Restaurante Francisca, Madrid

Comida excelente. La dueña comparte simpatía e información sobre los platos. Ambiente un poco vetusto, pero hasta eso le da encanto.
Preparan el bacalao de muchas y muy ricas maneras. Las albóndigas con salsa de sepia son un plato sublime. Y no decae en los postres.
Buena relación calidad precio. Muy recomendable.
¡Ah! Y es completamente accesible. El salón está en planta de calle, y no hay que trepar o hacer espelelología para usar el servicio.

Descubrimiento en el centro de la ciudad. Aparte de la simpatía y amabilidad de todo el personal (con honores para la dueña), es de destacar el buen hacer de la comida que sirven. Desde cualquier especialidad de bacalao hasta unas carrilladas espectaculares, pasando por unas migas contundentes para empezar. El trato y servicio es inmejorable, y las cantidades de los platos, para no dejar a nadie con hambre. Un lugar delicioso para repetir una y otra vez.

Espectacular.

Comida de calidad amenizada por la dueña, Carmen. Muchas historias y anécdotas que merecen la pena ser escuchadas.

Comida rica y casera, atención muy agradable, el ambiente un poco triste con poca ocupación el día que fuimos

Muy buenos platos.
Un poco demasiado anticuado.
Recomiendo el bacalao, muy bueno

Lugar acogedor, comida espectacular y una atención deliciosa por parte de Carmen, la propia dueña del sitio.

Una experiencia desde que entras, Carmen es un espectáculo tanto de trato como de cocina. Pencas rellenas, bacalao y magret de pato, flanes. Todo exquisito y cantidad como en pocos sitios en Madrid. Volveremos mientras podamos!

Restaurante Francisca es el reencuentro con la cocina tradicional. El restaurante te enamorará por sus mesas cerca de grandes ventanas por donde admirar la vida madrileña. Carmen te atenderá y te sugerirá para que no equivoques y puedas salir con la mejor experiencia en el paladar. Puedo recomendar el bacalao dorado, la ensalada de pimientos, las croquetas… y sobre todo el postre de canutillos rellenos de crema.
Aunque recomiendo ir probando.

Muy cerquita del Palacio Real encontrarás esta delicia de restaurante, te transportas en el tiempo en un comedor que mantiene la esencia de antaño. Carmen de profesión, bióloga y de corazón, cocinera de platos cargados del buen hacer de recetas familiares. Una mujer apasionada y de alma joven, te hace vivir cada plato. Pídele recomendación y tu experiencia será de 10. Platos exquisitos, excelente calidad/precio. Lástima que vengamos de tan lejos, pero siempre que hagamos parada en Madrid pasaremos a visitarte. Muchas gracias por tu atención y saber hacer.

Trato inmejorable y platos deliciosos!
Recomendable!
Volveremos tus amigos cuchilleros de Albacete

Visita obligada. Gran variedad de platos de bacalao. Servicio inmejorable.
Carmen una persona muy amena, siempre es un gusto volver.

Voy yendo dos veces, y ya tengo mesa con mi nombre! Impecable lugar, Carmen una genia, los empleados muy amables y educados, y la comida, de otro mundo.

Excelente servicio, todo estaba buenísimo. Lugar precioso, acogedor y ambiente muy familiar. Sin duda, lo recomiendo si quieren disfrutar de una comida/cena agradable con una propietaria que es maravillosa y muy simpática! Gracias por tu trabajo.:)

La camarera presta muy mal servicio, una estrella porque no se puede poner 0, una experiencia muy incómoda en este restaurante

Local acogedor, comida y servicio estupendo.y Carmen el alma del local, que hace que te sientas como en casa desde el principio. No se puede pedir nada más.

Sitio peculiar, tranquilo, agradable con una responsable Carmen que es una persona espectacular su carta sencilla y con un toque personal que la da un sentido agradable al disfrutar de los registros de temporada.
El Ruso

Ciertamente hace tiempo que la comida no era como la recordaba.
Un bacalao al horno, gustoso y sabroso.

El sabor y la preparación de los platos era espectacular. Mención especial para la tabla de quesos y las croquetas. Y la atención de Carmen, de 10. Desde luego, repetiremos.

Salgo contentísimo de este restaurante. Carmen nos ha tratado genial, hacía muchísimos años que no me sentía tan bien cuidado en un restaurante. Las migas estaban SUBLIMES, así como el pato, el bacalao, las croquetas. Este restaurante ha sido un gran descubrimiento y no me cabe duda de que volveremos pronto. Muchas gracias, Carmen, por tu cercanía, tu buena mano en la cocina y el cariño que das a tus comensales! Me da pena no poder dar más de cinco estrellas porque se merece cien más!

Lo encontramos por las reseñas y nos gustó mucho. El bacalao estaba riquísimo, los flanes de postre increíbles y la atención de Francisca es muy personal y cercana. Repetiremos.