Parador de Chinchón, Chinchón

El trato humano por parte de todos excepcional. Temperatura de las habitaciones muy buena. Restauración exquisita. Muy recomendable. Fuimos con siete niños pequeños.
Volveremos

El restaurante era excepcional, cenamos y desayunamos. La selección de vinos fue muy buena. Uno de los mejores paradores para comer. El personal fue muy servicial, amable y profesional.
Precioso jardín y piscina, ¡pero demasiado frío para mí en noviembre!

Sitio encantador ubicado en el corazón de la villa antigua.
El edificio tiene un encanto especial

Pregúntamos para tomar una copa despues de comer y nos dijeron que sin problemas, que nos atendian en mesa. Tras media hora esperando en mesa volvimos a preguntar y nos volvieron a decir que esperásemos en mesa ya que atendian al instante, viendo como a la mayoría de mesas las atendian pero a algunas que estabamos en el patio interios ni si quieran nos miraban. Acabamos yéndonos a otro lugar, una pena ya que creo que paradores no merece ese servicio. No puntuó con menos por que realmente el sitio es precioso, pero el servicio nulo.

Solo estuvimos una noche, pero todo estaba impecable, cálida bienvenida, hermosos jardines, piscina con toallas impecables. El parador está en el centro de un lugar que sin duda merece la pena visitar. Es para volver y recomendar.

Precioso Parador, con un equipo amabilísimo, nos ha enamorado. La habitación superior es espectacular.

Sólo estuvimos en el precioso patio-claustro del antiguo monasterio tomando café. Entorno idílico, tranquilidad y ruido del agua De la Fuente. Al ir en día de diario estaba muy poco concurrido. Maravilloso momento de relax tras la visita al pueblo de Chinchón y la comida.

Antes de nada quiero decir que yo estoy empezando a disfrutar de la experiencia de los paradores y para todos aquellos q todavía no hayan tenido la oportunidad de hospedarse en uno me gustaría recomendarles q lo hicieran. Desde luego es muy diferente a un hotel, el cuidado del personal, los detalles, el trato, el ambiente.no tiene nada q ver. Más allá de estrellas o calidad hablamos de lugares únicos. En el caso del Parador de Chinchón es un antiguo convento y aunque restaurado guarda toda la esencia de sus orígenes. Sus habitaciones especiales, aunque pocas veces están disponibles y yo no he tenido la suerte de poder hospedarne en ninguna de ellas, son espectaculares y sus jardines son maravillosos en cualquier época del año. En el restaurante se come realmente bien, lo recomiendo plenamente. En definitiva todo un acierto como elección.

Solo fuimos a comer y fue un acierto. Mucho mas tranquilo que en la plaza con un patio en el que se disfrutaba la comida con tranquilidad y un servicio excepcional.