Stop Madrid Leon de Oro

Bien para tomar un aperitivo después de un paseo por el barrio de las letras. Puede estar llenísimo de gente o tener suerte y conseguir una mesita alta. Los quesos y los embutidos están muy buenos y tienen una amplia selección de vinos. Pregunta por la historia del fresco que esta pintado en el techo es muy interesante y los propietarios están orgullosísimos de contarla.

Natasha es muy simpática y amable. Nos trató muy bien. Merece la pena venir y visitarlo. Sitio muy recomendado

Relación calidad - precio, peor imposible. Van con el engaño por delante, nos ofrecen unas gilda gourmet y cuando llegan a la mesa era un palillo con una aceituna de mala calidad, una guindilla que no picaba en absoluto y una anchoa transparente como el cristal, ni para aperitivo servía y las 3 Gildas la sorpresa 9 euros.
Un robo en toda regla, no aparezco más por ahí.

Restaurante típico español, con opciones estilo trattoria, que seguro dejarán buenos recuerdos al cliente. Lo probamos en dos ocasiones y siempre quedamos gratamente satisfechos. Se necesita un poco de tiempo para leer las propuestas en la pizarra, si es que todavía la usan, pero todo está bien y a un costo adecuado. Restaurante estilo trattoria ibérica.

He ido hoy sabado con una amiga y la atención de Natalia ha sido sublime,, Nos puso el aire acondicionado al llegar, preparó un os vermús con unas tapas excelentes y nos alegro con su animada conversación.
Magnífico

Comida delicatessen, el local sigue conservando su sabor añejo.
El servicio es genial.
Recomendable totalmente.

Calidad precio muy caro. La tabla de embutidos pobre y no eran de buena calidad. La tabla de queso escasa y poco variedad. No lo recomiendo. Buena ubicación y nada mas

El local es bonito, y el trato es bueno pero 3,5 € por una "caña" y de aperitivo un trozo de queso y tres colines.es excesivo.
Será por la ubicación

La persona que nos atendió fatal, pedimos un par de vasos de agua y con mala gana nos trajo un cuarto del vaso lleno. Muy antipática y desde luego que no volveré.

Nos encantó este pequeño local de la Calle León. El que parecía el dueño, un señor majísimo nos hizo quedarnos. Perfecto para tomarse un vinito acompañado de una tabla de embutidos y buena compañía.

Fuimos a tomar unas cañas y nos gustó mucho. Sitio muy original, atención muy buena y muy rico el queso que nos pusieron de tapa. Volveremos.

Después de más de 20 años viviendo en Madrid, no había visto un trato tan discriminatorio.he tomado una cerveza con mi pareja, y no se digna el jefe q se encontraba sirviendo en ese momento a ofrecernos una una tapa, y por supuesto que no se está obligado a ello.pero sin embargo han llegado dos chicas inglesas, y se han desvivido con ellas poniéndoles hasta tres tapas con su consumición.una pena

An excellent experience and even more appreciative of the suggestions to try a unique sherry we had never tasted. Friendly, and the owner speaks great English, for those of us who need the assist in their español.

Hacia tiempo que no nos sentiamos tratados de una forma tan desagradable. Nos recriminaron pedir una jarra de agua cuando ya es requerido por ley, tardaron mucho en servir cuatro tostas que pedimos excusandose en que no son McDonald's, la tosta de jamón un trozo de pan con Jamón mediocre y tomate huntado 8€. No volveremos.

Paseando por Madrid te encuentras con fachadas rebosantes de Historia. Como no podría ser en otro lugar, en el Barrio de las Letras.

Cambio de propietario. Estuvimos el sábado cenando, cogimos ensaladilla rusa con ventresca ESPECTACULAR y jamón ibérico AUTÉNTICO, no como el de otros sitios que te venden como ibérico. El domingo volvimos, con eso está todo dicho, y repetimos otra vez la ensaladilla. Atención fabulosa, trato exquisito, se nota las ganas de hacer las cosas bien y el entusiasmo en las personas que lo llevan ahora.

Si le doy 2 estrellas es por el vino que sirvieron (Chardonnay) que estaba delicioso. El resto? A demoler. Empezando por el camarero y terminando por el encargado. Estornudos sin mascarilla para después servir mesas, no poner nada de tapa con la bebida, tener que estar más pendientes de coincidir con el camarero que de la propia conversación con tu amiga. El sitio tiene "algo". Quizás la ubicación, quizás la decoración, quizás la amplia oferta vinícola.pero todo eso no sirve de nada si terminas atendiendo a los clientes de dicha manera.

Estupendo bar muy bonito con una pintura en el techo súper de museo y lo mejor de todo la atención de Ivan, tapeo recomendable

Sitio acogedor y con encanto para tomar tu cerveza con buen aperitivo. A destacar el buen hacer y el trato de Ivan, por el siempre repetimos.

El lugar es de antaño, quede encantada con el techo y el león en el centro, sin embargo solo había una chica atendiendo aquello que estaba a reventar (a pesar de COVID) nos pareció que podría tener algo más de limpieza.hemos tomado un vino y un vermut, todo correcto