PANELA & CO, Madrid

Fuimos el jueves de Halloween después de comer en la oficina porque un par de compañeros querían tomar café y no conocíamos la zona, por lo que probamos en este y la verdad es que nos encantó.

El local estaba muy bien decorado y nada más ver a uno de los camareros pensamos que se había caído con la moto o similar, de lo bien maquillado que iba. Pidieron dos cafés y nos sentamos en barra y luego cogimos una botellita de agua con unos vasos para beber y la verdad es que estuvimos cómodos.

Me encanta Panela & Co. Comida rica, casera y sana, muy buen ambiente y música, personal muy atento. Soy muy fan de sus Huevos Benedictinos. Es mi plato favorito y lo pruebo en todos los países a los que viajo, pero ninguno como los de Panela & Co. Recomendable 100%

I had Panela & Co cater for a work event we had in Madrid and the catering was a success! The store manager Eduardo was very accommodating (especially for communicating back and forth via email to the U. S.) and the catered food was really good. Thank you Eduardo and Panela & Co!

Tuve Panela & Co para un evento de trabajo que tuvimos en Madrid y el catering fue un éxito. El gerente de la tienda Eduardo fue muy servicial (especialmente para comunicarse de un lado a otro por correo electrónico a los EE. UU.) Y la comida preparada fue realmente buena. ¡Gracias Eduardo y Panela & Co!

Refugio Neoyorquino en Madrid.
Fuimos a desayunar un Brunch y sin duda uno de los mejores de Madrid, desde la atención a la calidad! Tiene productos muy variados y elaborados al momento! Una pasada! Pedimos un "Detox" y un "Mi" y todo perfecto, os dejo una foto con cafés, panier, huevos benedictinos, zumos. Gracias a los camareros por la atención de 10.

Buen sitio para desayunar, lo que mas me gusta es la variedad hay para todos los gustos, sano y no tanto, pero todo muy rico. Se nota la calidad. Raciones pequeñas para mi gusto. Pero igual porque soy una fanatica de los desayunos contundentes y por tanto tengo que decir que las tortitas estan bastante logradas solo que para la proxima las pedire con el sirope aparte que era como pensaba que eran y no, me las dieron con demasiado sirope tanto que no pude comerlas.

Gran concepto y cosas muy ricas. Recomendables los huevos benedictine como plato y como menú el de brunch. Ricas tartas (más de 4 € la porción). Como detalle feo no entendemos el motivo por el que el camarero que nos cobró (el pago se hace en caja al pedir la comida) no nos dio el ticket (ninguna de las dos ocasiones que nuestro grupo pidió), detalle a corregir de modo inmediato.

Ambiente bien vintage y agradable. Menú variado y delicioso, Ensaladas bien preparadas y con ingredientes frescos y de calidad. Atención y servicio cercano y amable.

Ya habíamos estado 1 vez hace años y la comida nos pareció estupenda.
Una pena que hoy en día su organización sea pésima, gente comiendo de pie cuando hay sitios libres, personas esperando hasta 30 minutos para ser sentados habiendo hasta 3 y 4 mesas libres. Solo admiten reservas de 4 personas para arriba lo que les hace ser ineficientes, ya que en el tiempo de espera a que esas reservas lleguen tienen las mesas sin utilizar. Además muchísima gente sentada sin atender mientras las 6 personas que trabajan en el local charlan tranquilamente sobre como solucionar el gran problema que tienen con su gestión de mesas y reservas. Al final decidimos irnos y no repetir la experiencia. Deja mucho que desear.

No puedo valorar la calidad de los productos, tan solo las pocas posibilidades que los camareros ofrecen. Con muchas ganas de probar el brunch nos presentamos en el local totalmente vacío, y solo nos ofrecen la mesa junto a la puerta o bien alineados en la barra también a la puerta del local. Preguntamos si no es posible ocupar otra mesa y simplemente se encogen de hombros.ni una explicación (¿había que reservar? ¿Estaba todo reservado, aunque estuviera vacío en ese momento? ¿No se admiten niños?). No creo que volvamos a intentarlo.

Fuimos el sábado 23 de marzo, eramos 2 personas al llegar nos atiende una camarera de gafas, nos sienta y muy amable nos explica la carta, y los menús de brunch eligimos el de 19 euros, pedimos en caja, los chicos nos traen todo a la mesa super rapido, el cafe y limonada casera muy buenos, pero los huevos benedictinos con salmon y aguacate una pasada, con seguridad volveremos.

Lugar con encanto, muy bien decorado, camareros atentos, el cafe una maravilla, fuimos al brunch de los sabados y nos encanto, os recomiendo los huevos benedictinos, volveremos sin duda.