Restaurante Gasterea, Boadilla del Monte

Comida increible, probamos una paella de las de antes, ni en Valencia todo sabores, el servicio buenisimo, era un dia de frio y mos dieton un caldo de cortesia que nos alegro, el restaurante esta dentro de un jardin, con un gran parking, por lo que hacen muchas bodas en el lugar, pero es un excelente restaurante de diario, y NO ES CARO, mis felicitaciones por el equilibrio

Todo bien, el único pero que puedo poner es la muy mala accesibilidad a los servicios de minusválidos si vas con silla de ruedas es como una gincana poder hacer tus necesidades tienes que dejar la puerta abierta sino va contigo alguien

Fuimos a un bautizo, la comida exquisita, el trato muy profesional y atento, el lugar muy bonito y elegante. Muy recomendable.

Hoy ha amanecido un día fresco, pero agradablemente soleado, y aprovechando la feria del vino de Boadilla del Monte, esplendido y bonito pueblo, hemos decidido comer en Boadilla después de la cata.
Como no conocíamos los restaurantes de Boadilla hemos decidido elegir uno de los que participan en la feria vendiendo tapas (por cierto, si hubieran sido algo más baratas habrían quedado de maravilla).
Elegimos por su buena localización y por las fotos de su web, que enamoran (bravo por los gestores de la web), uno que está dentro del parque de Juan Pablo II, Gasterea Finca restaurante.
Y ha sido un error para nosotros, os cuento lo que hemos pedido y lo que nos ha parecido cada uno de los platos.
Cuatro platos, pan de cristal (que nos sobro), cuatro croquetas de jamón, tres alcachofas con jamón también y oreja crujiente, antes de pedir la oreja insistí en que, si estaba bien y era realmente crujiente, por supuesto me dijeron que sí.
Nos hubiera gustado que respetaran el orden en que pedimos, pero no, sacaron los platos según los confeccionaban en la cocina.
Lo primero fueron las croquetas que pecaban de saladas, muy saladas, la masa tampoco acompañaba, luego las alcachofas con jamón, las alcachofas estaban bastante mejor que el jamón que las desmerecía, al cabo de un buen rato llego el pan de cristal con tomate, pero sin sal, ya las llevaba demás las croquetas.
Pero lo que nos destrozo fue la oreja crujiente (estaba tan decepcionado que olvide hacer una foto), eran cuatro dados, grandes, de oreja, que aunque por fuera si estaban crujientes, por dentro estaban exageradamente blandas, una pena.
No creo que volvamos al sitio. Promete mucho más de lo que se puede esperar que salga de la cocina, sé que solo hemos pedido una muestra pequeña, pero lo agradezco, los precios tampoco son como para experimentar otra veces.
No hubiera realizado esta critica si seis horas después hubiera olvidado la oreja y la sal de las croquetas, pero no, sigue aquí y me temo que durara alguna hora más.

Fuimos a un evento familiar y nos gustó a todos.
El servicio, excelente.
El local fenomenal tanto la decoración como la limpieza.
Y por último: la comida, de 10; a destacar las croquetas de jamón, los canapés de foie y mango, las tablas de quesos.todo exquisito.

Nos timaron! Un sitio enano y cutre, y nos dijeron que cabían más de 300 personas, ahí no entran ni 140, el trato pésimo, dimos la entrada y la chica que organiza dijo que nos lo devolverían, y a los 3 días, no nos devolvieron ni un céntimo, además de ser tan ratas de no invitarnos a nada! La comida por lo que me han dicho mis padres que han estado en una boda hace nada, cutre, y nada apetitosa. No hagáis vuestra boda ahí, son unas timadoras y malas personas, que solo piensan en ellas.

Celebrar cualquier evento allí es acertar, el ambiente, el personal, la comida, etc, lo hacen muy bien

Mi restaurante preferido de Boadilla. Intento ir cada semana. El Foie está delicioso con el pan de dulce magnífico, el pulpo, la carne, croquetas, su caldito en invierno y ahora que empieza el buen tiempo el gazpacho delicioso. Ernesto es muy amable y siempre intenta que te sientas de lo mejor. Soy imparcial sin lugar a dudas uno de mis lugares favoritos.

Acogedor restaurante en Boadilla del Monte con amplia terraza y magníficas vistas al jardín, ideal para celebrar comidas o eventos familiares o de empresa. La carta es muy amplia, el servicio esmerado y atento y el ambiente muy agradable. Los dueños, que suelen estar por allí, son encantadores. No dejes de saludarlos si tienes ocasión. Respecto a la cocina, comparto fotos de algunos de los platos que degusté, pero me consta que había otros muchos muy ricos y bien presentados. El restaurante dispone de parking anejo gratuito, muy amplio y accesible para despreocuparte del coche y disfrutar del lugar a placer. El entorno ajardinado es muy bonito y la terraza ideal para celebraciones en la época de primavera y verano. Sitio muy recomendable sin duda!

