Taberna Griega, Madrid

Muy satisfecha con el menú degustación, la atención es inmejorable y el espectáculo toda una experiencia. Gracias!

Buena comida griega, buen espectáculo y buenas risas, los camareros muy simpáticos y el bailarín un makina

Increíble. Buena comida, muy bien ambientado. Y sobre todo muy buena atención y DIVERSIÓN, ALEGRÍA Y FELICIDAD. Tu cuerpo no se quedará sin bailar.

Un sitio increíble. Fue una experiencia super graciosa, cenamos bien pero lo mejor el espectáculo. Una pasada, aún nos estamos riendo. Los camareros majisimos, sobre todo la mujer y el bailarín.
Volveremos seguro, (Lorena y compañía)

Me encantó ir, la amabilidad y atención exquisita, muy acogedor y la comida riquísima digna de dioses. Volveremos cuando estemos por Madrid. Un saludo amigos y gracias.

PARA NO VOLVER. El trato de los camareros es pésimo. En primer lugar hicimos una reserva para 7 y nos enviaron apenas unas horas antes un correo diciendo que no se podía pagar con tarjeta de crédito. También nos dijeron al preguntar por el espectáculo, que quizá habría a mediodía, cuando en la página pone que sólo a la noche. Evidentemente lo dijeron para engancharnos. Los únicos platos que se rompieron fueron dos a lo largo de la comida pero por la torpeza de los camareros. Cuando pregunté si la brocheta de pollo era sólo una unidad por 10 euros, me dijo que me garantizaba que no me quedaría con hambre, que era muy grande. La realidad es que me quedé con mucha hambre, es una triste brocheta como otra cualquiera, donde la mitad de los trozos no son de pollo sino de berenjena. Arroz preparado que apenas cubría la mitad más superficial del plato y dos rodajas de tomate. La verdad es que no merece en absoluto la pena. Muy caro y muy poca cantidad. Cuando le dije que me había garantizado no quedarme con hambre y que la cantidad dejaba mucho que desear me espetó que volviese a la noche (pagando claro.) ¿Quién volvería a un restaurante donde se queda con hambre? Se aprovechan del lugar céntrico en el que están para timar a turistas y gente poco o nada exigente. Las patatas de los otros platos congeladas, no conocen otro queso griego que no sea feta.las quesadillas de verduras están rellenas de la ensalada que acompaña los otros platos.la berenjena y calabacín rebozados son sólo berenjenas. El local estaba prácticamente vacío, siendo navidad y estando en el lugar en el que está, es evidente por qué. A pesar de que estaba vacío dos de los siete que éramos comieron más de media hora antes del resto.cada plato salía cada 15 minutos por lo que fuimos comiendo a destiempo. Se olvidaron de un plato y al decírselo te contestan mal. Un caos total. Te ponen un pan de pita fino y reseco sin ninguna salsa que acompañe.y te lo cobran sin preguntarte (5,60 euros por 7 panes). Al cuestionarlo nos espetó de malos modos que ya nos lo habíamos comido ¿cómo no comerlo si tardaron una hora en traernos nuestros platos? Preguntamos por una jarra de agua y dijo que no tenían que sólo botellas, al final de la comida pedimos más botellas y nos ofreció una jarra de agua. Te mienten y con descaro. Todo para obligarnos a coger agua mineral. 1,50 euros por una botella de agua de 33 ml de marca IFA, que en un super cuesta 20 céntimos. Hubo un pelo en un plato y polvo en la base de una copa. La higiene brilla por su ausencia. La decoración bastante anticuada, desgastada y hortera. Fuimos a comer con un griego y nos dijo que su plato no se parecía en absoluto a lo que se come en Grecia, de griego sólo tienen los nombres. Los mismos dueños nos aseguraron que así era y que ellos no eran griegos. Para comer en un griego mejor irse a otro. Los baños de mujeres de pena. Las dos puertas no se pueden cerrar, pro lo que si vas sola es imposible que puedas ir al baño sin que te vea todo el restaurante. El espejo roto y para tirar de la cadena tienes que apretar un clavo oxidado. Los taburetes incomodísimos y cojos. En invierno no tienes lugar donde dejar los abrigos. Al ver nuestro descontento el camarero ofreció a las otras mesas chupitos mientras a nosotros nos ignoró por completo. Me alegro que no hubiera espectáculo, para ver bailar a esos camareros mejor no ver nada. No recomiendo en absoluto.

