Sala Cats, Madrid

Sala pequeña, la fiesta carísima para lo que fue, el guardarropas se llena enseguida, un montón de gente cargando con sus chaquetas toda la noche porque no tienen espacio para nada

No vayáis, pagáis por una música del Spotify y encima los de seguridad te empujan y te faltan la atención. A las 5: 30 te echan de la vía pública para que no llamen los vecinos y te tienes que ir a la principal. Me tiraron un cubata entero por entrar al baño. Una atención asquerosa. YO NO VUELVO.

Era baratisimo para ser Madrid, el ambiente un poco ñe porque solo habia pijos y poca gente pero igualmente estaba de locos por el precio.

Los empleados se te ponen muy "chulitos" a la mínima, no hay una buena atención al cliente, te tratan bastante mal y muchas veces te intentan timar tanto con la entrada como con las copas, si vais tened cuidado.

Bartenders y seguridad dejan mucho de que hablar, te tratan con un aire de superioridad que da asco, no hace falta gastar el tiempo en ir a este sitio que ya está muerto

Los guardias de "inseguridad" son prepotentes, incultos y maleducados. Organizan la salida de la discoteca, de forma pésima y tratan al cliente de forma violenta, parecen perros de presa. Las hojas de reclamaciones son inútiles, el octogenario del jefe las tira a la basura. No piso este sitio ni gratis.

Si quieres ir a una fiesta de halloween este es el sitio. Música buena pero limpieza 0, una capa de polvo que hasta se movía con el aire acondicionado. (Se puede ver en la foto)
Edad… niños de 18 años por el límite de edad.
Había que pagar en efectivo 20€ y para salir y que te pusiera el sello 1€ (lo nunca visto)

Ambiente un poco vacío, seguridad muy pesada, amenazantes y chulos porque sí. Bajonazo de esta discoteca que está en claro declive.

Desafortunadamente, las noches de salsa de los domingos han terminado. La buena noticia es que continuarán en host.

VERGONZOSO que en plena pandemia con la situación que se está viviendo, tengan la discoteca abierta, llena de gente amontonada haciendo colas sin distancias de seguridad, con todo el mundo fuera fumando en la puerta sin mascarillas en grupitos.