Paco Pastel, Madrid

Un clásico altamente reconocido por su excelente surtido de pastelería, bollería casera y pan de levadura en una cafetería con bonita terraza acondicionada en la que resulta muy agradable merendar en buena compañía.
No olvides probar las bizcotelas, que son un dulce tradicional del monasterio de San Lorenzo del Escorial hecho a base de bizcocho húmedo con rica yema pastelera y cobertura de chocolate.
Sus torrijas han sido premiadas en 2021 como la mejor torrija tradicional de Madrid por la Asociación de empresarios artesanos de pastelería y panadería de la Comunidad de Madrid. También son muy ricas sus palmeras de chocolate, y sus bizcochos caseros y magdalenas.
Además tienen productos aptos para celíacos.
Todo un placer para los más golosos y amantes del dulce.

Cafetería y pastelería. Impresionante lo buena que está la repostería que elaboran. Buena atención al cliente. Lástima que el espacio para mesas del interior sea algo pequeña. Gran terraza con bastantes mesas pero en invierno con el frío. Volveré

Hasta ahora era una de nuestras cafeterías habituales en San Lorenzo.
La atención al cliente en comparación con otros tiempos deja mucho que desear y la relación calidad -precio también.
Os dejo el detalle de un desayuno con tostada de tomate y “jamón”.

Estuve hace unos días en san Lorenzo del escorial y no podíamos dejar d pasar por una d las mejores pastelerías que tiene, con sus torrijas, palmeras, bizcochos artesanos y demás bollería y sobre todo la atención tan amable del personal y sobre todo de un chico colombiano que nos aconsejó súper bien, súper recomendable

Un poco decepcionada he comprado las bizcotelas y al abrir la caja quedaba el hueco de una han reducido mucho el tamaño.

La comida está buena algunas están duras pero las camareras es otro nivel cuando fui nos miraron 40 veces y no nos atendieron paso media hora hasta que por fin nos atendieron

He estado en esta pastelería varias veces con mi padre. Tiene mucha variedad y está todo buenísimo. Excelente lugar para tomar un café con dulces.

He de decir que el equipo que había esta tarde me ha asombrado, la chica del mostrador parecía que tenía 4 manos, estando sola se hacía con todo! Es la personificación de la amabilidad y la atención al cliente. Siempre está dispuesta a ayudar y asegurarse de que tengas la mejor experiencia en el establecimiento, ya que su sonrisa contagiosa y su actitud servicial te harán sentir bienvenido y valorado. También recalcar que en la cafetería no se quedaron atrás! Había dos personas y una cola que se salía por la puerta la verdad. Un equipo dinámico y encantador que han hecho que la experiencia sea inolvidable. Con su combinación de talento y calidez, te conquistarán desde el primer momento, os lo prometo.

Sinceramente voy bastante poco al Escorial, pero sinceramente pregunté y me hablaron muy bien de esta “pastelería”, el caso es que desde que la probé no he vuelto ni pienso volver a entrar ya que sus productos no eran atractivos y si tengo que hablar de su sabor no tengo palabras para describir semejante bazofia, la pastelería si se le puede llamar así y no la zona de Hojaldres del Alcampo sinceramente no la recomendaría, allá vosotros.

Me recomendaron este sitio por las bizcotelas.
Y la verdad es que son buenísimas.
El resto de productos del mostrador, con una pinta increíble con ganas de probarlo todo.
Solo dos pegas, en el local hace un calor terrible, y la dependienta que nos tocó en mostrador fue muy borde.
Quizá tenía un mal día o estaba agobiada, pero no tiene porque pagarlo el cliente.

Un amigo nos ha traído palmeras y bollería de esta "pastelería", siempre nos habla bien de ella. Yo que tengo buen paladar para los dulces, que soy del oficio, como decirlo.bueno, es baja calidad, lo que viene siendo pastelería congelada. La artesanía no la veo ni la saboreo por ninguna parte. Lástima mi amigo que lo trajo con toda su buena intención.

Muy buena cafetería tanto lo dulce como lo salado, Miguel muy atento les felicito un sitio obligado para volver, les felicito

Decepcionante, desconozco si antes era una pastelería familiar pero ahora se parece más una franquicia de comida rápida. Palmera de chocolate mazacote, buen chocolate pero hojaldre duro, de poca calidad. Croissant hueco, parece más un granier que un croissant de mantequilla artesano. Chocolate para tomar líquido, sin espesor y sin sabor. Se salva la torrija y la terraza con calefactores. Mientras se ha ido expandiendo la "marca" y con la demanda exagerada que se ve tienen, se ha perdido calidad por el camino.

Paco Pastel, ha inaugurado hace algunos meses, una cafetería donde también puedes comer, en un sitio privilegiado la Casita del Príncipe en el Escorial, frente de la estación de tren, me habían hablado que se estaba y comía muy bien, no lo comprobé hasta ayer, tengo que decir, la atención exquisita por los empleados que nos atendieron, muy amable el camarero, ya eran casi las 16 horas y no tuvimos ningún problema para que nos sirvieran algo de comer. Ellos se especializan en repostería pero confirmo que también consiguen grande sabores con los platos salados, un menú diario entre semana con muy buena pinta y una carta con precios muy razonables, el postre estaba exquisito, pero me sorprendí de lo rico de los platos que comimos, atendidos y servidos muy rápido y en un sitio muy agradable, con una terraza maravillosa donde puedes estar al solecito y dentro consigues estar en un espacio luminoso y agradable. Lo recomiendo cuando hagáis una visita al Escorial y repetiré pronto me quede con ganas de probar las hamburguesas!

Parece q te hacen un favor por atenderte. Fatal. Las tartas son bases precocinadas. Para no volver.

Famosa palmera estaba vieja.
Los buñuelos no tienen nada de especial, tampoco estaban frescos.
El café es malo y lo entregan frío.
La atención espantosa pues solo hay una persona para 15 mesas. Completamente ilógico.

Mucha variedad y calidad. Siempre está lleno de clientes y los tiempos de espera suelen ser largos, a pesar de tener mucho personal.

La comida no está mal del todo, pero la atención por parte de una de las empleadas fue muy desagradable

Clente de hace años, este año hemos tenido varios problemas. La atención, han puesto personal sin formación, empaqueta mal el producto y se daña. En San Isidro las rosquillas quemadas y se lo perdonamos, ayer los buñuelos en caja, llegaron espachurrados, con mucho aceite, una bayonesa también quemada. Y pesa el producto después de envolver. Deben volver al funcionamiento anterior o perderán la clientela. Las bizcoltelas, huesos de santo buenísimos, pero lo estropean con ese servicio y productos quemados que no deberían salir a la venta

De ha esto y hacer la mili en Azerbaiyán hay un pequeño paso, la falta de respeto y profesionalidad, deja en evidencia este local e ido por pena más que por la comida no vuelvo