Restaurante El Sueño de Carmen, Madrid
Direccion | C. San Epifanio, 7, Madrid | ||||||||||||||
Telefono | +34 655 01 25 88 | ||||||||||||||
Horas |
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Sitio web | elsuenodecarmen.negocio.site | ||||||||||||||
Categories | Restaurante, Restaurante mediterráneo, Restaurante de cocina española | ||||||||||||||
Clasificacion | 4.6 16 opiniones | ||||||||||||||
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Restaurante El Sueño de Carmen opiniones
16Buen servicio gente encantadora buena comida sitio encantador muy recomendable el jefe excepcional
Todo es casero y de excelente calidad. Se percibe la autenticidad de la comida y el uso de materias primas de primera. El lomo bajo es espectacular, así como las croquetas y la tarta de queso. Altamente recomendado. Además, el trato de los camareros es muy amable.
Excelente comida y excelente servicio! ¡El lomo bajo nos lo recomendaron y no nos decepcionó!
Excelente trato, comida excepcional. Repetiremos. Ojalá que el "sueño " de tu madre Carmen siga muchos años.
Los torreznos salados, las zamburiñas minusculas y la carne ni fu ni fa pero la pagas como buena.para menu del dia a 16€ yo creo q muy bien, pero si pides de carta cae.
Tanto los entrantes como los platos principales no decepcionan. Recomiendo el risotto y el lomo bajo. Igualmente, se agradece que admitan mascotas, que es algo poco habitual en Madrid
Uno de los nuevos proyectos en Madrid. Una propuesta sincera de mercado, de las recetas de siempre con la única pretensión de consentir a sus clientes. Súper recomendable. Tienen un vinazo de Navarra Prado de Irache que es sorprendente.
Buenísimo trato y la comida muy rica. Siempre que venimos a la oficina y decidimos salir a comer, venimos aquí. Muy recomendable.
Nos atendió alguien diferente y no era tan amable como el chico de siempre. La comida bien
Un gran descubrimiento este sitio, que encontramos buscando restaurantes "Pet friendly", es decir, buen rollito con kas mascotas, con las que puedes comer tanto dentro del local como en terraza. Elegimos terraza x el tiempazo que hacía. La ubicación es algo rara, pero precisamente por no pasar muchos coches, era más agradable. Eso sí, era domingo. Hay un parking al lado. La comida estuvo buena de principio a fin. Empezamos muy arriba con las croquetas de trufa y cabrales, son muy top, crujientísimas, cremosas y con el punto justo de sabor en que percibes ambos sabores, pese a la intensidad de ambos. Seguimos con mejillones a la marinera, que, particularmente fue lo que menos me gustó de todo, estaban bien pero no notables, ni las piezas en sí ni la salsa, que tenía un sabor algo invasivo que no logré identificar. Las revolconas con huevo escalfado y torreznos, muy ricas, la yema enorme dió mucha más cremosidad al conjunto.preferiría los torreznos algo más grandes. El rape estaba perfectamente cocinado y me encantó el bacalao rebozado con, un acierto, su acompañamiento de bastones de boniato asado, deliciosos. Los calamares buen sabor, bien fritos y tiernos. Los postres caseros, muy correctos, mejor la tarta de queso, con sabor a queso de verdad y semiderretida en el centro, que el tiramisú, porque en éste eché de menos que supiera más a café y que los bizcochos estuvieran más empapados de licor.estaban algo durillos. Pero se comió a gusto igualmente. El servicio rápido y muy amable. Nos encantó porque además había muchas cosas con pinta estupenda que se quedaron sin probar. Volveremos.
Pedimos las croquetas de trufa, lomo bajo y el rissoto. Todo riquisimo, seguro que volveremos otro dia a a probar todo lo que nos falta.
No son las mismas patatas bravas cansadas. Recomendamos: todos los postres, mariscos, alcachofas a la plancha. Menú solo en español, servicio en su mayoría.
Muy buena comida y servicio excepcional a precios razonables. Los huevos rotos con morcilla están cojonudos.
La comida muy rica, el único pero que pongo es que me sentí muy presionada desde que llegamos y los plato llegaban de dos no podíamos ni hablar de tan rápido que tuvimos que comer.
Las croquetas brutales, el rape super fresco, el tartar fantástico y el arroz meloso de marisco lleno de sabor. Hasta la pasta de la niña estaba rica.