada, Mariola, que estuvo súper atenta en todo momento para que nos sintieramos como en casa! Sitio bien emplazado, muy limpio y desinfecta do. Nos midieron la temperatura, gel hidroalcolico. Todo pensado al milímetro para que el alojamiento sea lo más agradable posible.

Tanto el sitio, como los dueños y la posada tienen algo especial. No todos los días se aloja uno en una posada de más de 250 años, habitada previamente por ejércitos de otros países y con tanta historia!

Los dueños encantadores y muy buen servicio. Las habitaciones muy limpias y con todo equipado para hacer la estancia mucho mejor. Muy cerca de la estación, lo que es bueno si vienes en tren a visitar Cercedilla. Volvería sin duda.

Le pondría más de 5 estrellas pero no me deja ponerle más. Un lugar maravilloso para pasar unos días en la sierra y conocer estos preciosos pueblos y lugares de la montaña de Madrid. El matrimonio que lo lleva es encantador, siempre hace todo lo posible para que estés lo más cómodo posible. Te guardan las maletas a la entrada y salida, a nosotros nos subió una cubitera para tener fría el agua e incluso le ayudó a mi novia a curarse una ampolla. El sitio es inmejorable, en la misma puerta de la RENFE, con una cafetería con comida riquísima y barata. Era una pena que no estuviera incluido el desayuno por esto del COVID pero de verdad que para desayunar no te vayas a ningún otro lado. La tosta de jamón que vale 2,5€ está buenísima, y por 4€ con un desayuno continental te vale más que de sobra para aguantar las largas rutas y caminos por la montaña. Visita obligada a la cafetería/restaurante y la mejor casa Rural de toda la zona. Nos quedamos una noche más de lo que habíamos reservado de lo agusto que estábamos. Volveremos!

Muy ordenada y sigue el protocolo covid.
Los caseros son muy amables en todo momento con el cliente.

Un alojamiento muy acogedor en una casona de 150 años de antigüedad. Pocas habitaciones, lo que le da un carácter intimo o tranquilo al lugar al coincidir pocos huéspedes al mismo tiempo. A pesar de que admiten mascotas y coincidimos con dueños que traían perros pudimos descansar muy buen por las noches.
Dispone de una terraza-jardin maravillosa donde se puede comer al mediodía o cenar al anochecer al aire libre, ideal en temporada de verano.
Para los días frescos dispone de un comedor interior con chimenea, en donde además, de modo ocasional, se realizan tertulias literarias.
El entorno es muy agradable, al pie de la sierra de Guadarrama, y muy cerca de la Posada se puede acceder a varias rutas de montaña fácilmente accesibles para senderistas, incluso los menos experimentados, de las que destacan la ruta Puricelli y la ruta del agua.
Finalmente y de modo especial, destacar la gran amabilidad de sus dueños, que tratan constantemente de hacernos la estancia muy agradable: Mariola, encantadora, encargada de la recepción y coordinación y Javier, al frente de la cocina, experto arrocero, que nos preparo nada más llegar un delicioso arroz.
Estuvimos alojados tres noches y se nos hizo bien corto. Sin duda repetiremos.

Trato inmejorable, habitación muy limpia y acogedora. Buenos exteriores y terraza. Además cerca hay buenos sitios para dejar el coche.

Lo recomiendo!

Lugar muy agradable y personal muy amable.
Muy recomendable tanto para alojarse como para tomarse algo en su cafetería

Sentirse mejor que en casa! La mejor anfitriona es la recepcionista, querida y encantadora contando la historia de la casa. Un 10 para ti.

Excelente sitio para comer o cenar, personal muy amable y atento en especial el padre.
La hamburguesa muy rica 12€, tosta de jamón 2,5€

Casa rural encantadora donde se duerme como nunca gracias a la paz y frescor de su jardín; y se come de maravilla.

Zero sobre cinco. Me parece que la mayoría de las reseñas aquí deben ser falsas. Al intentar hacer una reserva por teléfono después de que no contestaron a mi correo electronico, la persona quien contestó el teléfono fue alguien increíblemente maleducado. Al principio me pareció un joven maleducado - pues pareció que casi no quería contestarme - pero me dijo que lleva quince años haciendo eso! Basta decir que no es el tipo de persona en quien voy a confiar con las detalles de mi tarjeta de crédito.

Este lugar es muy bueno en relación calidad precio, el trato es excelente e inmejorable. Los dueños son guías de montaña y además ofrecen un gran número de rutas guiadas por la zona. El desayuno con bollería casera es muy bueno, las habitaciones son muy bonitas y cuenta con bonito jardín asilvestrado pero cuidado con una gran variedad de árboles y plantas. Está muy cerca de la estación de Cercedilla, por lo que es muy accesible. Repetiría sin duda, lo recomiendo totalmente tanto para una escapada como para más tiempo.