Restaurante Sidrería Casa Parrondo, Madrid

Hemos comido allí, tres personas, el dueño nos recibió muy amablemente, teniend en cuenta que llegamos a comer sobre las 16hrs.
Tomamos vino blanco, de primero verdinas, de segundo costillas, una delicia la tarta de queso.
Gracias por atendernos siempre de maravilla.
Volveremos
Comida deliciosa y excelente atención.

Restaurante malo donde los cachopos estan pasados de fritura nada jugosos mala presentación del plato con demasiada patata mal cocinada, camareros mal educados que te quieren vender agua de grifo filtrada por 3€ la botella no te habren la botella de vino bien ni queriendo eso si la botella de vino mas barata 30€. No volveré y tampoco lo recomiendo.

Este restaurante se ha echado a perder. Antes el cachopo, la carne y las tostas de Cabrales eran una pasada. Ahora la calidad es horrible y encima la atención deja que desear. Eso sí los precios los han mantenido. Un timo en toda regla.

La comida, cochinillo, reseco y recalentado y si pides agua del grifo te traen una botella y con la excusa de que está fría te la cobran. He ido varias veces y bastante bien pero esta vez muy mal. Una desilusión y se acabó

Me parece una estafa! Bar de toda la vida castizo pero con precios michelín! Fuimos recomendados y la sorpresa fue que nos cobraron por dos copas de tinto de verano con limón 9 euros es decir 4,50 por copa una estafaaaa no lo recomiendo a nadie

Fui a comer con mi pareja. Para empezar el baño de mujeres.inutilizado. El camarero nos recomendó unas gambas a la plancha.que pague a 40 euros la ración, y una lubina salvaje al horno pero que se veía a distancia era de cultivo. Pague casi 150 euros por dos menus con la mesa de al lado gritando y los camareros retirandote los platos con prisas y además sin baños de mujeres.calidad precio una barbaridad de caro.

No pongo cero estrellas porque la app no lo permite. La comida nada del otro mundo, un tima turistas.

Una mala experiencia tuvimos en este restaurante. Sobre todo por el trato del camarero con bigote. No lo recomiendo, la comida no era buena.

Un lugar auténtico y genial. Comida tradicional asturiana, con platos abundantes y deliciosos. El servicio es simplemente espectacular, siempre pendientes del comensal. Relación precio calidad inbatible.

Pedimos una sidra pulpo a la gallega y bacalao rebozado y todo de calidad y en su punto. Buena calidad precio

Paseábamos sin rumbo y aún siendo de Madrid a veces descubriendo la ciudad como unos turistas.
Mi mujer me había propuesto tomar una mariscada porque quería que yo tuviera un buen momento y cuando me siento a comer soy bastante feliz y más en buena compañía.
Entramos al local viendo que era de estilo antiguo como el asador de Aranda, Horno de Juan, casa Botín. A veces hay gente que se aleja de estos sitios por considerarlos carcas, y se podría decir que lo son, pero el trato y la comida e incluso el precio suele ser bastante bueno.
Al menos para nosotros.
Yo buscaba una parrillada sencilla, por 40 o 50 euros, en Ariños Do MIño o en otros restaurantes no gastas más y cuando entramos en Parrondo sabía que íbamos a gastar bastante más.
Pregunté si podíamos comer sin reserva y creo que el maitre (Miguel) nos miró evaluando se le merecía la pena sentarnos en una mesa teniendo el local lleno. Dio el visto bueno a esta pareja de cincuentones y creo que para ambas partes fue acertada la decisión.
Pedimos dos cervezas y nos trajeron un poco de pastel de pescado de aperitivo. Me fui directo a mirar la parrillada y la pedimos (110 euros), junto con una botella de albariño de cosecha propia (22 euros) y agua. No pedimos más indicando que posteriormente valoraríamos si tomar un segundo plato.
Nos trajeron además (quizás por haber pedido la mariscada) un buen trozo de cabrales como nuevo aperitivo. Estaba delicioso.
La parrillada ha sido la mejor de mi vida. Unas zamburiñas y navajas exquisitas y además cocinadas perfectamente, justo en su punto antes de llegar y que se quedasen duras. Las gambas me comí hasta la cáscara y qué decir del bogavante y de la langosta. Obviamente no suelo comer langosta, pero no he comido una igual, sabrosa, abundante.
Aunque soy comilón, cuando terminé esto me inclinaba por no pedir más y me excedí con la paletilla de cabrito (28 euros), gula pura, mal hecho.
Luego la tarta de almendras (10 euros) extraordinaria. La tarta de queso (9 euros) me pareció menos especial.
Desde luego fue una cuenta final de bastante dinero (con cafés rondamos los 200 euros). Algo no habitual en nosotros pero si quieres comer bien, si puedes darte este lujo sinceramente notas que has comido como nunca y eso vale mucho. Yo salí muy satisfecho. ¿Qué hay cosas mejorables? Pues claro, quizás se apresuraron en montar las mesas para un servicio que tenían de 15 personas y sentimos que podríamos haber tenido algo más de sobremesa. ¿EL dueño es un poco serio? Bueno, yo estuve bien y fue amable con nosotros, igual que el maitre y las camareras. Volveremos cuando haya algo importante que celebrar, y sino, de menú, que leo que no es caro.

Teníamos reserva y pasamos media hora más tarde. El local está demasiado lleno, te das con las sillas de detrás. Las fabes con almejas y pulpo espectaculares. Las zamburiñas muy buenas. El pulpo a la gallega regular, cortado muy fino y seco y el cachopo regular también. En un radio de 500 metros hay por lo menos un par de asturianos mejores, sobre todo porque el precio de este tampoco es barato.

Si te gusta el buen comer es parada obligatoria. Excelente calidad y la atención y profesionalidad de Ramón es única.

Estuve en la teraza de la taberna. Uno de los mejores pulpos que he comido nunca, acompañado de una sidra natural. Otras veces he comido chorizo o empanada y tb estaba riquisimo. Lo recomiendo sin duda

Muy lentos y las mesas muy pegadas unas con otras, si querías ir al baño no cabes por el pasillo. La comida deja mucho que desear, a mí particularmente no me ha gustado. Para el precio que tienen ya podrían poner manteles y servilletas de tela y botellas de agua de cristal.

Menú del Día.calidad precio muy rico.pero ves antes de las 15h o te quedarás sin probar alguno de sus platos

Depende si es temporada alta o baja de público y cuando ellos quieren te cobran un precio diferente en botella de sidra simplemente

¿Quién te ha visto y quién te ve? La cecina cortada a la batalla. Ni un aperitivo para tomar una botella de sidra aun después de pedirlo. Fatal. No volveré. Seguro

NO RECOMIENDO. Teníamos reserva y nos dejaban pasar como haciéndonos un favor por que según el señor estaba completo. Nos ha decepcionado, ha sido caro, nos han cobrado unos aperitivos que no hemos pedido ni elegido. El arroz con bogavante no tenía sabor más que a picante y lleno de cabezas y colas y el trato ha brillado por su ausencia. No volveremos.

Establecimiento elegante, esplendida atención, relación calidad precio muy buena, mucha variedad y en el centro de madrid.
Repetimos con familia y amigos!