Residencia y Centro de Día ORPEA Madrid Sanchinarro

Los mayores entra andando y antes de 6 meses ya están en una silla de ruedas.

Llevé a mi padre por proximidad y poder ir todos los días. Estoy solo yo de familiar. Las instalaciones me parecieron buenas y la habitación que le tocó muy amplia. Pagamos algo más de 2400 euros al mes. 80 euros cada día.
Al poco tiempo de estar ahí empecé a ver las deficiencias. Muy poco personal. Imposible que puedan llegar a todo. Comida pésima. Mala calidad. Raciones mínimas. Mi padre está suelto continuamente. Ya ni le tratan. Si tienen dieta blanda no la dan porque no hay coordinación entre lo que se pauta y lo que realmente se ejecuta. Incluso he visto a gente de la calle ponerse el mandil y repartir platos, sin saber que es lo que tiene que comer cada uno.
Da igual que se sea diabético, dos primeros y dos segundos a elegir, con su correspondiente pan, el que haya. Jarras de agua con mugre pegada, incluso migas de la comida anterior. Pastillas encima de la mesa para que cada uno se sirva por si mismo.
He llegado a ver días con solamente dos auxiliares para todo el comedor. Médicos, salvo alguna excepción, con muy poca idea de su profesión. Malos modos, empatía cero. Alguna vez me he preguntado a mi misma en concreto sobre una de las médicas si tendrá algún tipo de psicopatía, no lo sé. Mucha rotación.
La residencia nunca ha estado bien pero últimamente es un auténtico caos. Es insostenible.
En el caso de mi padre con Alzheimer, hasta en 4 ocasiones he detectado que no le estaban poniendo los parches. Hoy ha sido la última vez. La primera vez me dijo el director que no tenían a nadie en farmacia. Yo aluciné ante la gravedad de esa afirmación. No hay encargado de farmacia así que no se hacen los pedidos ni se medica al paciente.
Después de eso una caja de 50 parches duró 30 días. Ese día detecté que no se lo estaban poniendo porque no había (le tendrían que estar sobrando 20). A pesar de que voy todos los días hoy ha sido el último día que he visto que no se lo han puesto. Donde están sus parches. Tiene receta electrónica.
Preguntas y nadie sabe nada todos te dicen que falta personal y es así porque yo lo veo. A parte no hay coordinación entre médicos, farmacia, comedor, auxiliares y resto de personal. Van como pollos sin cabeza porque son pocos, muy pocos para tanta gente con tantas necesidades específicas. Varios trabajadores del centro me han reconocido que no traerían aquí a sus padres.
Los abuelos tienen hora para ir al baño y para beber. Si le entran ganas a otras horas pues se siente. Las auxiliares tienen también que preparar el comedor o hacer otras cosas. No pierden ni un minuto. Estar en dos sitios a la vez es difícil.
Las infecciones de orina es " algo obligado" Algunos tienen suerte y se toman el antibiótico a otros no se les aplica aunque este pautado. Que se les de la medicación está en función de lo persistente que sea el familiar y con suerte.
En la planta 1 si pasas cualquier día sobre las 6 de la tarde y hasta las 9 o mas, te encuentras con un máximo de tres auxiliares para atender a unas 60 personas calculo. Es decir tienen que dar de cenar, llevar a la habitación, cambiar de ropa, asear, pañales y demás a unas 60 personas entre 3.así te encuentras grupos de abuelos por los pasillos solitos en sus sillas, grupos en la sala donde están todo el día solitos. Desolador. Mientras los auxiliares no paran. Me he equivocado. Espero poder sacarlo pronto y encontrar una solución. No es fácil. La cuenta de resultados del grupo Orpea va viento en popa. Los accionistas felices. La fiesta la pagan los abuelos y los familiares. Ofrecen fideos a precio de gambas y todo se traduce en negligencias continuas. Actualmente no hay ningún familiar que no se esté quejando. Vayas cuando vayas te vas a encontrar con alguien protestando. Familiares que están sufriendo en sus carnes y en la de sus seres queridos. Mayores vulnerables que muchas veces no pueden ni quejarse pero si lo hacen las secuelas de un mal servicio. El problema lo conocen. Falta de personal. Pero el negocio es el negocio. El dinero manda. La residencia ha tocado fondo

Veo que sigue igual, yo estoy esperando que me devuelvan la ropa que robaron a mi suegra, los audífonos y todo lo que pudieron.unos ladrones? !

No ingreseis a seres queridos en esta residencia, es infame, falta de personal y una muy mala atención sobretodo si la persona es dependiente para ciertas cosas. Que asco dan, a ver si respondeis, que veo que solo lo hacéis a reseñas con buena opinión, que por cierto creo que deben de ser de familiares del director etc.
Sinvergüenzas.

Está ubicada en un entorno agradable, fácil aparcamiento y atendida por buenos profesionales que se esfuerzan en el bienestar de nuestros mayores.

Solo tengo palabras de agradecimiento para ellos (Javier, Aroa, Ana, Nelly, Carmen, Emily, Rosa.) y muchos más que me dejo. La han cuidado y acompañado en la etapa más dura de su vida y de la nuestra y siempre nos han ayudado y colaborado con todo. En mi opinión 100% recomendables.