Taberna La Carmencita, Madrid

La taberna es preciosa y súper acogedora. L@s camarer@s son muy atentos y amables.
Resaltar el buen servicio y trato de las camareras Ana e Illiana. Muy recomendado.
Volveremos seguro.

És un restaurant on les racions són generoses, on pots menjar bé, amb espai entre taules i ens hi pots anar amb un petit grup. El menjar és molt bo. Recomanables les mandonguilles, el tomàquet, l’ensaladilla i sobretot l’arròs amb llet, la llet fregida… tot molt bo! Recomanable!

Some of the best food we had on our trip, staff were very friendly and helpful despite us not having a reservation or speaking Spanish

La comida y el servicio impecables! Tenía ganas de ir desde hace mucho, sin duda vuelvo en breve!

A really memorable home cooked meal in the second oldest tavern in Madrid! The seafood rice is stunningly delicious with a depth of flavour, the espresso with dairy ice cream sounds ordinary but it's absolutely out of this world. Great atmosphere with tea lights and traditional crockery, great service.

Increíble taberna. Nos atendieron muy bien, comimos como nunca y el clima fue muy relajado.
Sin dudas volvería. Gracias!

A quaint and charming restaurant on the corner of Calle de San Marcos that has several house specials. The aroz marisqos (seca) was very good and I highly recommend it! They also have my favorite callos in the city thus far. Although it's a little on the pricey side, I think you get what you pay for and I would recommend going as a group of four people so that you can order several dishes for the middle. The chocolate cake was rich in flavor, I wasn't able to take a photo due to its deliciousness.

Lugar con mucha solera y ambiente agradable. La comida muy buena, aunque gran parte del encanto es el establecimiento con esa atmósfera tan única.

La segunda taberna más antigua de Madrid.
Puedes encontrar una variedad de vinos y platillos típicos de la zona.
De manera general sirven paté, aceitunas y pann caliente como cortesía, lo cual basta con ser acompañado de un vino para ser el.motivo de visita.
Los plaltillos son muy de la región y pueden encontrar deliciosas albóndigas o una croquetas con chistorra que desearas no se acaben nunca.
Excelente para una reunión con amigos, o una velada romántica, definitivamente no recomendable para 8r con niños.
Los precio son un 3 en la escala del 1 al 5, siendo 5 algo como los precios que esperas en un 3 estrellas Michelin.
No pierdan la oportunidad de visitar este agradable lugar en su próxima visita a España, y si quieren más información sobre que hacer o que comer en su proximo viaje, no olviden seguirme.
Saludos.

Taberna preciosa, castiza, una de las tabernas más antiguas de Madrid. Si quieres sentirte como si viajaras en el tiempo al auténtico Madrid, este es el sitio para hacerlo. La comida casera y tradicional muy buena. Algo caro pero merece la pena conocerlo.

Fantástica taberna con ese toque castizo de antaño para disfrutar de una buenísima gastronomía, muy buena atención y limpieza en el local, sin duda para volver a repetir

Lugar agradable, taberna que mantiene el encanto del pasado madrileño, vermut rico y bien preparado, volveremos otro día a probar la comida, buena pinta y muy buena atencion

Muy rico todo, el sitio muy acogedor y su camarero Marcos súper atento.
Pedimos ensalada, arroz de verduras, rape y merluza. Todo rico. Opción para vegetarianos.

El mejor cabrito que he tomado en los últimos 10 años. Además la persona que atendió en sala también muy bien.

Muy buena la comida y las recomendaciones del chef. La atención ha sido increíble! Pedimos una ensalada de tomate y un bonito encebollado, ambos estuvieron recomendados!

Uno de los mejores sitios en los que cenar en Madrid. Muy recomendables las costillas, estaban buenísimas! Repetiremos seguro.

Tomarse un vermut en este templo, no tiene precio, la barrita de estaño es pequeña, pero tiene unos vermut riquísimos. El comedor antiguo pero con mucha personalidad y una carta acorde y muy bien preparada. Muy recomendable

Muy entrañable para mí. Me alegra saber que sigue abierta, o que la han vuelto a abrir en 2013, creo haber leído. Cuando conocí este establecimiento, entonces era una casa de comidas, así las llamaban, allí comía casi a diario cuando me fui a trabajar a Madrid en 1970. Por cierto, todo muy rico también en aquella época.
Así que en mi reseña no puedo hablar del presente, pero si decir que guardo un grato recuerdo y, si tengo oportunidad, me gustaría volver después de 50 años.

El sitio, precioso y muy bien conservado. La comida, muy rica (el aperitivo de champiñones, espectacular), interesante carta de vinos y muy buena atencion del simpatico y profesional camarero

Espectacular la comida y el servicio.recomendable las croquetas, las verduras, maravillosas albondigas caseras de verdad y las chuletillas de lechazo perfectas. El precio es adecuado a la calidad. Para volver y recomendar