Religiosas Siervas de los Pobres, Madrid

Extraordinaria hacen una labor fantástica. Todo con amor y cariño hacia los demás.

Hace años que tuve conocimiento de ésta preciosa casita y de las personas *tan humanas* que la habitan.
Conocí a la Hermana Antonia, que me cautivó, por su humanidad, tan sencilla, siempre irradia alegría, siempre sonríe, es toda ella comprensión.
La hermana Angustias, (la superiora), debe de ser uno de esos*angeles que Dios dejó desperdigados por la tierra*, para ayudarnos a " levantar nuestro ánimo cada día, y las ganas de vivir".
Tengo ganas de poder llegar a conocerlas mejor, para poder (egoístamente lo digo), aprender,
cómo se puede llegar a ser tan felices, amando a los demás, y sin sentir rencor y hasta odio, por algunos. *seres*, que hacen sufrir tanto a otros con sus desprecios y maldades.