Restaurante Ferreiro, Madrid

La comida y el sitio están bien, pero la publicidad de ofertas es engañosa, a mi me enviaron un email como cliente habitual a mi móvil diciendo "oferta de agosto 50% de descuento en carta, no en 1/2 raciones ni en bebida" fuimos tres personas y pedimos primeros, segundos y postres y al pedir la cuenta no me hicieron el 50% en los postres, reclamé y me lo volvieron a negar. Los postres estaban en la carta como lo demás. Eran 11€ y no es por el dinero, porque se lo habría dejado hasta de propina, pero lo que no me gusta es que me engañen. Iba a salir contento y me chafaron la velada, una pena, me pensaré muy mucho volver.

Todo sobresaliente, materia prima y elaboración como los mejores y el personal educadisimo.volvere pronto

Para mi gusto, el mejor restaurante de Madrid, por su ambiente, amabilidad, atención. La gastronomía, exquisita, es para sibaritas. De precio elevado, pero la calidad se paga.

Local típico de la zona de Orense/Bravo Murillo, junto con otros restaurantes de alto standing tradicionales de toda la vida. No había ido y la realidad es que tenía cierta reticencia/prejuicio tanto por el precio (caro o muy caro) como por la comida (buena pero sin ser excelente) y la verdad es que estaba ciertamente equivocado. El precio es medio-alto pero no más que otros sitios en Madrid (además tienen un menú bastante completo por 35€) y la calidad de la comida, sin florituras eso si, me pareció muy muy alta. Tanto las croquetas de fabada y jamón, como el entrecot (parecía un solomillo del tamaño) como el resto de platos estaban muy buenos y el género era de calidad. Probamos el cachopo que venía con el menú y estaba buenísimo. Buena experiencia y volvería tranquilamente. El servicio muy bueno y atento.

Restaurante asturiano clásico en Madrid, creo que lleva 40 años. Fabada como plato bandera, por eso he vuelto para probar los otros platos.
En todos se nota ese punto de cocina de siempre, de bien hacer salsas y guisos y de buena materia prima.
Recordar una ventaja, las medias raciones te permiten probar más platos y que la factura no se dispare, ojo que lo bueno no es barato.
Alcachofas naturales (cortadas finitas y a la plancha) Verduras con bogavante, Bacalao al pilpil, Chipirones de potera.
Todo buenísimo y de postre torrija con helado de turrón y mi favorito Arroz con leche, riquísimo.
Y sobre todo -reservar-, se llena con mucha frecuencia.

Elegante muy bien servido y todo delicioso
Lo visitamos durante el mes de los callos y salimos por 30 euros.

Un asturiano al que sus clientes habituales rinden culto. Buena cocina, buen servicio, precios no excesivamente altos. La calidad de los productos reseñable.

Al final lo mismo que en algunos retaurantes de la vieja escuela cobraron casi 3,00 euros por comensal por cada barrita de pan en un menú de 30,00 euros en el mes de los callos. Anuncian botella de vino y luego eran solo dos copas por comensal. Los callos, muy regular y nada especial, el vizcocho de postre con mucho sabor a harina. Lo peor de todo el trato vejatorio y despreciativo del propietario al desaprobarle el cobro del pan en el menú.

Restaurante acogedor, buenas raciones y buen género. Fuimos un grupo de 20 personas, comida de empresa, personal ama le y productos típicos de la comida asturiana. En general todo fue bien, menú a 38 euros bien ajustado para lo que comimos.