Posada El Campanario, Rascafría

Hotel de cinco estrellas si hubiese más estrellas le pondría más
Hemos pasado unos días maravillosos en Rascafría y parte de esos días maravillosos ha sido el hotel quizás lo más importante porque ha sido todo inmejorable

Todo Excelente, Personal encantador y amable, el desayuno un 10! Todo muy limpio y acogedor, la decoración preciosa y la cama no puede ser más cómoda, volveremos sin duda Gracias por vuestra amabilidad

Posada muy agradable y acogedora. Se nota que Beatriz pone toda su atención y cariño en lo que hace. Las habitaciones son amplias. El desayuno de calidad y muy generoso. Un sitio dónde ir para desconectar, alejarse de todo, para familias, parejas o para ir sólo. Nos gustaría volver:)

Hemos pasado un fin de semana estupendo. La Posada está ubicada en el centro de Rascafría, es grande y con espacios con el máximo detalle para que la estancia sea cómoda. Tienen información de la zona y Beatriz y Roberto son los anfitriones perfectos, simpáticos, muy agradables y atentos. La habitación era luminosa, con balcón y un baño con un gran jacuzzi. Sin duda repetiremos.

Sitio perfecto para desconectar. La habitación que nos tocó era perfecta, muy limpia, la cama era súper cómoda y con vistas espectaculares. La zona del patio es también muy chula. Realmente era lo que buscábamos para un fin de semana en pareja. El trato por parte de los anfitriones fue inmejorable. Estamos muy agradecidos! Y si dudáis de si escoger o no el desayuno, es una muy buena idea! Gracias por todo! Volveremos y os recomendaremos!

Un hotel rural encantador, nuestra habitación amplia y una cama cómoda. El desayuno estaba riquísimo, con una bollería casera y una tortilla de patatas muy buenas. Los dueños del establecimientos son muy amables.

Muy tranquilo, limpio y acogedor. Todo organizado con mucho detalle. Ideal para descansar. La cama super cómoda, la habitación quizás un poco justa.
El comedor es muy agradable.
El desayuno estuvo fenomenal, muy completo y todo muy bien preparado.
Lo mejor, sin duda, la atención de Beatriz y Roberto. Ha sido un placer conversar y compartir con ellos vivencias durante el desayuno.
Si volvemos, intentaremos repetir.
Muchas gracias.

Alojamiento rural muy tranquilo y con con bastante encanto, bien situado, los propietarios muy amables, excelente desayuno casero.

El sitio es muy bonito y las habitaciones muy confortables. Pero cuando llegamos allí no había nadie. Tuvimos que llamar y esperar a que la dueña nos abriera y allí nos dejó. Leí que había posibilidad de tomarse un te o un café allí y de eso nada. Allí no hay nadie para indicarte si la zona común se puede usar, coger una taza o utilizar el microondas. El agua de la ducha no sale caliente del todo. Y el desayuno fue lo que menos me gustó. No tenían fruta que es lo que yo tomo porque soy alérgica al gluten. Tenían tostadas, bollería y tortilla de patatas. No nos preguntaron si éramos de allí o necesitábamos orientación de la zona. El trato muy frío y poco acogedor. No creo que volvamos.

La casa, nuestra habitación, la cama (podría ser la mejor que hemos probado!), el desayuno.pero sobre todo Beatriz y su esposo hicieron que pasáramos un fin de semana inolvidable. Ánimo con tu nueva bici Beatriz!

Avisamos de la hora de llegada y la propietaria me dijo que llamara por teléfono al llegar ya que no hay recepción. Estuvimos esperando durante 25 minutos a que nos abriera alguien en el exterior, con frío. La habitación estaba muy bien, era tranquila y la cama cómoda. Escogimos una habitación con jacuzzi, el cual tenía varios mandos rotos y no funcionaba en condiciones. En relación al precio pagado consideramos que no estuvo a la altura de lo esperado.
El desayuno muy rico, a destacar la tortilla de patatas.

Maravillosa! La limpieza, la decoración, la comodidad. Todo está cuidado al detalle, y las habitaciones son mucho más bonitas de lo que parecen en las fotos Las vistas desde la habitación son preciosas, y los dueños muy majos. Recomendadísima!

Los hermanos son un encanto y su hostal de cuento de hadas. Fui con mi hija pequeña y tienen mucho detalles salimos encantadas

La habitación decorada con mucho gusto, en la cama se dormía de maravilla y el trato más familiar imposible, nos dieron todas las indicaciones y recomendaciones mejor q en una oficina de turismo

Está bien, tiene jacuzzi pero me parece un pelín caro ya que hay otros muchísimos más baratos. El desayuno que te ofrecen está muy bien

Ojalá hubiera opción de seis estrellas. Habitaciones cómodas y limpias, la decoración muy rural te hace entrar en una atmósfera de desconexión. Lo que más destaco son los desayunos (100% caseros, abundantes y ricos) y el trato de los dueños, que se preocupan de hacer tu visita sencillamente agradable. Un 10.

Un sitio muy acogedor espectacular el trato de la personas que trabajan en esta posada te sientes como si fuese tu familia estoy muy agradecido el doy un 100 de puntuación

La posada es bonita, decorada con detalle y la ubicación perfecta. Estuvimos en la habitación triple y es muy espaciosa, silenciosa y las camas muy cómodas. El desayuno fabuloso.
Los anfitriones muy atentos, nos dieron información sobre dónde cenar, que rutas de montaña podíamos realizar.y el último día, como teníamos que salir antes del horario del servicio de desayuno, amablemente nos dejaron preparado algo para comer y hacernos un café. Muchas gracias por todo.

EXPERIENCIA DE 10!
TRATO INMEJORABLE
UBICACIÓN PERFECTA
Fuimos a pasar el fin de semana, hemos estado súper a gusto, la casa es perfecta, cómoda, amplia, acogedora y súper limpia.
Los dueños un encanto, la casa es una pasada, no le falta detalle, por no hablar de lo delicioso que era el desayuno además de casero.
Aconsejable 100%
Nosotros volveremos sin duda a repetir la experiencia en la posada del campanario.

Estancia inmejorable. Los anfitriones un amor, muy atentos en todo momento. Pasamos una noche con desayuno incluido.
Por un lado, la posada era grande y rustica pero con toques modernos. La habitación era preciosa, muy limpia y cuidada. Toda una cucada de sitio.
Por otro lado, el desayuno fue increíble, café y zumo buenísimos, tostadas, bizcochos caseros y tortilla de patata RIQUÍSIMA. Todo natural y casero.
El trato de la anfitriona como del empleado increíble, super majos y atentos. Además el ambiente muy acogedor y tranquilo.
Volveremos sin duda.