Estupendo. Muy tradicional y muy acogedor y muyyyy agradable. Vale la pena venir. Gracias al personal por el trato y atención que nos han ofrecido.

Lugar muy peculiar, no te deja indiferente la comida muy buena, nos aconsejaron muy bien! Y la parte del baile y animación fue buenísima, allí bailó y rompió platos hasta el Tato. 100 % recomendable.

Me encanta este sitio. Su comida es genial. Lo de romper platos era divertidísimo.
Lo malo es q antes de la pandemia, el menú degustación era generoso y abundante. Por 46 pavetes cenaban dos personas y sobraba comida para recenar. Ahora con el menú es escaso. Dos personas se quedan con hambre y sigue siendo el mismo precio. La calidad no ha bajado, pero las raciones sí

Es un lugar muy agradable, la atención excelente, comida griega casera muy buena y el yogur griego casero espectacular. Para repetir sin duda.

Agradable sitio para ir en pareja, familia o con amig@s.
Pequeño y acogedor.
El menú degustación está muy rico y tiene bastante cantidad como para no quedar con hambre.
Después de la cena viene un ratito de espectáculo y baile para quien quiera participar y OOOOOOOOOOPA, pedir un deseo y romper el plato.

Un restaurante excelente la comida muy buena y se nota que es casera el camarero super atento.sitio muy recomendable para comer bien y conocer Grecia sin salir de Madrid muy recomendable, vuelvo co más amigos a romper platos un 10por todo

Comida riquísima, ambiente muy agradable, protocolo covid perfecto y camarero súper simpatico y atento.no se puede pedir más

Sitio muy original, comida casera y auténtica. Todo es my bueno ambiente muy griega. Muy recomendable para conocer la gastronomía grie y romper los platos es muy divertido volveré seguro

Una decepción de lugar.
Llegamos un sábado, en el centro de Madrid, barrio de Malasaña y pedimos mesa para cenar 2.
El camarero nos trae la bebida que quiere y tenemos que decirle en 2 ocasiones que no habíamos pedido eso.
Cuando le vamos a pedir los platos para cenar la sorpresa es que no tienen la mitad de la carta, pero claro, no hay ningún cartel o persona que te lo indique cuando entras, sino que una vez ya con bebida en mano es cuando te sorprenden con la noticia. Deseando irnos ya, pedimos la cuenta y oh, en tiempo de covid no tienen datafono.

Ni lo recomendamos ni volveremos.

Típico restaurante que da la sensación de que no quieren tener clientes.

Hay que reservar, la comida Griega auténtica, muy original y R Ica, lo que quiero destacar, es que. Los baños fatal, de antes de la guerra, muy muy viejos. Al final de la cena hay baile y, se rompen platos, muy divertido.

Gran sitio, con una comida exquisita y unos muy buenos profesionales que te aconsejan en todo momento y están pendientes de ti siempre que es necesario.

Excelente comida en un lugar con mucho encanto, fue como volver a Grecia! El camarero que nos atendió fue encantador. Muy recomendable

Me sentí como si hubiese viajado a Grecia por una noche
La sensación maravillosa, con la música griega, la decoración, el ambiente, el cocinero y el camarero auténticos griegos muy amables, y la comida casera muy rica, me gustaron mucho los platos que tomamos, y el local fue una experiencia estupenda, ha sido mi pequeño viaje a Santorini de este verano 2021

El sitio es estupendo y es como zambullirse en una taberna perdida de Santorini, además la atención muy buena y el toque del baile griego y romper un plato es super chulo y diferente.
Pero la comida nos decepcionó un poco, sin estar mal ni mucho menos pero esperábamos algo más.