Restaurante Meson el valle Lozoya, Lozoya
Direccion | Av. de Lozoya, 13, Lozoya, Madrid | ||||||||||||
Telefono | +34 616 12 42 10 | ||||||||||||
Horas |
|
||||||||||||
Sitio web | restaurantelozoya.es | ||||||||||||
Categories | Restaurante, Bar, Restaurante especializado en chuletas, Restaurante de comida para llevar, Bar de tapas | ||||||||||||
Clasificacion | 2.8 45 opiniones | ||||||||||||
Empresas similares cercanas Restaurante Serna — Pl. de Antonio Blanco, 10, Lozoya, Madrid Restaurante Fernando — Pl. de Antonio Blanco, 11, Lozoya, Madrid El Pajar de Fuente Hernando — C. de las Eras Chicas, s/n, Lozoya, Madrid |
Restaurante Meson el valle Lozoya opiniones
45Penoso, 1 hora esperando que me traigan las bebidas, un absoluto desastre, ni siquiera comprueban si tienes reserva. Camareros desbordados, ya les ha pasado otras veces y se la sopla. Mal, Fatal. Si queréis pasar hambre y que os ninguneen este es vuestro sitio.
Mala experiencia. A la entrada del comedor habia un tapón de personas (con reserva) esperando a que les pasaran a las mesas. Ya simplemente por la presión que ejercíamos, nos metieron a todos dentro sin ningún control de las reservas reales que había. El salón estaba prácticamente vacío y aún así nos nos pasaban dentro.
Nosotros teníamos reserva para 2 personas a las 15h y hasta las 16 h no nos trajeron las bebidas. Poca amabilidad y descontrol absoluto por parte de los camareros, escasa profesionalidad. Se justificaron diciendo que les faltaba un camarero pero se puede comprobar por comentarios anteriores que esto les ha pasado en más ocasiones y parece que no le ponen remedio. Cuando por fin pedimos, nos dicen que no les queda lo que hemos pedido. Se aprecia falta de previsión de género, en pleno puente de diciembre considero que es previsible el elevado número de comensales que van a tener y por consiguiente la gran despensa que tienen que preparar. La comida pasable, pero hay multitud de restaurantes por la zona con más encanto y seguro que valen más la pena.
La comida estupenda, pero el servicio malo, el camarero no daba más de sí, tardaban mucho en servirnos e incluso llegaron a olvidarse de nuestros cafés.
Un café por la mañana, sentado en la terraza, con el fresquito, el aire fresco de montaña, es una sensación magnífica. Mucha amabilidad y atencion.