Sidrería El Llagar, Madrid
Direccion | Pl. de la Villa de Canillejas, 6, Madrid | ||||||||||||
Telefono | +34 917 41 44 27 | ||||||||||||
Horas |
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Sitio web | www.sidreriaelllagar.com | ||||||||||||
Categories | Restaurante asturiano, Servicio de catering, Sidrería, Salón para eventos, Restaurante de cocina española | ||||||||||||
Clasificacion | 3.4 50 opiniones | ||||||||||||
Empresas similares cercanas Cafetería Sol — Pl. Mayor de Barajas, 6, Madrid La sidrina de meller — C. Raquel Meller, 3, Madrid |
Sidrería El Llagar opiniones
50Tomamos una copa en esta sidrería. Nos sentimos muy bien atendidos por parte del personal, educados y eficientes.
La carta ofrece variedad de entrantes, pizzas y ensaladas. Las raciones que pedimos de entrantes (justitas de cantidad) están bien preparadas: los mejillones están muy buenos y el pulpo a la parrilla bien preparado. La ensalada de ventresca estaba buena, tabla de quesos con bastante variedad y las croquetas eran caseras. Los platos de carne también tienen calidad; la carrillera estaba muy rica y el cachopo para dos (este sí) generoso. El arroz con bogavante estaba bien preparado, pero el precio es elevado en comparación con otros platos que ofrecen en mi opinión. El servicio de pan no es fijo por comensal, sino que cobran los adicionales, ojo. Ambiente ruidoso.
Restaurante asturiano de calidad. Buen producto, servicio a precio de mercado. Jamon muy bueno y ambiente espectacular. Para repetir.
Segunda vez que vamos e igual de satisfechos que la primera. Platos abundantes, servicio bueno y comida rica rica. Además está en una plaza muy tranquila y la terraza está genial
Hemos estado comiendo en este restaurante y he de decir que el trato ha sido correcto,
Era una comida familiar y estaba todo muy bueno, pedimos menús de celebración y sobró bastante comida que debió ir a la basura, el cachopo que no comimos nos lo llevamos a casa.
Los postres muy buenos también.
Si hay algo malo que decir es la insonorizacion, aunque había bastante gente no nos oíamos estando muy cerca.
No puedo definir lo estupenda que ha sido la experiencia en el restaurante.
Ayer mismo (28/10/23) celebramos el 80 cumpleaños de mi suegra. Todo salió perfecto, más que perfecto!
Desde el restaurante se han ocupado de que todo fuera como les pedí, adaptaron un menú para una persona celíaca (parece algo normal, pero no siempre se hace) la comida estaba buenísima, la atención más que estupenda (mucha implicación por su parte)
Todos los comensales quedaron muy contentos y lo más importante, la cumpleañera lo disfruto mucho.
Sin duda repetiremos.
Muchas gracias por todo
Ya había dado mi opinión, que servicio tan malo, nos sentamos en la mesa alta al lado de la puerta, pasaron 4 meseros y ninguno saludo si quiera, menos preguntar que queriamos, debieran dar charlas de servicio al cliente y motivación al personal. Parece que no saben que gracias al cliente es que existen los negocios y el trabajo, entiendan que el cliente es el rey de un negocio, no los camareros no cocineros ni el dueño, negocio malo que nunca volveré y si me preguntan por el no doy buena referencia
1 estrella porque no se puede menos. Nos cobraron 5€ por una ración de pan que no habíamos pedido. En cualquier restaurante, cuando te sirven pan sin preguntar, es por cortesía, o al menos preguntando. Igual pasó con las salsas, las sirvieron y cobraron sin haberlas pedido. No volveré ni tampoco recomendaré a nadie.
Sitio agradable y buena comida. Me impactó el tamaño del cachopo. Precios ajustados / razonables.
A pesar de que esta abierto entras pa pedir un café y no te atienden porque no "abren hasta las 13.00"
Buen sitio para beber sidra y comerte un choricito a la sidra y un cachopo. La pena ha sido que la fabada, con buen aspecto, picaba tanto que no me dejaba obtener su sabor.
Que mal servicio, entramos, pasaron 4 meseros diferentes que ni voltearon a mirar, menos a saludar, la mesa sucia, Muy mal servicio, parece que el cliente no les interesa.
No volveré ni recomendare
Disfrutamos mucho de la comida. Reservamos para comer dentro pero aprovechando que hizo muy bueno y que había disponibilidad, acabamos en la terraza. Cogimos todo para compartir entre 4 personas: ensalada El Llagar, huevos rotos con pisto y un cachopo. Las cantidades son majas, no te quedas con hambre ni por asomo. Lo cierto es que repetiremos:)
Se fueron unos clientes y nos dicen que nos preparan la mesa. No nos la limpian. Nos sentamos y pedimos unas cervezas. A todos los demás clientes les ponen tapa de aperitivo, a nosotros nada. Tras esperar un buen rato le comento a una de las camareras que si nos puede poner unas patatas fritas para acompañar, de muy mala gana pone un trozo de cabrales para 3 personas, sin tenedores ni nada. La cerveza no está lo suficientemente fría. La comida no está mal. Las croquetas normales, las patatas con salsas buenas y alguna otra cosa que pedimos también bien. Repetiré algún otro día a ver si hay suerte con el cachopo.
Pedí comida por globo el pastel de cabracho 2 trozos sin ninguna guarnición a pesar de pagar más de 12€ por el no cumple con el buen concepto que tenía del lugar
La terraza esta muy bien situada, los camareros muy simpáticos y amables. Lo que me parece caro es la consumición, un trinaranjus 2,90 €, es un precio elevado para el barrio
Se come genial!
El cachopo está muy rico
El frixuelo de arroz con leche está delicioso.
Todo lo que pedimos estaba muyyyyy rico
Un restaurante bar en el corazón de Canillejas con una gran terraza climatizada, fuimos de tapeo y nos gustó mucho la calidad de sus empanadas gallegas, las mejores que hemos probado. A pesar de que sólo había un camarero para atender todo, nos atendió muy bien y siempre amable sin dejar de sonreir, así somos los latinos. Este sitio se ha convertido en nuestra terraza favorita.
Pedimos comida a domicilio. Tuvimos que cortar embutido porque la cantidad de los platos por 50€ era ridicula. El recipiente de las croquetas se abrió y venian tiradas por la bolsa igual que las patatas fritas.
El trozo de empanada de pulpo, por 7 euros, el mas pequeño que he visto en ningun restaurante.
La comida fría.
Lo unico que merecia la pena, el pastel de cabracho.
Una pena elegirlo. Estaba con una persona extranjera que queria probar algo tipico de España y se llevo muy mala impresión