Restaurante O Breogán, Madrid

Hemos ido a tomar una caña, la camarera ni se ha dignado a decir hola, y nos ha puesto las cervezas de mala gana y sin tapa. Además tenían la terraza puesta, y hemos tenido que entrar a pedir y a pagar. No es la primera vez que nos pasa. Muy maleducados. No volveremos pese a ser del barrio.

Café malísimo. Parece agua. Churros mediocres y cobrando 2'50 una verdadera pasada. No volveré mas.

Se inventan los precios dependiendo de quien te atienda. Cuidado si vas a desayunar después de las 12, el precio es mayor aunque NO lo avisan en ningún lado. Y la última vez que fui, habían subido el precio del desayuno 70 céntimos nada menos, por supuesto la subida la había acordado la camarera que nos cobró en ese momento con ella misma.
Por último, NO aceptan tickets restaurante los fines de semana.

O breogan es caro, para la escasa calidad que ofrece, tanto en la comida como en la atencion. Lentos y confusos. Si alguna vez vamos los de la zona es porque es lunes y casi todo el resto esta cerrado. Deberian ser: mas rapidos, amables, atentos, mejorar la calidad de su servicio y de su producto. En definitiva, profesionalizarse. Intento no ir pero siempre salgo con una sensacion agria, no fui compensado por mi dinero. Lastima, ya que estan en un bonito lugar y en buena zona, cosa que podrian aprovechar mejor

Malas formas. Obvian la tapa, nos cobran "por adelantado" porque no somos habituales.

Fantástico!
Un pequeño restaurante pero con una cocina en mayúsculas unida a una variada oferta de platos en su menú con unos precios muy asequibles y con algo muy importante: un trato amable y exquisito y con unos aseos limpios. Todo esto hacen de O Breogán un lugar muy recomendable.

Bastantes lentos. Nos han sacado los bpcadillos antes que los entrantes. Unos primero y al rato el siguiente.calidad bastante pésima

Bar de barrio con algunos años pero quienes lo regentan en este momento, lo mantienen aseado y limpio. El menú está a buen precio y variado. Son muy amables y atienden fenomenal. Mi primer plato aguacate con langostinos, el segundo lubina al horno, los dos muy bien presentados y con buena guarnición.

Aros de cebolla espectaculares igual que las patatas mixtas. Y muy buena atención. Recomendado.

Es lo que tiene no planificar las cosas.
Nos metimos aquí sin muchas pretensiones y aun así nos defraudó.
Queríamos unas raciones, básicas, oreja, bravas, sepia, Pues malas, escasas y frías. En fin, un desastre.
En el momento en que yo estuve había dos empleados, una chica en la barra y un chico atendiendo (había también un cocinero, por llamarle de alguna manera) ; a pesar de su buena voluntad no eran capaces de atender en condiciones a las cuatro personas que estábamos.
Por cierto, el descenso a los infiernos que supone ir al servicio es para otro capítulo.
Un desastre.

Amabilidad, atención y limpieza! También es del barrio y me gusta muchísimo, poder tomar desde el desayuno, y todo casero me encantan!

DE VERGÜENZA. Típico bar en el que se nota desde el principio que si no eres colega o habitual el trato que te van a dar es de lo más lamentable. Entramos dos parejas a picar algo por la noche y ya de entrada parece que a la persona que atendía las mesas no le hizo ninguna gracia, tanto es así que una vez ubicados y habiéndonos organizado nosotros la mesa y las sillas NUNCA se acerco a ver que queríamos tomar, aunque a las demás mesas si las tenia atendidas.
Tuvimos que ir nosotros a la barra a pedir y llevarlo a la mesa y mira por donde nos damos cuenta que todo a todo el mundo se le ponen tapas con las consumiciones menos a nosotros.
Nos sentimos tan ignorados que apuramos las cañas y nos fuimos sin cenar, todo un acierto porque a cien metros nos atendieron de maravilla.
Curiosa forma de hacer nuevos clientes, ni volveremos a entrar ni por supuesto recomendar. Bares hay muchos por la zona y por ahora todos mas agradables.