PUB GENTLEMAN, Leganés

Ambiente muy agradable, camareros y dueño super simpáticos. Un sitio al que volveremos. La piña colada esta riquísima.

Gran bar y muy buena atención
camarero que nos atendió Fernando una bellísima persona

Precio elevado para un café de mala calidad, no lo recomiendo en absoluto. No puedo opinar de las copas porque no he estado por la noche.

El local muy limpio y elegante, bonita decoración. El camarero, ligeramente desganado aunque imagino que, siendo las 17.00 ya llevaba un montón de horas trabajando. Como asunto más negativo, el precio del café, 1.80€ para ser un barrio de Leganes y encima ser bastante mal café. Hay más bares en la misma acera que seguro serán más económicos. La decoración no lo es todo.

Que no te den el ticket de caja ya dice mucho de un establecimiento y de su personal… la comida estaba muy buena pero los precios no concuerdan con un desayuno normal en nada, nos dijeron cuanto era a lo que yo inconforme pedí el ticket de caja y no nos lo dieron porque supuestamente no iba nos dieron un papel escrito a boli, da hasta risa 13 euros? En fin un poco estafa todo porque son cosas que se hacen cuando el empleado roba

Buen sitio tanto para ir en pareja como en grupo. Buen ambiente, un servicio genial y un trato exquisito.

Pub Gentleman nunca falla. En compañía de amigos, los gerentes, pura cordialidad, cercanía y profesionalidad.
En Leganés, para el afterwork, el fútbol, la copa que desestresa, y la cervez que siempre refresca. Gen-tle-man

Lugar, sencillo como pub, agradable para tomar algo. Quiza podría ser más luminoso, aún así está bien

Un lugar con buen ambiente, para tomar una copa sin prisas. Los camareros muy atentos. Lo recomiendo.

Viernes por la noche, sobre las 12: 30, luminoso superior de la puerta con ABIERTO y entramos cuatro personas. Había solo dos mesas ocupadas en el interior, una de ellas con un grupo de unas ocho personas y la otra con cuatro.
Nos sentamos en una mesa, muy visible.
El camarero de fuera de la barra estaba recogiendo la terraza exterior pero salía y entraba, haciendo varias visitas a las otras dos mesas, aunque no le llamaban.
Después de estar bastante rato esperando, en una de sus visitas a la mesa de al lado le tuve que llamar dos veces y alzando la voz en cada ocasión porque ni nos miraba.
Si no quieren atender, que lo digan, pongan cerrado, nos lo digan al entrar, pero que no nos tengan allí sentados sin ni siquiera una mirada.
Somos gente del barrio, no era la primera vez que íbamos, pero en esta ocasión además estábamos con unos amigos que nos habían visitado y sentí verguenza por la mala atención mostrada.
No es la primera vez, porque en otra ocasión en la que fuimos por la tarde y nos sentamos en la terraza, bien visibles, ni salieron, nos fuimos sin que nos atendieran.
Es una pena porque el sitio tiene mucho potencial.