Perrachica, Madrid

Fuimos cuatro personas a cenar un viernes, y nos pusimos todos malos.
Llamamos al restaurante y al grupo y no ha habido ningún tipo de comunicación por parte de ellos.
Mal servicio de atención al cliente.
No repetiremos.

Tengo sentimientos encontrados con respecto a este sitio.
La comida estaba muy rica y la decoración y diseño del sitio está muy bien.
Que tu camarero te sirva con la mascarilla al cuello y sorbiendo los mocos NO, que toque tu plato con su dedo para indicarte el tamaño de la tortilla NOO, que tarden casi una hora en servir los segundos platos, NOO, que la música del DJ empiece a toda caña a las 23: 30 cuando estábamos todavía cenando sin dejarnos hablar y se llene el local de gente a tu alrededor que te empujan mientras cenas, FATAL. Ambiente joven, guapo y con ganas de pasarlo bien.
Mi recomendación, cenar en el primer turno o pedir una mesa lejos de la barra y la zona de baile.

Las camareras super majas, pero servicio muy descontrolado y muuuuuuuuuy lento. Pedimos a las 14: 45, y a las 15: 35 aún no nos habían traído nada de comer. Hasta a la camarera se le veía apurada por el tiempo que estuvimos esperando. Nos dejó un plato en la mesa que otra mesa había rechazado para que comieramos algo. Una pena. Si la comida fuese espectacular, tienen un pase.pero es sin mas. Caro para lo que es.

El sitio está muy bien decorado, la comida está riquísima y el trato de los camareros también excelente. Si volvemos por Madrid no dudaremos en pasarnos otro rato

Muy malo, después de reservar un mes antes a las 23h, nos hacen esperar 45 min en la calle para entrar a cenar y nos sientan en una mesa al lado de la cocina.
Comida de batalleo y cara

La decoración y la música genial.

Nuestra experiencia se resume en esperar. Para que te tomen la comanda tuvimos que llamar numerables veces al camarero. La comida no es nada del otro mundo. El servicio es lento. Y la atención deja que desear.

Es solo apariencia.

Tomadura de pelo. El local bonito, urbanita, para gente ‘chic’ pero la comida pésima y carísima con presentación de hospital. Casi 100 eu por lo que comimos: unas croquetas llenas de bechamel, un salmon con verduras herbidas y una costilla de vaca angus llena de grasa

Un restaurante muy tranquilo y con buen ambiente, buena relación calidad precio, pedimos dos principales, un entrante y un postre para compartir y quedamos muy llenos, la atención fue buena y utilizamos el servicio de aparcacoches.

Hemos escogido este restaurante porque nos hablaron bien de él, y ahora que hemos ido podemos decir que es un excelente sitio para comer, con una decoración moderno e industrial que lo hace muy acogedor. El trato de los camareros ha sido muy buena, recomendamos platos y cantidad. La comida de buena calidad, la cantidad es muy justa, podría mejorarse aumentando un poco la ración. El precio se ajusta a la calidad y sabor de los platos. No hay menú del día. Totalmente recomendable.

Recomendable visita en Madrid. La comida estaba muy rica y el lugar es muy chulo. Además después de comer el restaurante se convierten en un local de copas con ambiente y música agradable!
Por poner una pega, el servicio quizás un poco lento.

Uno de los lugares de moda que sin duda destaca por la gente guapa que lo frecuenta y el diseño y decoración en el interior. Desgraciadamente ni el servicio (normal), ni la carta (demasiado básica en mi opinión) ni mucho menos la calidad de la comida (que estaba bien pero sin más, cero sorprendente) me parece que merecieran los casi 40€ que pagué por una entrada a compartir, un principal, un postre a compartir y una copa de Rueda. La tarta de zanahoria estaba especialmente floja, casi casi mala, y ya es difícil con lo popular que se ha hecho por todos lados. Y los 2,5€ por un mini mollete de pan me parecieron hasta abusivos.
En resumen, nada del otro mundo. A no ser que se quiera ir donde la gente guay va, no me parece que valga la pena.

Demasiado caro para lo que ofrecen. A mi llegada pedí una botella de vino ribera del duero con precio 26€, me abren la botella para probarla y comento que el vino está demasiado frío a lo que me contestan que ya se calentará, de nuevo insisto al mismo camarero que está muy frío y que si no me pueden cambiar la Botella, me dice que sólo la hay o caliente caliente o así con esa temperatura porque la cámara esta rota, a todo esto me he quedado con esa botella sin opción ninguna.

ESTOY 100% SEGURO QUE ES DE LOS MEJORES SITIOS QUE HE ESTADO EN MI VIDA, LA COMIDA ES CREATIVA Y MUY RICA MUY BIEN COCINADA, EL PRECIO ES INMEJORABLE, EL AMBIENTE, LA MUSICA DEL DJ, LA MUSICA EN DIRECTO, CREO QUE ESCOGIMOS EL MEJOR LUGAR DE MADRID PARA CELEBRAR NUESTRO ANIVERSARIO. 10 ESTRELLAS.

Perfecto para al que le guste "ser visto" comida OK. Me ha impresionado ver a un bebé de aproximadamente 4 meses hasta la una de la mañana, increíble.en más de una oportunidad la madre salía con el niño llorando en brazos para dormirle esquivando a la enorme cantidad de gente, juegos de bartender con fuego y jóvenes bebiendo y bailando. La gerencia NO debería permitir algo así. Yo lo pasé muy mal.

Teníamos reserva y tuvimos que hacer una hora de cola antes de entrar. El personal a la entrada súper borde. Y después de una hora nos dicen que tenemos que pagar 20€ cada uno más la botella de vino porque no queremos tomar una copa. No vamos a volver ni de coña!

El Pulpo a la brasa que nos trajeron estaba súper duro e incomible. Le pedimos al camarero que nos lo cambiara y efectivamente nos confirmó que había más gente que se había quejado. Después de que nos lo cambiaran, nos lo intentaron cobrar en la cuenta y se lo tuvimos que reclamar y nos lo quitaron de la cuenta.

La tortilla de patatas, ensaladilla rusa y risoto muy bueno todo.

El lugar es increíble, buena decoración, la atención de un mesonero en especial fue bastante grosero, irónico y lento. La mitad de los platos estaban muy ricos, la costilla estaba 20 pts, pero el pulpo estaba completamente duro incomible.
Creo q es cuestión de suerte.

Excelente atención, cocina buena a buen precio, un ambiente chic inigualable y una música estupenda. Todo perfecto para una agradable velada.

Ambiente agradable, servicio correcto, la comida muy rica (Taco de gambas, fideuá y tarta de queso) pero la sensación final agridulce, uno se siente estafado cuando te cobran por un trocito de pan 2,5 euros o por una cerveza corriente más de 4. Una pena.

Un lugar muy bien decorado al estilo industrial con techos altos, diáfano con ventanales grandes cubiertos con una cortina para dar una luz tenue al salón alumbrado con luces cálidas tenues, la comida deliciosa pero para mi gusto poca cantidad los precios un poco caros precio medio 25€