Riosalud - Residencia Tercera Edad, Las Rozas de Madrid

Fatal, al principio la directora te lo pinta muy bonito muy Happy pero a la hora de la verdad mala atención al abuel@, la comida ni hablamos el servicio médico.ejem.ejem. Sra. Directora no nos mienta.

Sólo tengo buenas palabras para todo el personal de este centro. Empezando por Lucía, la directora, que tanto profesionalmente como personalmente lo está haciendo genial. Delia, que te ayuda y te facilita todos los trámites. Marta, que te recibe el día de la llegada y te va informando de todo en los días posteriores
acerca de las necesidades de tu familiar. Se interesan y se implican desde el minuto uno para que tu familiar se sienta en casa. Se preocupan porque noten el cambio lo menos posible.
Mi abuela ha estado en otras dos residencias más y JAMAS ha tenido una acogida tan cercana, te hacen sentir que estás en casa, no te sientes uno más
GRACIAS.

Fui a verla hace unos días porque Carmen de miResi.es nos la recomendó y el personal nos trató muy bien y se les veía muy profesionales. Además, a los abuelos se les veía felices, que es lo que más importa.

La verdad, de las mejores residencias del entorno de la sierra de Madrid.
La atención y el trato humano durante la epidemia ha sido digna de elogio, pese a la cantidad de problemas, ajenos a la residencia, que ha traido consigo esta enfermedad.

¡Seguid así!

No puedo recomendar este lugar a nadie
La directora es una persona sin ninguna sensibilidad ni empatía.
Falta a la verdad. Hacen promesas que no se cumplen.
Por favor no llevéis a nadie a este lugar

Me parece una buena residencia, en comparación con otras que hay, creo que cuidan bien a los residentes. Solo le veo una cosa mala, la directora, es una persona soberbia con muy poca empatia hacia los demás. Por eso la puntuo con 3 estrellas, si esa señora no estuviese le daría seguramente 5 estrellas.

Deficiente atención y modales por parte de los cuidadores. Poco interés real por las personas allí alojadas. No lo recomiendo.

Vergüenza de residencia, no cuidan a los ancianos y es más te ocultan información, los médicos te ocultan todo o se inventan el historial y más en la situación en la que estamos.es una VERGÜENZA.

La residencia está bien, es una pena el trato humano sobre todo de la directora que prejuzga a las personas sin conocerlas. Jamas llevaría a ningún familiar después de lo que he vivido

Tuve un familiar en el centro.siempre que fui a visitarlo estaba muy limpito, las recepcionistas solo una es un encanto.una señora morena.las demás unas bordes.la residencia siempre la vi muy limpita.

Mala comida malos médicos mal servicio si quieres a tus mayores no los traigas aquí. A parte de lo que vale 2000€ al mes si quieres uqe traten bien a tus mayores deberás contratar a alguien particular porque aquí no les ayudan en nada les cobran hasta por subirles unas cuestas que ellos no pueden subir, cuestas que no deberían exitir, todos los comentarios positivos son falsos

Encantados con esta residencia. Mi padre no tiene queja de casi nada.
La atención es excelente y si hay algún problema, enseguida te atienden y tratan de resolverlo de la mejor manera posible.
Sigan así.

Falta de atención e información a los familiares sobre el estado de salud de los residentes. La dirección es vengativa en cuanto le haces la mas mínima observación. La atención medica es nefasta. Falta de personal. Si quieres que tu familiar este atendido tienes que contratar personal particular

Amplias habitaciones y espacios comunes, instalaciones bien mantenidas, personal muy profesional y atento

Mi padre ha estado año y medio, venía de otra residencia de donde le sacamos porque no nos gustaba y en ésta hemos encontrado lo que necesitábamos, cercanía, organización, buenos profesionales que han cuidado, abrazado y atendido extraordinariamente a mi padre. En esos momentos duros, cuando dejas a alguien que quieres tanto al cuidado de otros y ves con el cariño con que lo atienden, lo pasean, lo curan, se produce en los familiariares un gran consuelo. Nuestro más profundo agradecimiento a la Directora Pepi, siempre accesible y encantadora, al personal de recepción, Maite, a los cuidadores, Raul que es un crack, un gran profesional y supercariñoso con mi padre, a Julio, encantador, que le daba la cena con un cariño infinito, al equipo de fisioterapia siempre con una sonrisa, superamables, con una paciencia infinita y adorables que lloraban esta semana con nosotros al enterarse de su fallecimiento, los doctores superhumanos. Que más puedo decir.