El restaurante es muy amplio, está decorado con gusto y posee un ambiente agradable y acogedor. Está situado en un entorno muy bonito de Boadilla rodeado de jardines.
La comida es EXCELENTE y EL TRATO DEL PERSONAL INMEJORABLE.
Quedé gratamente sorprendida.

Lugar espectacular y muy buen servicio y ambiente. En cuanto a la comida.diferentes opiniones.
La carne a la brasa, exquisita y en su punto.
Las croquetas muy normalitas. Las pedí porque habían sido recomendadas por otros clientes.pero ese día dejaron mucho que desear.
La oreja espectacular de buena.
El pescado.para tirarlo. Muy buena pinta, pero seguro que era congelado y estaba muy seco. Además de caro. A última hora nos dijeron que podíamos pedir otro plato.pero el resto de la mesa ya habían pedido el postre.
En lineas generales pagas excesivamente por la ubicación, decoración y servicio. La comida no vale lo que cuesta.

Excelente comida, trato exquisito, el menú de 10. El ambiente inmejorable. Entre semana está muy vacío, por lo que la intimidad está garantizada.

El sábado pasado tuve la sorpresa de que mis amigas habían elegido este sitio para celebrar mi cumpleaños. Experiencia inolvidable, sitio exclusivo decorado con gusto, servicio impecable, música inmejorable y el menú que habían elegido exquisito. No doy más estrellas por que no las hay. Volveré sin duda!

Estuvimos ayer domingo en una celebración que se le hizo por sorpresa a un familiar que hacía 80 años. Fantástico todo el día que estuvimos desde el aperitivo todo de diez con una presentación fantástica, la comida buenísima, los postres de delicia y la atención de los camareros y todo el personal 100x100 recomendable
Mejor no hubiera podido ser.

Ayer celebramos nuestra boda en este lugar inolvidable.
Todo fue fantástico desde el primer día, la atención inmejorable desde el minuto uno.
Es un sitio precioso, en un lugar increíble y el salón está decorado con un gusto exquisito.
Asun, la dueña, estuvo pendiente de todos los detalles en todo momento, Ernesto nos asesoró con gran acierto en todo lo que pudo siempre con una buena cara y el servicio de los camareros impecable y amabilísimos.
Todos los asistentes salieron encantados y hoy no paran de escribirme para decírmelo.
Desde el primer día que lo vi no tuve dudas en celebrarlo allí, pero hoy sé que fue una gran elección!

Muy buena experiencia! Muy buen ambiente, el servicio del personal, comida y entorno precioso, todo excepcional.

Fuimos como invitados a un bautizo y tanto la comida como el servicio dejó bastante que desear. En cóctel muy simplón y de hecho las tostas de salmón no gustaron nada. La comida muy normal para el sitio que es.

Bien. Como sitio bien. Comida también. Aperitivo extraño y arriesgado. Chupito de salmorejo y unos garbanzos en vinagreta. Estuvimos en el porche. O semiterraza. Nada reprochable salvo que la zona de fumadores o zona habilitada pega con la zona donde estamos sentados con el consiguiente olor y momento desagradable de tener una persona fumando a tu lado perjudicando tu salud y tu comida. Retirar los ceniceros a la zona de la valla estaría genial. Y es en este mismo momento.
Un saludo

Experiencia ¡¡¡¡¡¡MALÍSIMA! La gestión del restaurante de vergüenza. Poca seriedad. Asistí a la boda de un familiar muy querido y he de decir que le arruinaron el día más importante de su vida. No cumplen con lo acordado en un principio. Cambiaron el menú, el postre y la presentación de los platos de risa, como si estuvieras e la casa del pueblo un día normal. Ni siquiera nos sirvieron el café en la mesa, yo pedí uno y me dijo el camarero, por orden de la responsable del restaurante, que debía pedirlo en la barra. Un auténtico desastre. Nada recomendable, ni para eventos importantes ni para ir a comer un día normal, porque la comida tampoco merece el precio que tiene.

Fatal! Muy mal experiencia la que tuvimos para el bautizo de nuestra hija. Nos subieron el precio del menú días antes de la celebración con la justificación de que el embutido ibérico era caro y lo que comimos fue cuatro lonchas sacadas de un envase de plástico Pagamos 3,5€ más por comensal por cafés y pastas (ya que no entraban en el menú) y las pastas fueron galletas de dinosaurios con chocolate. El aire acondicionado brilló por su ausencia. En resumen, nada recomendable. No volveremos a pisar por allí.